Colombia es cuna de importantes contribuciones al desarrollo de esta ciencia en el mundo para beneficio de los pacientes. | Foto: Istock

TECNOLOGÍA

Innovaciones médicas made in Colombia

Estos instrumentos, prácticas y servicios médicos nacieron de la recursividad y el ingenio de los profesionales de la salud colombianos.

1 de diciembre de 2019

Ya sea como fruto de la recursividad o el resultado de amplios estudios que han llevado al desarrollo de tecnologías de punta, Colombia ha sido cuna de nuevos instrumentos, prácticas y servicios médicos que han contribuido al desarrollo de esta ciencia en el mundo para beneficio de los pacientes.

Trasplante exitoso -1952

En una tesis laureada con el premio Borden de la Universidad de Yale, se encuentra consignado uno de los aportes más importantes que ha hecho a la cirugía endocrina el doctor José Félix Patiño. Elegido como mejor residente del Departamento de Cirugía de esa institución al terminar su residencia, realizó junto con el profesor Harry Green el primer trasplante exitoso de tejido embrionario humano de glándula suprarrenal a un paciente con enfermedad de Addison, en los inicios de la medicina regenerativa.

Electricidad y corazón - 1958

A finales de la década de los años cincuenta Jorge Reynolds estaba recién llegado de Inglaterra, donde cursó sus estudios en ingeniería electrónica. Como ingeniero del Departamento de Fisiología de Medicina de la Universidad Nacional y trabajando medio tiempo con los médicos de la naciente Clínica Shaio, Reynolds aprendió que el corazón era un sistema eléctrico y de esa enseñanza surgió la idea de contrarrestar las arritmias con pulsos artificiales eléctricos. Tubos de vacío y una batería de carro se convertirían en uno de los primeros marcapasos del mundo instalados en un ser humano, sería en un sacerdote ecuatoriano que logró vivir hasta los 104 años.

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Válvula salvavidas - 1965

El doctor Salomón Hakim Dow describió, en 1965 y por primera vez en la literatura mundial, el síndrome de hidrocefalia de presión normal, un cuadro clínico que también se conoce como ‘síndrome de Hakim’ y que solía ser confundido con el alzheimer por sus efectos sobre las capacidades cognitivas al comprimirse el tejido cerebral por aumento en el líquido cefalorraquídeo. Este trabajo lo llevó a desarrollar una válvula para manejar esta enfermedad al liberar el exceso fluído.

Amor que cura - 1978

La técnica Madre Canguro se destaca por su alto impacto en la salud pública mundial. Inspirado en la fisiología de los canguros, el doctor Édgar Rey Sanabria, director en ese momento del departamento de Recién Nacidos del Hospital Materno Infantil, creó un método para que los bebés en situación de bajo peso al nacer o prematuros pudieran seguirse desarrollando en contacto con la piel de su madre o de su padre. El calor, alimentación, protección, estimulación, seguridad y amor que este vínculo brinda les permite a los niños estabilizar su frecuencia cardiaca, aumentar de peso y mejorar su maduración cerebral, entre otros efectos positivos.

Lucha contra la malaria - 1980

El doctor Manuel Elkin Patarroyo no es solo el creador de la primera vacuna contra la malaria (SPF66), sino que con este descubrimiento y otros posteriores se configuró como el padre de las vacunas sintéticas, creadas químicamente en laboratorio. En los años ochenta este investigador logró establecer los principios generales para crear de esta medida preventiva contra el paludismo, la cual comenzó a ser experimentada en una colonia de micos del Amazonas y, posteriormente, en grupos humanos. Donada a la Organización Mundial de la Salud en 1993 por Patarroyo, a nombre de Colombia, la vacuna todavía está siendo perfeccionada para mejorar su efectividad.

Solución en una bolsa - 1984

En marzo de 1984, el doctor Oswaldo Alfonso Borráez Gaona se cruzó con un paciente al que le había caído un vehículo encima de su abdomen, cuando encontró que era físicamente imposible cerrarle la pared abdominal. Entonces se le ocurrió una idea que iba a marcar su carrera y a llevarlo a ocupar un lugar en la historia de la medicina: solucionó el problema cubriendo la herida con una bolsa plástica, como las que se utilizan como empaque de la solución salina, siempre disponible en los ambientes médicos y sin costo. Los resultados fueron tan buenos, que la técnica fue replicada por cirujanos alrededor del mundo, al punto de que, con el tiempo, el empaque terminó siendo conocido como Bolsa de Bogotá o de Borráez.

Nueva dimensión - 2013

Un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford, liderado por el físico colombiano Gabriel Villar, consiguió imprimir un material en tres dimensiones que podía imitar el comportamiento de un tejido real. Tiene la consistencia de una goma blanda, recuerda físicamente a los tejidos adiposos y a los del cerebro, puede efectuar movimientos de pliegue y está dotado de redes de comunicación que operan como las neuronas. Con este tipo de avances se espera en un futuro poder reemplazar tejidos, e incluso órganos, dañados sin necesidad de donantes.

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