Clara María Ochoa y Cruz Elena Palacio

MUJERES

La creadora de ideas y Tejer una nueva vida

Clara María Ochoa, Presidenta y Productora Creativa de CMO Producciones; y Cruz Elena Palacio, Directora de la Fundación Bordado a Mano.

7 de marzo de 2015

La creadora de ideas

Clara María Ochoa, Presidenta y Productora Creativa de CMO Producciones.

Películas como Bolívar soy yo (2002), Soñar no cuesta nada (2006), Del amor y otros demonios (2010) y, próximamente, Siempreviva (2015) –inspirada en la toma del Palacio de Justicia–, entre muchas otras, tienen el sello de esta comunicadora social caleña egresada de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y especialista en realización de cine y televisión. Hace 15 años creó CMO, una productora que le ha permitido contar historias de conflictos universales “que superan la ficción y contribuyen a la memoria histórica del país. Tal es el caso de Como el gato y el ratón (2002), película grabada en Altos de Cazucá, en Ciudad Bolívar, que permitió un diálogo entre paramilitares y guerrilleros durante los días del rodaje. Clara María, reconocida también  por ser una de las mujeres más importantes en la industria cinematográfica colombiana, confiesa que tiene una responsabilidad enorme; por eso no busca que su productora crezca sino tener el tiempo suficiente para cada uno de sus trabajos.

Tejer una nueva vida

Cruz Elena Palacio, Directora de la Fundación Bordado a Mano.

Cuarenta y cinco meses, casi cuatro años. Ese fue el tiempo que Cruz Elena Palacio pasó en la cárcel por un delito que no cometió. Trabajaba en el Fondo de Empleados del municipio de Medellín y firmó –sin pleno conocimiento- un documento que la implicó en un caso de lavado de activos. Al cabo de unos meses terminó presa en un patio con otras 120 reclusas, a la espera de del veredicto de un juez. Allí conoció a mujeres con ganas de seguir adelante, mucho talento y pocas oportunidades. “Muchas se equivocaron, con otras la justicia se equivocó, pero todas merecen una segunda oportunidad”, cuenta. Cruz Elena fue declarada inocente y el mismo día en que recuperó la libertad, el 19 de febrero del 2010, creó la fundación Bordado a Mano. Desde entonces les enseña a bordar a las internas de El Pedregal en Antioquia para que aprendan un oficio que les genere algún ingreso. También tiene un taller para las mujeres que acaban de salir de la cárcel donde ofrece empleo y capacitación en el bordado de pijamas, individuales y toallas, y la fabricación de cerraduras para puertas y artículos de bisutería. Su meta es que esas mujeres tengan una segunda oportunidad, la de trabajar en un negocio legal sin ser señaladas por sus colegas.