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El almirante Gabriel Arango, director de los Juegos en Colombia, habló con SEMANA sobre las inversiones hechas en Cartagena por más de 180.000 millones de pesos para este evento. A su espalda, el nuevo Coliseo de combate y gimnasia

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Prueba contrarreloj

A menos de un mes de los XX Juegos Centroamericanos y del Caribe, hay convulsión en Cartagena y expectativa porque se cumpla con todos los escenarios deportivos.

17 de junio de 2006

Un 'ejército' de obreros y volquetas ha invado las calles de los populosos barrios de Chiquinquirá y Olaya Herrera, y del sector suroriental de Cartagena, unos de los lugares con más miseria de esta ciudad. La razón es que este vecindario será el anfitrión de los XX Juegos Centroamericanos y del Caribe que comienzan el próximo 15 de julio.

La labor no ha sido fácil. Por años esta zona estuvo abandonada. Existían algunos edificios deportivos como el Estadio de béisbol 11 de noviembre, con sus graderías destrozadas, y el de fútbol, el Pedro de Heredia, tristemente célebre porque en los recesos los jugadores no entraban a los camerinos, por el penetrante olor a orines. Hoy las cosas son a otro precio. Luego de una inversión superior a los 180.000 millones de pesos que se destinaron para la construcción de cinco escenarios nuevos y la rehabilitación de 11 existentes, le está cambiando la cara a este sector.

Entre los escenarios nuevos más destacados están el Coliseo de Deportes de Combate y Gimnasia, el Parque de Atletismo y el Complejo Acuático. Cuando sean certificados por las organizaciones mundiales de cada deporte, serán válidas las marcas mundiales que allí se logren.

Las obras también incluyeron la construcción de la primera etapa de la llamada Vía Perimetral, una vía de 3,5 kilómetros de largo con alameda y ciclovía en el contorno de la Ciénaga de la Virgen. Su importancia no es sólo por lo que va a significar en la movilidad de esta zona de la ciudad y en su futura conexión con la Vía al Mar, sino que, en términos ambientales, es clave para la recuperación de la Ciénaga. Este cuerpo de agua había perdido cientos de metros por el crecimiento de las invasiones, que la tenían convertida en un muladar. El proyecto total es de 14 kilómetros.

En otros puntos de la ciudad se recuperaron edificios como el Coliseo de boxeo Bernardo Caraballo y el Gimnasio de pesas Chico de Hierro. Se construyeron en predios de la Armada Nacional varios edificios que, junto a otros en Barranquilla, servirán de sede a los 6.000 deportistas que participarán en el certamen. A este volumen de gente se le suman 4.000 personas más, entre delegaciones, visitantes y prensa.

El liderazgo del proyecto ha estado en cabeza del gobierno nacional a través de Coldeportes y Fonade. Ha sido un gran esfuerzo para las directivas de estas entidades y del almirante Gabriel Arango, director de la Escuela Naval y quien es el director general de los juegos, tanto que la presión de tener las obras a tiempo los 'ha mandado a la lona' -con exigencia médica de reposo incluida- en más de una oportunidad. También ha sido clave el respaldo de la Gobernación de Bolívar y la reciente colaboración de la Alcaldía de esta ciudad.

La designación de Cartagena como sede de los Juegos se conoció hace cinco años, un plazo razonable para lo que había que hacer. Por eso no se entiende cómo es que en este punto exista tanta premura. Aun así, es innegable la labor hecha. SEMANA visitó las obras y entrevistó al almirante Arango para revisar lo realizado hasta el momento:

SEMANA: ¿Es cierto que al gobierno le tocó nombrar a un almirante para que pusiera orden en un proyecto que parecía que se salía de madre en medio de la desidia local?

GABRIEL ARANGO: No sé cómo se llegó a la designación. A mí también me tomó por sorpresa. Hace un año estaba en el exterior cuando recibí la orden del Presidente de estar al frente de este proyecto las 24 horas del día.

SEMANA: A menos de un mes, ¿si cree que alcancen a estar todas las obras listas?

G.A.: Todas las prácticas deportivas se van a poder realizar sin problema. A fin de mes estará el 95 por ciento de los trabajos y luego tendremos unos días más de ajustes.

SEMANA: ¿Qué ocasionó más retrasos?

G.A.: No conozco detalles de los antecedentes. Cuando llegué se tuvo que diseñar un plan de choque, pues hubo que construir algunos escenarios desde cero en pocos meses. Hay proyectos donde tocó trabajar en tres turnos. Además, las obras coincidieron con un boom de la construcción en la ciudad, lo que dificultó conseguir mano de obra calificada, que se tuvo que traer de otros lados. La gente ha respondido y el esfuerzo ha valido la pena, tanto que la organización internacional de los Juegos ha quedado sorprendida.

SEMANA: ¿Cuál ha sido el impacto social de un proyecto como este?

G.A.: Me dicen que cuando Gabo visitó la Vía Perimetral, le dijo al Presidente que por fin se estaba enriqueciendo a los más pobres. Allí le está cambiando la vida a la gente, a los niños que ahora pueden salir a jugar en un lugar limpio. Además, por varios meses se va a financiar a la gente para que con un banco de materiales le hagan mejoras a sus casas. Muchos de ellos han sido trabajadores en las obras y entre todos ayudan a cuidar para que no se roben las cosas.

SEMANA: ¿Cuál es la importancia de este certamen en un lugar como Cartagena?

G.A.: De acá va a nacer una nueva generación deportiva en un lugar con mucha necesidad. A la ciudad le va a quedar una infraestructura de lo mejor que tiene el país.
 
SEMANA: ¿No le da susto con lo que pueda pasar luego con estos escenarios?

G.A.: Las obras van a quedar como patrimonio de la ciudad. Ya el Concejo aprobó parte del dinero de los impuestos para garantizar que se vaya a continuar con el mantenimiento de los proyectos. Eso es bueno, pero se necesita buscar más respaldo.

SEMANA: ¿Y cómo ve el compromiso local para que las cosas estén listas para la fecha?

G.A.: Total. El Alcalde ha dado instrucciones para tener la ciudad como una tacita de plata. Hasta se espera que algunas obras del TransCaribe se alcancen a terminar. La idea es que todo luzca limpio y de la mejor forma.