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Urgente: 18 militares fueron retirados del Ejército por caso de intimidaciones y amenazas en Tierralta, Córdoba. Tres coroneles están entre los sancionados
El pasado 11 de septiembre, militares disfrazados de disidencias amedrentaron a los habitantes de la vereda Bocas del Manso. Según la institución militar, los uniformados salen por falta de mando y control, y por omisión de sus funciones.
Fuentes militares confirmaron que 18 militares serán retirados del Ejército por los hostigamientos a los pobladores de la vereda Bocas del Manso, en Tierralta, Córdoba, el pasado 11 de septiembre.
De acuerdo con la información, tres coroneles que estaban en la línea de mando hacen parte del grupo de uniformados que serán llamados a calificar servicios.
Los coroneles son: el comandante de la brigada 11 José Edilberto López, el coronel de operaciones, y el comandante del batallón 33 Junín.
Así mismo, salen de la institución el segundo comandante del batallón Junín; el oficial de operaciones, dos sargentos mayores y ocho soldados.
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De igual manera, desde el Ejército confirmaron que otros 13 soldados que estaban en el área, pero que no ingresaron a la vereda Bocas del Manso, serán trasladados a unidades militares de Cundinamarca mientras la Fiscalía toma decisiones sobre el caso.
“Lo registrado en los videos y los resultados de la inspección determinaron que los procedimientos efectuados, fueron totalmente contrarios al actuar institucional, trasgrediendo las normas, las leyes y la doctrina militar, al realizar actos inapropiados en contra de la población civil, emplear prendas no autorizadas, cubrirse el rostro, usar inadecuadamente las armas de la República, entre otros aspectos tácticos militares”, dijo el Ejército en un comunicado.
Fuentes militares además indicaron que fue un sargento de apellido Aldana el que ordenó a sus compañeros que se caracterizaran como si fueran integrantes de un grupo armado organizado.
Según las fuentes, los uniformados se encontraban en la zona porque iban a realizar un allanamiento para ubicar caletas, armas y temas relacionados con narcotráfico del Clan del Golfo.
Sin embargo, aunque confirmaron que los militares salen por falta de mando y control de la institución, aclararon que el general Óscar Leonel Murillo, comandante de la Séptima División, que estaba a cargo de la operación militar en Tierralta, Córdoba, seguirá en el cargo.
Los hechos
El pasado 11 de septiembre, un grupo de hombres armados llegaron hasta la vereda El Manso, ubicada en el municipio de Tierralta, y en un acto irracional intimidaron a campesinos, indígenas, mujeres con bebés en brazos; incluso niños presenciaron el hecho.
Los hombres armados cubrían sus rostros y aseguraron pertenecer al 5 frente de las Farc. Los afectados captaron en video el hecho, que ha causado indignación y rechazo entre los habitantes de Córdoba y las autoridades. Este ataque fue perpetrado por hombres del Ejército.
En la grabación se observa cómo uniformados maltratan verbalmente a los habitantes de la vereda El Manso e incluso a varios de ellos los amenazan con dispararles, poniéndoles las armas en la cabeza. Ante esta situación, algunas mujeres deciden enfrentar a los delincuentes y exigirles respeto.
En los videos también se observa a una mujer que, evidentemente molesta, les exige a los sujetos que digan a qué grupo armado pertenecen y les pregunta: “¿Por qué nos atropella?”. Ante los reclamos, uno de los hombres carga su arma y camina apuntando hacia ella, sin importar que tenga a un bebé en brazos.
“Usted a mí no me manda callar, porque yo tengo derechos y usted me los está vulnerando. Son criminales. A ver si son capaces de meterme un tiro con mi hijo en brazos. Dígame si esto les parece justo: compararse con nosotros que no tenemos cómo defendernos”, dijo la mujer, mientras al fondo se escucha el llanto de varios menores de edad, quienes están atemorizados.
SEMANA llegó hasta la lejana vereda Bocas del Manso, en Tierralta, Córdoba, sus habitantes relataron que los hombres armados los retuvieron durante tres horas y los amenazaron con “pegarles dos tiros y tirarlos al río” si no obedecían sus instrucciones, luego les hicieron llenar una lista con sus nombres completos y números de cédula.
Finalmente, los hombres armados les quitaron los celulares y borraron los videos, pero algunos de estos quedaron en la papelera del dispositivo y por eso lograron salir a la luz pública.