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Así es la lujosa colección de VOET, la nueva apuesta en perfumería de Monastery: “Es un obra de arte”
La primera colección de VOET, la nueva propuesta en perfumería de Esteban Velásquez, empresario de Monastery, propone una pausa en medio de la prisa: siete fragancias inspiradas en el arte que transforman la manera de mirar y sentir.
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VOET es quizá el proyecto más personal de Esteban Velásquez, socio y cofundador de Monastery. La marca de perfumes nació en ese raro lugar donde algo no se explica, pero se siente. Allí, donde la prisa del mundo pierde ritmo, aparece esta casa que entiende el perfume no como un producto, sino como una obra que se habita en la piel. “En un mundo saturado de perfumes que solo buscan impresionar, VOET propone una experiencia sensorial donde cada fragancia se interpreta, se vive y se piensa”, aseguró.
En tiempos en los que la perfumería se volvió un gesto rápido y una carrera de lanzamientos sin alma, VOET propone volver a mirar. Volver a oler con calma y sentir cómo un aroma puede transformar un instante. Su esencia es una pausa, una invitación a detenerse antes de que el día pase de largo.
La marca se construye desde una tríada artística: el perfumista europeo que compone la fragancia, el diseñador que esculpe la botella y el pintor que traduce la emoción en color y textura. Aroma, forma y trazo se entrelazan en VOET sin jerarquías: cada fragancia es una obra.
VOET honra la memoria milenaria del perfume, ese lenguaje que ha acompañado rituales y civilizaciones, pero lo reinterpreta desde un lujo más humano: consciente, estético, emocional. Aquí, cada detalle tiene una razón. Nada es accesorio. “Queremos que las personas vuelvan a sentir el perfume como un lenguaje íntimo, capaz de despertar recuerdos, cuestionar emociones y dejar huella”, añadió Velásquez.
Inspirada en artistas que cambiaron la forma de mirar –como Van Gogh o Da Vinci– la marca compone fragancias como pequeñas atmósferas que revelan estado, gesto y sensibilidad. Su primera colección, formada por siete creaciones, recorre emociones, colores y narrativas que se sienten más allá de una mera explicación.
“La colección tiene diferentes familias olfativas. Además, contamos con cuatro perfumes unisex, dos perfumes más femeninos y uno más masculino. Los olores son cítricos, florales, frutales y amaderados. Y sí: es una colección que combina referencias clásicas con una visión contemporánea”, explicó Velásquez, resaltando que, al final, las fragancias están pensadas para quienes viven el arte más allá de las galerías. Personas que buscan significado, que reconocen la belleza en la luz, la materia o el silencio.
Desde Colombia hacia el mundo, VOET, además, democratiza la perfumería de nicho sin renunciar a la excelencia. En otras palabras, es una marca que no busca deslumbrar, sino conectar. Que convierte lo cotidiano en contemplación y transforma el perfume en un lenguaje profundamente humano.
