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En la Universidad de Antioquia, los edificios de la antigua Escuela de Derecho y de la Facultad de Medicina, fueron restaurados para su conservación.
En la Universidad de Antioquia, los edificios de la antigua Escuela de Derecho y de la Facultad de Medicina, fueron restaurados para su conservación. Foto: cortesía Universidad de Antioquia. | Foto: Juan Sebastián Saldarriaga

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Detonación de papas bomba y denuncias de violencia sexual: panorama en la Universidad de Antioquia

La Gobernación pidió acelerar las investigaciones que está adelantando la institución de educación superior.

9 de agosto de 2022

Un grupo de manifestantes tuvo en alerta a las directivas de la Universidad de Antioquia por una serie de papas bomba que fueron activadas dentro del campus académico. Durante la mañana de este martes (9 de agosto) se escucharon varios estruendos y se vieron afectaciones en el mobiliario de la sede central, enmarcados en rechazo por presuntos casos de abuso sexual.

Si bien está vigente la alteración de orden público, no se ha ordenado la evacuación de la comunidad estudiantil ni del personal administrativo. Además, contrario a lo que ha ocurrido en otras oportunidades, el sistema de transporte masivo del Valle de Aburrá opera con normalidad a pesar de los incidentes.

“Se levanta alerta amarilla y alerta naranja en ciudad universitaria. Actividades académicas, administrativas, culturales y deportivas en completa normalidad”, respondió la Universidad ante las dudas por la continuidad de las labores.

En imágenes registradas en redes sociales se observaron a los protagonistas del caos: un grupo de encapuchados que, supuestamente, utilizó los artefactos explosivos artesanales para respaldar las denuncias que se han emitido sobre presuntos actos de violencia sexual en la Facultad de Derecho de la UdeA y en otra unidad de enseñanza.

Uno de los hechos que marcó tendencia fue la vandalización de los torniquetes que están ubicados en una de las entradas del campus, bloqueando el ingreso de los alumnos que esperaban tomar las clases antes del mediodía. Sin embargo, tomaron más fuerza los mensajes de apoyo a las mujeres que están denunciando acoso.

Los casos que han sido alertados dan cuenta que, supuestamente, algunos profesores habrían utilizado sus cargos para sobrepasarse con las alumnas de pregrado. Eso se habría repetido en 59 ocasiones el año pasado, de acuerdo con las advertencias que se han recibido desde el interior de la Universidad de Antioquia.

La Dirección de Bienestar Universitario aseguró que no tenía conocimiento de las quejas que vinculan directamente una lista de nombres propios como presuntos agresores. En ese sentido, acogió las denuncias e inició una investigación disciplinaria con fines sancionatorios contra los docentes señalados que no tenían antecedentes de violencia.

En dado caso de que se expongan comportamientos penales por parte de los funcionarios de la UdeA, el asunto sería resorte de la Fiscalía General de la Nación. Sin embargo, la insistencia de los manifestantes es que la rectoría retire del cargo a las personas que están vinculadas al proceso.

Ante las dudas que se sembraron por el procedimiento que le dio la institución de educación superior a las denuncias, la Secretaría de las Mujeres de Antioquia ofreció los canales oficiales de esa entidad para tramitar las quejas de las víctimas. De igual manera, desde la Gobernación se pidió celeridad en las investigaciones.

“Hemos recibido demasiadas denuncias de acoso en la Facultad de Derecho de la Universidad de Antioquia. Cada vez hay más reportes en redes sociales, manifestaciones o en lo que estamos. ¡Queremos espacios seguros para todas! A las estudiantes, no están solas. Todas esperamos un pronunciamiento de fondo por parte de las directivas de la Universidad”, afirmó la secretaria de las Mujeres del departamento, Natalia Velásquez Osorio.

Con base en las estadísticas del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, en el primer semestre del año se atendieron 4.933 denuncias por violencias de género, intrafamiliares e intrapersonales. En la lista de víctimas figuran hombres y mujeres de todas las edades. No obstante, este último grupo es el blanco de las afectaciones propinadas por el género masculino.