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| Foto: Archivo Particular

BOGOTÁ

¿Por qué Claudia López no pudo frenar las corridas de toros y Daniel Quintero sí?

A partir del 2 de febrero inician las corridas de toros en Bogotá. La alcaldesa ha dicho que pese a que no está de acuerdo con esta práctica debe cumplir la ley. Propuso una serie de actividades culturales para manifestarse de forma pacífica en contra de la tauromaquia.

30 de enero de 2020

Este jueves la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, recordó que no podrá evitar que se realice la nueva temporada taurina en Bogotá, que inicia este 2 de febrero e irá hasta el primero de marzo. Pese a que ella está en contra de esta práctica que considera "anacrónica y cruel", la Corte Constitucional ya se había pronunciado al respecto, asegurando que las corridas no se podían prohibir. Así mismo, la temporada ya había quedado contratada en la administración pasada.

“Bogotá no quiere corridas de toros, pero respetamos la ley. Esta no nos permite detener la temporada taurina porque la administración de Enrique Peñalosa firmó el 13 de diciembre de 2019 un contrato hasta el 31 de agosto de 2020. Dentro del marco legal y cultural vamos a desincentivar los espectáculos taurinos en la ciudad mientras encontramos una solución definitiva a este tipo de prácticas que ya debieron desaparecer en Colombia”, señaló la alcaldesa López. 

Muchos han criticado a la alcaldesa al señalar que Daniel Quintero, el alcalde de Medellín, sí pudo frenar las corridas. Sin embargo, la situación en Medellín es muy distinta. En la capital antioqueña no se hacen estas actividades desde hace cuatro años. Además, la plaza de toros La Macarena es privada. La empresa D’Groupe, socio mayoritario del lugar, decidió voluntariamente no alquilar la plaza para hacer corridas de toros, sino destinarla para eventos culturales.

De hecho, desde la administración del exalcalde Federico Gutiérrez también se había llegado a un acuerdo con los socios para usar el escenario para otros eventos. La plaza Santamaría de Bogotá, en cambio, es 100 por ciento pública, por lo que taurinos y antitaurinos tienen derechos sobre ella. Adicionalmente, Quintero no recibió ninguna programación cultural paga, como sí es el caso de Claudia, quien además tendrá que garantizar la seguridad de los aficionados que asisten a las corridas. 

Por ahora, la propuesta de la mandataria consiste en hacer una "fiesta no brava". Se trata de una jornada cultural paralela para desincentivar la tauramaquia y permitir que los animalistas se puedan manifestar en contra de esta actividad de forma pacífica y legítima. La agenda irá durante los seis domingos siguientes e incluyen presentaciones alrededor de la Santamaría por parte de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, conciertos en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán; recorridos; talleres; conversaciones; y una exposición permanente del Museo de Bogotá. También habrá proyecciones en la Cinemateca de Bogotá y diferentes actos culturales en todas las bibliotecas públicas de la ciudad.

La alcaldesa indicó que apoyará el proyecto de acuerdo de la concejala Andrea Padilla, quien busca desincentivar las prácticas taurinas, aumentando los costos de la realización de las corridas y exigiendo mayores  condiciones a sus organizadores. 

Este proyecto incluye una obligación de que se reserve el 30 por ciento del espacio de la publicidad del evento para informar del sufrimiento animal. "También pediremos a la bancada verde en el Congreso de la República que legisle de fondo sobre la materia y apoye la prohibición de las corridas de toros en todo el país”, indicó la la mandataria.

Prohibido consumo de licor dentro y fuera de la Santamaría

Algunas medidas que ya se tomaron es que se prohibirá el consumo de licor dentro y en los alrededores de la plaza. Así mismo, estará prohibido el ingreso a los niños menores de 7 años durante la temporada taurina 2020 en Bogotá. Y se reducirá el perímetro que antes se utilizaba para el cerramiento alrededor de la plaza.