Julia Miranda, directora de Parques Nacionales, explica cómo sí es posible el turismo sin invadir las áreas protegidas.

POLÉMICA

“Sí ha habido mala información, la del Ministerio de Comercio”

Julia Miranda, directora de Parques Nacionales, asegura que llevan muchos años trabajando exitosamente el ecoturismo en áreas protegidas, pero que la reforma que se planea actualmente le quita autoridad a la entidad.

10 de marzo de 2017

Desde hace unas semanas está encendida la polémica sobre la posible eliminación de la Resolución 531 del 29 de mayo del 2013, que determina las áreas con vocación ecoturística del país. Esta decisión incluiría al Ministerio de Comercio en las decisiones sobre el turismo en los Parques Nacionales y permitiría la construcción de infraestructura hotelera en los santuarios naturales. (Vea: Revive polémica por hoteles en Parques Nacionales)

Desde que se filtró el proyecto de decreto del Gobierno, críticos y adeptos de la medida se han expresado. Por ejemplo, el exministro de Ambiente Manuel Rodríguez Becerra expresó su preocupación por la priorización del desarrollo turístico por encima de la conservación. Incluso expertos internacionales como Randall García, director general del Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio) de Costa Rica, asegura que antes de invertir en el turismo hay que hacerlo primero en la conservación.  

Por su parte la ministra de Industria, Comercio y Turismo, María Claudia Lacouture, se refirió al hecho el pasado martes, en entrevista en Semana.com, argumentando que “la minería ilegal, la ganadería y los cultivos ilícitos son los problemas que aquejan a los Parques Nacionales” y que el turismo en consecuencia sería un mal menor. En dicho diálogo, Lacouture aseguró que allí se permite un mal uso de las tierras, y que Colombia está creciendo como ninguno en América Latina en el número de viajeros pero que estos llegan sin ninguna norma y regulación. Asimismo, destacó que se sentía sorprendida por el rechazo a la medida ya que el Ministerio trabaja con Parques Nacionales en 11 áreas protegidas.

Sin embargo, quien hasta el momento no se había expresado era la directora de Parques Nacionales Naturales de Colombia, Julia Miranda. En entrevista con Semana Sostenible expone la postura de la entidad frente al proyecto de decreto, responde a lo expresado por la ministra Lacouture y explica cómo sí es posible el turismo sin invadir las áreas protegidas.

Semana Sostenible: ¿Qué tan cierto es que el proyecto de decreto deja a Parques Nacionales sin ningún poder de decisión sobre el turismo en las zonas protegidas?

Julia Miranda: En términos generales el proyecto establece que en los Parques Nacionales las políticas en materia de ecoturismo serán definidas conjuntamente entre el Ministerio de Ambiente y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. De esta manera se desconocen las competencias que le da la ley a Parques Nacionales Naturales de Colombia para proponer la política en materia de áreas protegidas, regular el uso y funcionamiento de los parques y definir las reglas que delimitan la actividad del ecoturismo.

Adicionalmente, se habilita y promueve la construcción de infraestructura de alojamiento, servicios de hospedaje y plantas turísticas al interior de los parques, desconociendo la prohibición que estableció el Ministerio de Ambiente en 2013 de construir nueva infraestructura dura en ellos.

S.S.: ¿Por qué Parques Nacionales se opone a ese decreto?

J.M.: Porque nos quita una competencia fundamental para nuestra misión de garantizar la conservación de los parques nacionales.

S.S.: La ministra de Comercio señala que el problema de los parques no es el turismo sino la minería ilegal y los cultivos ilícitos. ¿Eso es verdad?

J.M.: Resulta muy simple afirmar que los problemas que ha sufrido Colombia en las zonas rurales, la guerra que vivimos durante más de 50 años, el crecimiento de los cultivos de coca, la ganadería y la tala ilegales, han afectado los parques porque Parques Nacionales ha permitido el mal uso de sus tierras. Esa es una realidad que, por supuesto, se extiende a buena parte del territorio nacional y en la que trabajan diferentes entidades del Estado. Parques Nacionales, por su parte, ha adelantado un importante trabajo con las comunidades locales para que se cambien las actividades ilegales por actividades permitidas, entre las cuales el ecoturismo es una alternativa real de ingresos para ellos,  en la que se busca la recuperación y restauración de las zonas afectadas en los parques. 

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S.S.: La ministra asegura que el revuelo se da por mala información. ¿Usted está de acuerdo con esa apreciación?

J.M.: Así es. Ella ha dado mala información. Ha dicho que  no tenemos normas y por eso el turismo es desordenado en los parques, también ha dicho  que no queremos que se desarrolle ecoturismo en ellos, pero las evidencias demuestran lo contrario.

