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Ramírez contó detalles de ese día en que Tirofijo murió en sus brazos. | Foto: Guillermo Torres

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"Se desplomó en mis brazos": la muerte de Tirofijo contada por Sandra Ramírez

La vicepresidenta del Senado contó en entrevista con SEMANA uno de los hechos más desconocidos del conflicto: cómo falleció el líder de las Farc. "No le dio papaya al enemigo. Por eso nunca pudieron matarlo", dice.

1 de agosto de 2020

La llegada de Sandra Ramírez a la vicepresidencia del Congreso generó un enorme revuelo en Colombia. La desmovilizada líder de la guerrilla fue durante más de 25 años la pareja de Manuel Marulanda Vélez, alias Tirofijo, el número uno de las Farc. En una extensa entrevista con SEMANA, la hoy congresista relató detalles inéditos de lo que fue su vida con el jefe de la guerrilla más antigua del mundo. 

En varias ocasiones, la congresista ha contado que los 30 años de diferencia que había entre los dos nunca fueron un problema para que la relación saliera adelante. Recuerda que, cuando iniciaron el noviazgo, ella tenía 20 años y él, 55. Marulanda estuvo 58 años en guerra hasta que murió, en 2008, de un ataque al corazón en medio de la selva. Nunca estuvo en la cárcel.

En entrevista con SEMANA, Ramírez contó detalles de ese día en que Tirofijo murió en sus brazos.

Fue el 26 de marzo de 2008. Según recuerda, “él ya había dado las órdenes, había recibido novedades del día y adelantado tareas del día siguiente (…) Eran las 6:30 de la tarde”. “Él estaba enfermo y creímos que era una gastritis. Pero resultó que era el corazón y le dio un infarto. Estábamos comenzando a ver la emisión de Noticias Uno y, de pronto, dijo ‘vieja, estoy muy mareado’ y ahí mismo se desplomó”, contó a SEMANA.

Pero ese día no estaban solos. “Éramos un grupo de 48 y yo empecé a gritar para que llegara alguien, pero ya era demasiado tarde”.

La muerte de Tirofijo fue uno de los mayores misterios del conflicto armado en el país. Durante cerca de dos meses el rumor estaba latente, pero el grupo insurgente no confirmó el deceso. Al final, Timochenko, el líder de las Farc que firmó la paz con el Gobierno fue el encargado de hacer pública la noticia. 

"Con inmenso pesar informamos que nuestro comandante en jefe, ‘Manuel Marulanda Vélez‘, murió el pasado 26 de marzo como consecuencia de un infarto cardiaco en brazos de su compañera y rodeado de su guardia personal (...), luego de una breve enfermedad", dijo Rodrigo Londoño, quien en ese momento no asumió la jefatura de las Farc. Ese cargo quedó en manos de Alfonso Cano. 

Ese día, Timochenko se regó en elogios frente al líder guerrillero, en medio de un país que rechazaba ampliamente los actos barbáricos de las Farc que incluían la repudiable práctica del secuestro con fines económicos o políticos. Timochenko lo describió como "uno de los más destacados dirigentes revolucionarios de todos los tiempos" y aseguró que "la humanidad no tiene antecedentes de un líder de las condiciones de ‘Marulanda‘ que haya luchado ininterrumpidamente durante 60 años". El video generó amplio rechazo en Colombia. 

En su entrevista con SEMANA, Ramírez contó sobre su relación con Manuel Marulanda. Como era de esperarse, no faltaron los momentos difíciles. Por ejemplo, cuando se presentaban enfrentamientos con el Ejército y bombardeos. Pero cuenta que él le daba “mucha seguridad y confianza por su forma de ser. Siempre fue muy cauteloso, no le dio papaya al enemigo. Por eso nunca pudieron matarlo”. Sin embargo, dice que muchas veces los medios de comunicación ‘lo mataron’.

“Nosotros lo oíamos por la radio, lo veíamos en la prensa y nos daba risa lo que inventaban: que tenía una enfermedad terminal, que estaba herido. Era propaganda negra del Estado”, explica la mujer. 

Ramírez también habló de otro de los temas que siempre ha generado interrogantes en la guerrilla: dónde está la tumba de Tirofijo. Ramírez asegura que esa ubicación es desconocida, pues la guerrilla le hizo “una tumba en el campamento donde murió”, pero luego de eso, ella fue trasladada a otro campamento de las Farc. Entonces, le perdió la pista a ese punto. “En la guerrilla las distancias son grandes y las comunicaciones son difíciles. Una vez que uno cambia de campamento pierde el contacto con los compañeros que dejó. Yo, la verdad, no sé dónde están los restos de Manuel”, añadió.

Lea en SEMANA la entrevista completa a Sandra Ramírez sobre cómo fue su vida con Tirofijo.