Habladurías sobre la agenda cultural

El presidente escucha punk

Los nadie, la ópera prima de Juan Sebastian Mesa, inauguró la más reciente edición del Festival Internacional de Cine de Cartagena. La proyección de la película, filmada en blanco y negro, inició casi dos horas tarde por culpa del retraso del presidente Juan Manuel Santos. Al llegar, y después de dar un breve discurso, en el que resaltó la importancia de la cultura en el presunto escenario del posacuerdo, el mandatario se sentó en primera fila junto a la ministra de Cultura y otros funcionarios públicos para contemplar una violenta y frontal dosis de punk, artistas callejeros y marginados de la empinada periferia de Medellín. Justo al finalizar la película, entre las tandas de aplausos y el palabreo de los asistentes se pudo reconocer, cerca a la pantalla y rodeado de escoltas, la figura de Santos dirigiéndose con premura hacia la puerta del auditorio del Centro de Convenciones.

Cine en la cárcel

El 26 de febrero fue un día distinto para los presos de la cárcel La Picota. A las 10:00 de la mañana no estaban en el patio, como de costumbre, sino en un auditorio viendo la primera proyección en el país de Presos, un largometraje del costarricense Esteban Gómez y producida entre ese país y Colombia. Al finalizar, los actores de la película Leynar Gómez y Alejandro Aguilar, junto al productor Juan Pablo Solano, subieron al escenario y pidieron a los reclusos que compartieran sus opiniones sobre la obra. Varios brazos se alzaron y algunos pidieron la palabra, entre risas y ráfagas de aplausos. Después de la charla, algunos salieron del auditorio. Los demás, los que se quedaron, fueron llamados por los actores para tomarse una selfie.

La apertura del FITB

La lluvia de la tarde no impidió que cerca de 80.000 personas se organizaran en dos filas para encontrar lugar en la plaza de eventos del parque Simón Bolívar y así asistir a la inauguración del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá. Pasadas las 7:00 de la noche, Ana Marta de Pizarro, su directora, subió al escenario, dio unas palabras de agradecimiento y dio la bienvenida a esta nueva versión del festival para enseguida invitar a la agrupación catalana La Fura del Baus a presentar su obra Afrodita y el juicio de París. Los artistas no tardaron en tomarse tanto la tarima como el cielo con una inmensa rueda impulsada desde su interior. También hubo, curiosamente, una gran muñeca de bronce que caminaba entre el público, una mujer nacida por los aires y un caballo que cabalgaba a varios metros del suelo. Al final, con juegos pirotécnicos y una malla humana que descendió entre los espectadores, terminó el espectáculo.

Caballero y Sanín en el Moderno

El martes primero de marzo, en la biblioteca Los Fundadores del Gimnasio Moderno, se presentó el libro El oficio de opinar, de Semana Libros, una recopilación de las mejores columnas de Antonio Caballero en las revistas Semana, Arcadia y Soho. La conversación fue conducida por la también columnista de Arcadia Carolina Sanín, quien con humor e inteligencia habló durante una hora con Caballero de la admiración por su escritura, de la ternura —en sentido literal— de sus monos, y de por qué no ha tocado temas de género en sus columnas. Caballero, siempre agudo, respondió sin alargarse y con el característico tono irónico de sus opiniones. 

Dos personajes olvidados

Andrés Ospina y Andrés Arias comparten nombre y editorial: Ospina publicó Ximénez hace dos años con Laguna y Arias hizo lo mismo, pero hace tres, con Tú, que deliras. Pero hay otra coincidencia. Las dos historias, que acaban de reeditarse en una segunda edición, hablan de personas que vivieron en Bogotá entre los años veinte y cuarenta del siglo pasado: el periodista inventor José Joaquín Jiménez, el protagonista de Ospina, y la madre del art decó en Colombia, Carolina Cárdenas, el amor platónico de Arias. ¿Se habrán conocido? Arias y Ospina se reunieron en la noche del 24 de febrero en la librería Casa Tomada para recordar a los protagonistas de sus libros y mostrar fotos de archivo de esa ciudad previa al Bogotazo. Al final, se aventuraron a lanzar una conjetura: seguramente el periodista y la artista se cruzaron alguna vez en el lujoso restaurante del demolido Hotel Granada, que estaba donde hoy se encuentra el Banco de la República.

The Rolling Stones en Bogotá

Hubo silencio en los instantes que siguieron a la presentación de los Rolling Stones el pasado 10 de marzo en Bogotá. Los británicos impregnaron de energía a un estadio lleno de jóvenes, adultos y abuelos, y al final todos estaban extasiados. El coro de la Universidad Javeriana sorprendió con el intro de You Can’t Always Get What You Want, los Stones convirtieron en performance la interpretación de Sympathy for the Devil, Keith Richards y Ron Wood tocaron blues como dos viejos amigos, y Mick Jagger bailó sin reparar en la altura capitalina.