ENTREVISTA

¿La Carrera Verde se quedó sin apoyo de la Alcaldía?

Desde 2015 en Bogotá se realiza la Carrera Verde, una competencia que promete plantar tres árboles por participante. Lo que muchos se preguntan es por qué el apoyo de la Alcaldía, que llegó a donar 15.000 árboles disminuyó a un mínimo de 250.

16 de febrero de 2017

Desde hace dos años en Bogotá se realiza la Carrera Verde, un evento que tiene como principal objetivo la recuperación de ecosistemas a través de la reforestación. En las dos primeras versiones participaron 11.680 corredores y se sembraron 33.000 árboles. Sin embargo, muchos se preguntan si en realidad estos árboles realmente se siembran y si efectivamente llegan a crecer o simplemente mueren en el proceso.

Para responder a algunas de estas preguntas, hablamos con Clara Ligia Solano, subdirectora de la Fundación Natura, quien nos habló del proceso de siembra y sobre cómo los afecta la disminución del aporte de la alcaldía y el Jardín Botánico desde que arrancó el mandato de Enrique Peñalosa. En 2015, la administración de Gustavo Petro donó 15.000 árboles. En el primer año del actual alcalde se donaron 5.000 y este año solo habrá una contribución de apenas 250.

Semana Sostenible: ¿Por qué bajó la meta de árboles en vez de incrementar?

Clara Ligia Solano: El cambio de política nos ha afectado, no es fácil trabajar con la Alcaldía Mayor porque hay mucha burocracia. El cambio de administración ha disminuido la participación, por eso se pasó de 15.000 el primer año, a tan solo 250 este, lo que genera que nuestra meta se reduzca un montón.

S.S.: ¿Por qué ha mermado el apoyo por parte de la Alcaldía Mayor de Bogotá?

C.S.: El cambio de administración nos afectó, durante el gobierno de Gustavo Petro se trabajó mucho con la Secretaría de Ambiente porque la política ambiental de esa administración era mucho más abierta y el Jardín Botánico de Bogotá (JBB) estuvo totalmente enlazado con nosotros. En 2016 el empalme no fue fácil por la salida de Petro y la entrada de Enrique Peñalosa, por lo que el trabajo de casi todo un año se perdió.

S.S.: ¿Es viable recuperar el aporte de la Alcaldía a futuro?

C.S.: La política ambiental de Enrique Peñalosa no está totalmente alineada con este tipo de proyectos y no le interesa participar. Y si a eso se le suma los temas que generan críticas a esta administración, como el debate frente a la reserva Thomas van der Hammen, se puede ver que existen diferencias de enfoque en temas ambientales en los que la Fundación Los Andes y la Fundación Natura no han coincidido con las respuestas del alcalde Peñalosa.

S.S.: Ahora si hablando de la carrera en específico, ¿se está cumpliendo con la meta que propone Natura?

C.S.: Sí. La materia prima de la restauración de un bosque son los árboles como las gramíneas para los páramos, árboles espinosos en el caso de un bosque seco. Y lo que busca la Carrera Verde es llevar esa materia prima a un lugar en el que se esté haciendo la restauración, este año será en la región Andina para restaurar cuencas hídricas que están taladas y donde los ciclos del agua están muy afectados.

S.S.: ¿A dónde se ha llevado esa materia prima?

C.S.: La Fundación Natura tiene dos reservas propias a perpetuidad. Una es la reserva biológica Encenillo que está ubicada en el municipio de Guasca (Cundinamarca) en la cuenca alta del río Bogotá. La otra es la reserva El Silencio ubicada en el municipio El Retiro (Antioquia), 170 hectáreas donadas para reforestación y conservación. Esta última tenía condiciones casi desérticas hace cinco años, pero con la siembra fruto de la carrera del 2016, este lugar se ve como un oasis en medio de un mar de pineras que tradicionalmente producen árboles para construcción.

S.S.: ¿Qué frutos ha dado esa reforestación?

C.S.: En el área de Encenillo nos faltan cerca de cinco hectáreas de las 200 que componen esta reserva. Allí se ha revertido la erosión del suelo y hoy se pueden ver árboles de 2 y 3 metros, y otros más pequeños porque no todos crecen al mismo ritmo ni tienen la misma altura. Aunque es muy importante que se estén recuperando estos espacios solo con especies nativas.

S.S.: ¿Cómo es el proceso de reforestación?

C.S.: El proceso de siembra consiste en tener la contabilidad (24.000 este año), definir los sitios donde se debe cultivar, llegar a la meta de recolección y empezar a labrar. Al definir el lugar se sabe qué árboles se deben plantar, por lo que nosotros producimos algunos de ellos en unos viveros y otros se adquieren por encargo. Luego se define el calendario para la siembra que se hace de marzo a mayo y de septiembre a noviembre, porque no se puede hacer en cualquier momento del año ya que se deben tener en cuenta la temporada de lluvias, si hay sequias, entre otros factores.

Asimismo, invitamos a todos los corredores a que vayan a sembrar sus propios árboles para lo cual nos valemos de las bases de datos y contratamos los servicios de transporte necesarios. Se hacen varias jornadas para que ellos puedan ir a ver los árboles que aportaron y demostramos que no es carreta lo que estamos haciendo. Además se contratan personas expertas para sembrar, pues se requieren ciertos cuidados previos al cultivo y posteriores a este.

S.S.: ¿Qué otro cambio se ha visto en las reservas?

C.S.: Empezamos a ver presencia de fauna silvestre como las pavas, tucanes de alta montaña, e incluso un tigrillo, porque se está generando hábitat boscoso que se había perdido. La Carrera Verde hace un aporte inmenso en este caso a un punto específico de la cuenca alta del río Bogotá.

S.S.: ¿Cuáles han sido las metas de cada una de las versiones de la carrera?

C.S.: En 2015 la meta fue la más alta de todas la carreras con 36.000 árboles, que están distribuidos en la reserva Encenillo, en la reserva La Poma y en Bogotá, y pudimos asumir esa meta porque el aporte del JBB fue de 15.000 árboles. El segundo año la meta bajo a 24.000 plantas debido a que el número de corredores no aumentó y a que la contribución del JBB disminuyó a 5.000 árboles. De igual manera en Encenillo se cultivaron alrededor de dos hectáreas, otras dos en la Reserva El Silencio y otros más distribuidos en la capital del país.

Este año mantendremos la meta en 24.000 árboles con la novedad de que el JBB solo aportará 250, lo que evidencia una escasa participación por parte de esta entidad.

La buena noticia es que se incrementó el número de corredores porque se adhirieron a la carrera el Jardín Botánico de Medellín, la Secretaría de Ambiente y la Alcaldía Mayor de esa ciudad, para que la capital antioqueña tenga su propia versión de Carrera Verde que se llevará a cabo el próximo 26 de marzo.

*Hasta la publicación de esta nota, Semana Sostenible intentó comunicarse con la Alcaldía, pero todavía no hemos obtenido respuesta frente al tema.