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POLÍTICA

¿Con Santos se acabaría la reelección?

Los partidos políticos se dieron cuenta de los efectos nocivos de la reelección. Ahora coinciden en acabarla.

3 de febrero de 2014

Aunque no la tiene nada fácil, Juan Manuel Santos podría ser el segundo presidente de la República en reelegirse de forma inmediata. Pero, de conseguirlo, también pasaría a la historia por ser el último mandatario en ejercicio al que se le permitió prolongar su mandato.
 
Todo estaría en manos de los partidos políticos tradicionales, los mismos que en el año 2004 decidieron meterle mano a la Constitución y modificar un articulito para beneficiar a Álvaro Uribe Vélez.
 
En ese entonces, con el argumento de que se fortalecería la democracia y de que los gobernantes que hicieran bien su gestión deberían ser premiados con la prórroga de su mandato, siempre y cuando los ciudadanos así lo decidieran.
 
Pero después de 10 años de haber sido aprobada la reelección, los partidos políticos empiezan a creer que se equivocaron. Los conservadores, que fueron determinantes para aprobarla (dos de sus congresistas fueron condenados por recibir dádivas para votar a favor), anunciaron en su polémica convención de la semana pasada que no están dispuestos a jugarle más a esta figura.
 
Ómar Yepes, presidente del partido, dijo en su discurso que la reelección presidencial inmediata “se debe revisar”. “Si bien esta asegura la continuación y la instrumentación de las políticas, trae como efectos negativos la preocupación reeleccionista con pérdida de independencia gubernamental y el aprovechamiento del poder que pone en desventaja a los adversarios”.
 
Para los conservadores la reelección presidencial ha sido “fuente de discordia política” y “distrae al mandatario por su afán de reelegirse”. Por eso dice que el partido, en el próximo Congreso insistirá en acabar la reelección y a cambio aumentar el período presidencial a cinco años. “Así, el gobernante tendrá tiempo suficiente para planear y consolidar su programa de gobierno y evitará distracciones en sus oficios administrativos”.
 
Incluso, el senador Juan Mario Laserna considera que la crisis de los partidos políticos se agudizó por cuenta de la figura de la reelección. “La reelección corrompe las instituciones como los partidos políticos porque oponerse a un gobierno es sumamente difícil. Pasamos de un régimen presidencial de cuatro años a uno de ocho. La reelección es un elemento que estructuralmente perjudica la democracia”.
 
El Partido de La U, que hace apenas un lustro estaba promoviendo prolongar la reelección, también cambió de postura, y ahora impulsa la idea de acabar la figura pero ampliar el periodo presidencial a seis años.
 
Roy Barreras, presidente del Centro de Pensamiento del Partido de La U, y quien precisamente salió expulsado de Cambio Radical por apoyar el referendo para la segunda reelección de Uribe, considera que con presidentes de seis años de ejercicio estarían dedicados a gobernar con periodos más razonables de gestión y sin la tentación reeleccionista que desvía la atención y los esfuerzos del mandatario.

El liberal Juan Fernando Cristo votó en contra de la reforma de la reelección inmediata en el 2004, cuatro años después también se opuso a la segunda reelección, pero en el 2011 cambió de postura y votó en contra del proyecto que buscaba acabar con la reelección.
 
Ahora cuando su partido está jugado con la reelección de Juan Manuel Santos, Cristo dice que hay que hacer una reforma que elimine la reelección. Coincide con La U en que el período se debe ampliar a seis años. “La reelección ha demostrado que no es conveniente ni sana para el país, le hace mucho daño a la democracia”.
 
Antonio Navarro era senador del Polo Democrático cuando se aprobó la reelección. Se opuso desde el principio, pero fue derrotado por la coalición de gobierno de Uribe. Advirtió el desequilibrio que generaría la reelección. Hoy, como candidato al Senado de la Alianza Verde, su postura se mantiene y propone que el período presidencial se amplíe a cinco años.
 
El Centro Democrático no se ha pronunciado frente a este debate. Uribe, su máximo líder, fue quien promovió la reelección, el primero en beneficiarse y cuya corriente impulsó la segunda reelección. De los uribistas se ha dicho que en un escenario de asamblea constituyente podrían impulsar la reelección indefinida.
 
El partido Cambio Radical apoyó la reelección. En el 2004 el entonces senador Germán Vargas Lleras era uno de los socios políticos de Álvaro Uribe. En el 2008 se opuso a la segunda reelección. De momento se desconoce su postura, quizá porque su jefe natural es uno de los presidenciables, y eventualmente se podría beneficiar de esta figura.

Pero el ambiente para acabar con la reelección crece entre los partidos políticos. Tendrá la palabra el próximo Congreso, que será el de las reformas para el posconflicto. Por eso Juan Manuel Santos podría ser el último presidente en beneficiarse de la reelección.