Hamás asegura que Irán no tuvo implicaciones en ataque a Israel

En conferencia de prensa en Teherán, Ramezan Sharif, el portavoz de los Guardianes de la Revolución, expresó enérgicamente que el impactante ataque perpetrado por Hamás se considera una de las operaciones destinadas a vengar el asesinato del general Qasem Soleimani, a manos de los estadounidenses con el respaldo de los sionistas.

Sharif detalló que esta operación sangrienta se planificó como una respuesta directa y contundente al trágico suceso ocurrido el 3 de enero de 2020, cuando el entonces jefe de una unidad élite de los Guardianes de la Revolución, el general Soleimani, perdió la vida durante una incursión militar estadounidense en Irak.

Con tono firme, el portavoz destacó la conexión directa entre el reciente acto de Hamás y el acontecimiento que marcó la eliminación de Soleimani, subrayando la percepción de que esta acción se gestó como un acto de justicia y revancha ante la tragedia que afectó al alto comandante militar iraní.

Sharif agregó que el respaldo sionista a la operación estadounidense agudizó la percepción de hostilidad, fortaleciendo así la motivación detrás del ataque de Hamás.

Sin embargo, en un comunicado que destaca un inusual distanciamiento con Teherán, Hamás expresó de manera categórica su desacuerdo con las declaraciones del portavoz de los Guardianes de la Revolución Islámica, el general Ramezan Sharif, en relación con la operación.

En sus propias palabras, Hamás “negó la veracidad de las declaraciones (...) sobre la operación y sus motivos”. Esta discrepancia pública revela tensiones que van más allá de las alianzas habituales, destacando la complejidad de las relaciones en la región.

El comunicado de Hamás también subrayó que ya han proporcionado explicaciones exhaustivas sobre los motivos de la operación en cuestión, haciendo especial énfasis en las amenazas percibidas que recaen sobre la mezquita de Al-Aqsa.

Al-Aqsa, que se erige en la explanada de las mezquitas, junto a la cúpula de la roca, se encuentra en el sector palestino ocupado de la ciudad vieja de Jerusalén.

El constante aumento de peregrinos judíos que consideran este sitio como sagrado ha generado una creciente percepción de “provocación” entre los palestinos, desencadenando enfrentamientos recurrentes.

La intensificación de estas visitas, vistas como intrusivas desde la perspectiva palestina, ha exacerbado las tensiones en la región, donde la coexistencia de diferentes creencias colisiona con la sensibilidad cultural y religiosa de los habitantes locales.

Irán, manteniendo una posición firme en su respaldo a Hamás, fue uno de los primeros países en celebrar la operación del grupo, catalogándola como un acto de orgullo.

A pesar de las fluctuaciones en sus relaciones a lo largo del tiempo, el Gobierno de Teherán ha defendido públicamente a Hamás durante muchos años. Este respaldo se manifiesta en un claro respaldo político, aunque las relaciones hayan experimentado altibajos a lo largo del tiempo.

“Irán no interviene en la toma de decisiones de otras naciones, incluida Palestina”, declaró entonces el portavoz diplomático Naser Kanani. Y consideró que “las acusaciones relacionadas con el papel de Irán” se “fundan en motivos políticos”.

La sangrienta guerra en Gaza se desencadenó cuando Hamás irrumpió el 7 de octubre en el sur de Israel, matando a unas 1.140 personas –la mayoría civiles– de acuerdo con un recuento de la AFP basado en cifras israelíes.

El ataque que precedió a la toma de rehenes desencadenó una respuesta militar de Israel, que ha tenido consecuencias trágicas y profundamente impactantes. La acción militar, llevada a cabo por aire y tierra, ha dejado más de 20.000 personas muertas, según informes del ministerio de Salud de la Franja, que está bajo el Gobierno de Hamás.

*Con información de la AFP.