NACIÓN
Palacio de Justicia: nuevo testimonio señala que en la U Nacional no hay restos de los desaparecidos
De eso da cuenta el testimonio de Carlos Valdés, actual director de Medicina Legal, quien coordinó en 1998 la exhumación de los cuerpos encontrados en una fosa del cementerio del sur. Según él, todos pasaron por pruebas de ADN.
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Carlos Valdés (director de Medicina Legal) recibió en 1996, cuando se desempeñaba como jefe de la división de criminalística de la Fiscalía, la solicitud de un juzgado que le pedía exhumar los cuerpos que se hallaban en una fosa en el cementerio del sur. El propósito era identificar allí posibles víctimas del holocausto del Palacio de Justicia (6 y 7 de noviembre del 1985).
Pasaron dos años antes de que el trabajo comenzara. El doctor Valdés y su equipo tenían antes que estudiar el caso, analizar el expediente, verificar la zona y estar seguros de que la fosa en donde se haría la exhumación fuera la única. No había lugar a errores. Por eso, solo a finales de enero de 1998 empezaron labores.
"Yo era el encargado de coordinar al equipo, que estaba conformado por antropólogos, médicos, odontólogos, fotógrafos (...) se convocó a la secretaria de salud del Distrito (para limpiar la zona, para desratizar el lugar) y, entre otros, a Ingeominas (para analizar el terreno)", contó Valdés en el primer testimonio que da por este caso. Lo hizo ante el juzgado 55 penal en la mañana de este jueves.
La labor de exhumación contó con la asesoría de dos universidades españolas, ante el pedido de Valdés. Durante el proceso se identificaron los cuerpos de 90 adultos y se estableció que la fosa (única en el cementerio) estuvo abierta desde septiembre de 1985 hasta enero de 1986. "Periodo dentro del que se dieron los hechos del Palacio de Justicia y la tragedia de Armero", recordó el actual director de Medicina Legal.
Los restos los dividieron en tres grupos: adultos, menores y fragmentos. "Con una diferencia de pocos días ocurrió lo del Palacio y la tragedia de Armero. A Bogotá llegaron de allí muchas personas heridas, algunas con gangrena, por lo que les amputaron partes de sus cuerpos, que terminaron en esa fosa", dijo Valdés.
Los dos grandes hallazgos, según el director de Medina Legal, fueron un número de cuerpos con características de incineración y fragmentos de vidrios blindados. Lo que, cuenta, hacía pensar que podrían corresponder a desparecidos del Palacio de Justicia. "Nos concentramos en los 28 cuerpos que tenían muestras de incineración y de vidrio. Eran los que tenían mayor posibilidad de ser las víctimas del Palacio por esas circunstancias", declaró.
Valdés no recordó, ante la pregunta del juez, cuántos de los cuerpos encontrados fueron entregados a la Universidad Nacional, pero sí fue claro en decir que a todos se les hizo la prueba genética de ADN. Ninguno correspondió a las personas desparecidas del Palacio de Justicia.
El informe al que hizo referencia Valdés es uno de los tres que se han hecho para verificar el ADN de los restos hallados. Ninguno ha coincidido con los desaparecidos.
Para el abogado de las víctimas, Jorge Molano, el testimonio de Valdés, que se escucha por primera vez, da cuenta de cómo aparte de la fosa del cementerio del sur no hubo otro lugar a donde pudieran haber sido llevados víctimas de los hechos del Palacio de Justicia. "Las exhumaciones se hicieron de forma legal y con veeduría internacional. Además, se realizaron a todos los restos pruebas de ADN. Los desaparecidos siguen desaparecidos", señaló Molano.
Esto desvirtuaría lo que la defensa de algunos militares involucrados en el proceso ha argumentado en el proceso: que entre aquellos cuerpos sin identificar podrían estar algunos o la totalidad de los once desaparecidos.
Por eso, la búsqueda continúa. O por lo menos, eso es lo que recomienda la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que pidió a Colombia emprender acciones efectivas y ágiles con el fin de buscar los cuerpos y lograr la completa identificación de las 11 personas declaradas como desaparecidas en la toma del Palacio de Justicia.
Para la Comisión, existen varias irregularidades por parte de los organismos colombianos en la búsqueda de verdad, justicia y reparación de las víctimas del llamado Holocausto del Palacio de Justicia, principalmente en el caso de los desaparecidos: siete trabajadores de la cafetería, tres visitantes ocasionales y la guerrillera Irma Franco.