Yo quiero invitarla a que visite los parques y viva la grata experiencia de conocerlos y disfrutarlos de la mano de excelentes guías locales. La Ministra tampoco ha dicho que Parques Nacionales ha trabajado durante muchos años coordinadamente con el Viceministerio de Turismo; que sus funcionarios nos han ayudado eficazmente a la promoción de los parques, a su divulgación, a la implementación de las normas técnicas que mejoran la calidad del servicio y que han financiado importantes obras que le hemos solicitado a Fontur. La Ministra no ha informado que hemos trabajado muy bien, con excelentes resultados durante muchos años, respetando estrictamente las competencias de cada uno. Ese es el camino que debemos seguir y esa es la razón por la cual ha aumentado tanto el turismo en los parques, convirtiéndolos en una gran oportunidad en estos tiempos de paz en Colombia. (Vea también: La dura respuesta de Parques Nacionales a la Ministra de Comercio)

S.S.: ¿El turismo en los parques es bueno o malo para la conservación de la naturaleza?

J.M.: Es una actividad muy importante porque es fuente de empleo y de ingresos para comunidades locales. Así mismo, es una experiencia fundamental para educar y sensibilizar a los visitantes sobre la riqueza natural que tiene nuestro país y la necesidad de conservarla. Nosotros buscamos que la gente se enamore de los parques, de los animales y de las plantas que cuidamos en ellos, que disfruten la sensación única de estar en estos sitios. Con esto también buscamos que cada persona piense por qué estos lugares son importantes para su vida y cómo puede contribuir a su protección.

S.S.: ¿Cuántos parques tienen hoy ecoturismo?

J.M.: 29 de los 59 Parques del Sistema tienen vocación ecoturística y en 21 de ellos actualmente se presta ese servicio.

S.S.: ¿Hay hoteles en los parques?

J.M.: En varios parques nacionales tenemos alojamientos que fueron construidos hace muchos años, incluso en época del Inderena. Los hay en los parques Amacayacu, Los Nevados,  Tayrona, Gorgona, Chingaza, Otún Quimbaya, Iguaque, Utría, Cueva de los Guácharos, entre otros. Estos alojamientos se han mantenido a lo largo de los años y allí, tanto los grupos comunitarios locales como los concesionarios que los administran, prestan muy buen servicio.

Sin embargo, la decisión que tomó el Ministerio de Ambiente en el año 2013 fue que si bien estas construcciones se mantendrían, no se construirían nuevas infraestructuras dentro de los parques, sino que éstas se promoverían en las zonas aledañas o zonas amortiguadoras. Dentro solo se construyen senderos y centros de visitantes, tal como ocurre en la mayoría de los países.

S.S.: ¿El turismo en los parques es rentable económicamente?

J.M.: Hemos logrado que el ecoturismo sea hoy una estrategia de conservación y también de desarrollo local. Comenzamos a impulsarlo hace unos 11 años cuando comenzó a mejorar la seguridad en el país. Durante todos estos años hemos perseverado y buscado todas las estrategias y alianzas posibles para mejorar la oferta ecoturística y fortalecer a los operadores que llevan a la gente a los parques. Hoy la historia es muy diferente. Cada año se refleja un aumento en el número de visitantes y el año pasado el incremento fue de más del 30%, llegando a una cifra récord de 1.500.000 visitantes.

S.S.: ¿Qué problemas le ha visto a la llegada del turismo a estos escenarios?

J.M.: Más que problemas, veo enormes retos. No hay duda que el ecoturismo en los parques y en otras áreas protegidas seguirá creciendo rápidamente. Por eso tenemos que seguir fortaleciendo nuestra capacidad y la de los operadores turísticos.  Sin embargo, todavía falta que se implementen políticas que lo faciliten y que permitan que las inversiones y lo que la gente ha preparado para recibir a los visitantes en los sitios más remotos y espectaculares del país, no resulte en un fracaso para ellos. En este punto el Ministerio de Comercio debería lograr implementar estrategias para impulsar el ecoturismo en regiones en las que los atractivos naturales y culturales están allí pero la gente simplemente no llega y que no son necesariamente parques nacionales. Por ejemplo, viajar a los sitios espectaculares del Pacífico resulta muy costoso tanto por vía aérea como por el mar. Es difícil visitar las maravillas del Inírida, del Guaviare o del Putumayo, pues son escasos los vuelos y también muy costosos.

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S.S.: ¿Cómo se deben afrontar esos retos?

J.M.: El reto de impulsar el ecoturismo tiene que estar acompañado de la implementación de medidas que faciliten la llegada de las personas, la dotación de energía, salud, conectividad, manejo de basuras, entre otras necesidades básicas fundamentales que tanto faltan en las remotas poblaciones y zonas rurales del país. Es justo allí donde los atractivos naturales contribuirían enormemente al desarrollo y al bienestar de sus pobladores.

S.S.: ¿Existen experiencias positivas?

J.M.: Hay casos muy exitosos nacional e internacionalmente. Uno de ellos es el Tayrona y también aquellos en los que el operador de la actividad ecoturística es la comunidad local, como sucede por ejemplo en el Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya, el Parque Nacional Utría, el Santuario Iguaque, el Parque Nacional Natural Chingaza, Caño Cristales, entre otros. En todos estos casos logramos  negocios exitosos que además cumplen con las normas del parque y contribuyen a su conservación. Esto nos permite afirmar que sí es posible beneficiar a las comunidades locales, al tiempo que se desarrolla el  turismo y la conservación de nuestra biodiversidad. Esa, en últimas, es la misión de Parques Nacionales Naturales de Colombia.