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Selva amazónica siendo arrasada por incendios, en algunos casos provocados por la gran sequía.
Selva amazónica siendo arrasada por incendios, en algunos casos provocados por la gran sequía. | Foto: Getty Images/iStockphoto

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Incendios: la Amazonía también se quema pero en proporciones apocalípticas. “El bosque se vuelve cenizas. Es de llorar”

La devastadora sequía en el pulmón de la humanidad es consecuencia de la crisis climática y amenaza la mayor reserva de carbono del mundo.

27 de enero de 2024

Colombia vive con dolor los incendios que azotan al país. La imagen de los cerros de Bogotá como una chimenea encendida con una estela de humo que serpentea en el cielo ha estremecido a millones de capitalinos. Sin embargo, lo que está pasando hoy en el centro del país lo está viviendo desde hace tiempo la Amazonia, pero en proporciones apocalípticas.

Rodrigo Botero, director de la FCDS, cuenta que el país tiene en este instante 338 focos de calor y frente a 2023 se ha presentado un aumento del 200 por ciento en el número de focos en la Amazonia. Y todavía no se ha vivido lo peor: se espera que el fenómeno se agudice en febrero.

“En Bogotá se han quemado esta semana unas 26 hectáreas. En la Amazonia esos incendios se están dando multiplicados por 1.000. En cinco años, las llamas han consumido 140.000 hectáreas. Y en cada una de ellas se pierden 600 o 700 árboles maduros con todo el universo de especies que viven allí. Necesitamos hacer un cese al fuego, no solo con los grupos armados. Necesitamos un cese al fuego con los bosques y los páramos del país”, agregó Botero, uno de los actuales negociadores de los diálogos con el ELN.

La sequía que se vive en este momento en el principal pulmón del mundo es devastadora y se considera un punto de quiebre. Así lo reportó The Guardian, diario británico, que afirma que millones de personas en el Amazonas se han visto afectadas por la sequía, y algunos ríos se encuentran en sus niveles más bajos desde hace más de un siglo, alcanzaron sus niveles más bajos en los últimos 120 años. Hay escasez de agua potable, cosechas fallidas y cortes de energía, a medida que las plantas hidroeléctricas se secaron.

Tala de arboles
Escena normal en el Amazonas | Foto: Getty Images

Desde noviembre de 2023, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo (UNGRD) ha estado monitoreando las temperaturas y el estado de los bosques en Colombia ante la llegada del Fenómeno del Niño que ha estado generando grandes incendios.

Durante este periodo de tiempo se han registrado 237 incendios forestales que han afectado 131 municipios y 3523 hectáreas de vegetación. Entre los departamentos más afectados están Vichada, Santander, Cauca y Boyacá.

Colombia se encuentra en alerta frente a los incendios que se están presentando en varias zonas del país y que están causando estragos al ser humano y el medio ambiente.

Mapa de la Nasa expone los puntos de calor
Mapa de la Nasa expone los puntos de calor en el territorio colombiano en medio de la emergencia por los incendios forestales. | Foto: Nasa | Foto: Nasa

Por otro lado, la gran problemática de la deforestación de la Amazonía; la selva tropical más grande y con mayor biodiversidad del mundo, ha debilitado la capacidad de los árboles y el suelo para retener la humedad, según descubrieron los investigadores. Esto agudizó la sequía y redujo la resistencia de la selva a la destrucción ambiental y a fenómenos como los incendios forestales.

Millones de personas en el Amazonas se han visto afectadas por la sequía, y algunos ríos se encuentran en sus niveles más bajos desde hace más de un siglo, alcanzaron sus niveles más bajos en los últimos 120 años. Los incendios forestales y las altas temperaturas del agua se vincularon con una mortalidad masiva de la vida en los ríos, incluida la muerte de más de 150 delfines rosados en peligro de extinción en una sola semana. Los investigadores han informado que entre los delfines muertos, 130 pertenecían a la especie de delfín rosado, mientras que 23 eran delfines grises, conocidos como tucuxi.

Al menos 140 delfines rosados (Inia geoffrensis) y tucuxi (Sotalia fluviatilis) fueron encontrados muertos en el lago Tefé, en la Amazonia: André Coelho/Instituto Mamirauá.
Al menos 140 delfines rosados (Inia geoffrensis) y tucuxi (Sotalia fluviatilis) fueron encontrados muertos en el lago Tefé, en la Amazonia. Crédito de la imagen: André Coelho/Instituto Mamirauá. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Ambas especies se caracterizan por tener poblaciones en declive, una situación que ha suscitado una seria preocupación a nivel global y que ha sido señalada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Ante la situación, Brigitte Baptiste, bióloga colombiana, lamenta profundamente lo que está ocurriendo: ”es de llorar, cuando uno sobrevuela la Amazonia y se ven 3.000 años de hectáreas convertidas en cenizas en menos de un día. Es una tragedia y no estoy exagerando con el uso de la palabra. Realmente, el fuego tiene una capacidad destructiva superlativa y si no nos ponemos serios con el control y el manejo del fuego en el país estamos perdiendo un patrimonio silvestre, un patrimonio natural del cual dependemos todos”.

