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Una botella de "ATOMIK", un vodka no radioactivo producido con granos obtenidos cerca de la zona de Chernóbil (Ucrania). | Foto: AFP

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"La botella de alcohol más importante del mundo": el vodka no radioactivo fabricado en Chernóbil

La botella de vodka, bautizada como "ATOMIK", ayudará a progresar a las comunidades que viven en la zona siniestrada y en sus alrededores.

8 de agosto de 2019

A pesar de la contaminación por el accidente nuclear de Chérnobil (Ucrania), un equipo de científicos de la Universidad e Porsmouth ha logrado fabricar, un vodka no radioactivo producido con granos obtenidos cerca de la zona: el nombre con el que lo han bautizado es "ATOMIK". "Se trata de la botella de alcohol más importante en el mundo, ya que ayudará a progresar a las comunidades que viven en la zona siniestrada y en sus alrededores", aseguró en un comunicado el profesor Jim Smith.

Los investigadores británicos encontraron radioactividad en los cereales, pero gracias a un proceso de destilación lograron que la única radioactividad fuera de carbono 14, es decir, "el mismo nivel que en cualquier otro alcohol fuerte", precisa el comunicado, que también señala que el equipo inglés trabajó con otros científicos ucranianos para elaborar la bebida.

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Tras el accidente nuclear, se estableció un perímetro de 30 kilómetros alrededor de la central donde el cultivo estaba prohibido, excepto para las pequeñas explotaciones. "Miles de personas aún viven en esta zona donde las explotaciones de tierras agrícolas y las inversiones están prohibidas", recordó Smith. Estos científicos pretenden crear una empresa con vocación social, llamada Sociedad de licores de Chernóbil, con la que quieren comercializar a pequeña escala sus primeros productos durante este año. Tres cuartas partes de los beneficios los destinarán a la comunidad local.

La explosión en la central de Chernóbil, el 26 de abril de 1986, provocó 30 muertos y centenares de afectados con enfermedades relacionadas con el accidente. Las autoridades evacuaron de esa zona a 350.000 personas y los científicos consideran que la radioactividad tardará 24.000 años en desaparecer.