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columna del lector

Como perros

David Rodríguez, lector de SEMANA.COM, asegura que los colombianos deben sentirse así por cuenta del 'reggaeton' y los 'realities'.

David F. Rodríguez
3 de julio de 2005

No es más que encender el equipo de sonido, y reconocer fácilmente un ritmo que en la gran mayoría de las emisoras suena: reggaeton. Esta música, si así se le puede llamar, es la que cuenta con mayor raiting hoy día en los jóvenes. Desafortunadamente es la que está formando a esta generación.

Más de uno la odia y desprotrica del género. Pero nunca pensé oir hacerlo a un sacerdote, que aparentemente andan desconectados y desactualizados.

El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, Arzobispo de Santo Domingo, señaló durante una conferencia sobre ética en las comunicaciones organizada por el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (INDOTEL), que los seres humanos no han nacido para ejecutar bailes que son "para perros".

El Purpurado criticó específicamente el reggaeton, pues consideró que las creaciones del género no son "las mejores expresiones de arte e inspiración".

En cuanto al denominado "perreo", un movimiento de contacto que a duras penas se puede llamar baile, y con el que se acompaña la música del reggaetón, el cardenal dijo que "está muy de moda, pero yo creo que entre los humanos no pega".

"Hay que dejar el 'perreo' a los perros", agregó el Cardenal. "Nunca el ser humano ha tenido pretensión de ser perro. Por consiguiente establezcamos una diferencia clara y categórica entre una cosa y otra", destacó.

El Cardenal también criticó la manera como la televisión viene promoviendo la práctica homosexual como algo "normal", mostrándolos en programas "con tanto desenfado".

"Ya tenemos muchas cosas desagradables que ver (en la televisión) como para que también tengamos que tolerar este tipo de cosas", concluyó.

El mundo actual se mueve dentro de comportamientos aún no explicables para una sociedad que se dice ser supuestamente avanzada y razonal. Sin embargo los jóvenes, que son quienes mas razonan y cuestionan a la fe, permiten que sus espacios de entretenimiento, "rumba", se conviertan en una ofensa a ellos mismos, o en este caso a nosotros mismos. "No me puedo excluir de este grupo", nos tratan como si fuéramos animales y ni eso, por que existen instituciones gubernamentales y no gubernamentales para la protección de estos.

Pero en ningún momento se ven jóvenes que defiendan su dignidad. Por el contrario, los programas radiales con alto contenido sexual y los realities, ambos con un contenido altamente vacío, dejaría pensando a muchos sobre nuestro nivel de raciocinio. ¿Nos ofrecen lo que somos, o por el contrario, nos tratan como si fuéramos una población estancada, títeres, que no somos capaces de sacudirnos y rechazar dichas propuestas?

Yo aún sigo creyendo que somos capaces e inteligentes y algo de valor nos queda para no dejarnos engañar sobre lo que en verdad somos.

Se claramente que los jóvenes buscamos espacios para construir identidades. De hecho, apoyo dichos espacios, pues son una búsqueda propia del joven, son políticas no institucionalizadas, la inquietud, los acompaña siempre y es algo positivo mientras se encuentre una canalización correcta de esta.

Pero también creo que los medios de comunicación deben darnos propuestas que nos construyan, sin desvirtuar lo que en realidad somos, jóvenes, no animales de masas. Queremos música que demuestre que valemos como personas, no como objetos de un medio sexual.