El Fenómeno del Niño está acelerando la devastación de la mayoría de la biodiversidad tropical del mundo. Según The Guardian, múltiples hectáreas de la Amazonía han empezado a transformarse en selva tropical que almacena enormes cantidades de gases que atrapan el calor en regiones más secas, liberando los gases a la atmósfera. Dando como resultado un retroceso hacia la lucha mundial contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.

Incendios en la Amazonía
Incendios en la Amazonía | Foto: Getty Images/iStockphoto

“Yo creo que los incendios son una prueba fehaciente de que tenemos que afrontar el cambio climático, afrontar la variabilidad climática de una manera muy seria y contundente, porque vamos a ver que cada vez más las temperaturas se incrementan, que las temporadas secas y los eventos extremos generan vulnerabilidad, generan nuevas condiciones de riesgo, para los ciudadanos, para la producción agrícola, para el abastecimiento de agua”, asegura Baptiste en diálogo con SEMANA.

Así mismo, Germán Ignacio Andrade, asesor científico del Instituto Humboldt, asegura: “El futuro va a ser más caliente, es la tendencia al cambio ambiental y global, vendrán más eventos extremos del clima”.

La crisis climática está sobrecargando el clima extremo en todo el planeta, pero la sequía extrema del Amazonas es un ejemplo claro y preocupante del fenómeno, se cree que la selva tropical está cerca de un punto de inflexión hacia un estado más seco. Esto provocaría una muerte masiva de árboles en el depósito de carbono terrestre más importante del mundo, liberando grandes cantidades de CO2 y elevando aún más las temperaturas globales.

Germán Ignacio habló sobre la poca preparación que tenemos para afrontar esta situación. “Debemos hacer un llamado de atención a las autoridades ambientales y a la gestión del riesgo a incendios en Colombia, no estamos preparados, debemos actualizarnos y ponernos al día con lo que ha pasado y con lo que viene. Por otro lado, la necesidad de reforzar la gestión desde lo municipal de prevención para el riesgo es indispensable”

Incendios en selva amazónica
Incendios en selva amazónica | Foto: Getty Images

“Debemos reconciliarnos con el fuego”

Desde el Instituto Humboldt, se ha hecho un gran esfuerzo por entender y dar a conocer este fenómeno. “El instituto tiene un estudio muy interesante que se llama “entender el fuego es promover nuestra resiliencia” para lograr un balance en nuestro ecosistema debemos entender el fuego”, así mismo, debemos restaurarlo, con vegetación que tengan una composición y estructura que permitan responder mejor a las dinámicas del fuego”, asegura Andrade.

En entrevista con SEMANA, Manuel Rodríguez, exministro de Ambiente, explicó el contexto de lo que está sucediendo: “Primero hay que aclarar que el fenómeno del incendio forestal, en algunos casos, es un proceso natural. Entonces, hay bosques del mundo, directamente de Colombia, que periódicamente se incendian, pero más allá de eso, que es lo que interesa ahorita, es que el tema de las grandes sequías produce enormes incendios forestales en todas partes del mundo, sin excepción.”

En materia del país, las alertas están encendidas por los incendios forestales. “Colombia no es un país en donde haya habido grandes incendios forestales, Por ejemplo, en California, en el año 2018, fue un año muy intenso de incendios forestales, hubo aproximadamente 8.500 incendios que quemaron cerca de 50.000 hectáreas. Eso es lo que se llama incendios forestales. No, no son incendios forestales de gran magnitud, que en Colombia nunca hemos tenido ese tipo, pero no quiere decir que no lo vamos a tener.”

Así mismo, advierte: “Tenemos que estar preparados para grandes incendios forestales porque las estaciones secas más agudas están aumentando en frecuencia y en intensidad. Colombia tiene que prepararse. Tenemos que hacer unos escenarios en los cuales estemos seguros que en el futuro vamos a contar con los equipos necesarios, con los bomberos para ese tipo de incendio, el número de bomberos que se requieren para ese tipo de incendios”.

Según un análisis del World Weather Attribution, “si protegemos el bosque, seguirá actuando como el mayor sumidero de carbono terrestre del mundo”, afirmó. “Pero si permitimos que las emisiones inducidas por el hombre y la deforestación lo lleven hasta el punto de inflexión, se liberarán grandes cantidades de CO2. Necesitamos proteger la selva tropical y alejarnos de los combustibles fósiles lo más rápido posible”.

A nivel global se dice que los últimos años los fuegos extremos han aumentado en un 30%, y seguirán aumentando, “la conciencia del cambio ambiental que viene en las próximas décadas es fundamental en las escuelas, en los medios de comunicación, para que presionen a los tomadores de decisión, a todas las personas que tienen posibilidad de ir a la zona. Hablar de innovación adaptativa, que tienen la posibilidad de afrontar un poco la ilegalidad que está detrás de todas estas quemas y esta destrucción del patrimonio natural.”