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temporada taurina

Una oreja cortada por Camacho a un buen encierro de Mondoñedo

Con toros bien presentados de don Fermín Sanz de Santamaría, aunque se rajaron al final, se dio inicio a la temporada taurina en Bogotá.

Hernán Miranda Torres
23 de enero de 2005

Con algo más de media entrada y con tarde soleada, se dio inicio al ciclo de seis corridas en la Plaza de Santamaría, en la cual el diestro de Sogamoso, César Camacho, cortó la única oreja de la tarde a un bien presentado encierro de Mondoñedo, que infortunadamente después de la pica, se rajó buscando las tablas, con excepción del cuarto de la tarde, que fue bravo, con fijeza, pero sobre todo con una embestida clara, metiendo la cara, a veces haciendo el 'avión', y que algunos de los aficionados le pidieron el indulto.

César Camacho

Con cerca de 15 años de alternativa, Camacho llega muy dispuesto a la plaza. Con entrega, con ganas, con ilusión. Sin embargo, cierta parte de los aficionados lo chiflaron, injustamente, cuando lidiaba el primero de la tarde, un toro que se rajó y al que era difícil interpretar el toreo bueno. Y a su segundo -el mejor de la tarde- al que le hubiera podido cortar las dos orejas y salir por la puerta grande, sólo quedó en una, por demorarse con la espada y alargar la faena, buscando el indulto. No obstante, colocó unas banderillas al violín y al quiebro, que fueron muy aplaudidas. Con la muleta, alcanzó a ligar unos muy buenos naturales con la mano derecha que tuvieron empaque y arte. Y como dijimos al principio de esta crónica si mata a tiempo, otro gallo hubiera cantado.

Cristóbal Pardo

Había mucha expectativa por ver a este torero caldense que hizo muy buena campaña en provincia. Y en realidad se le vio con mucho sitio, toreando con lentitud, pero sus oponentes no le colaboraron y después de bregar y bregar y como estuvo demorado con la espada, todo quedó en unas tibias palmas.

Ramsés

No contó con buena suerte este joven y espigado diestro bogotano. A su primero le instrumentó buenas series con ambas manos, pero como el toro no 'transmitía', es decir no llegaba con emoción a los tendidos, todo se fue diluyendo. Eso sí entró a matar de verdad, echándose encima de los lomos del toro. Y en segundos éste cayó sin puntilla. Al sexto de la tarde, un toro mal hecho, fue muy poco lo que pudo lucir, por lo que todo quedó en unas cuantas palmas.

El domingo

Corrida de rejones para los españoles Andy Cartagena, Diego Ventura y el colombiano Juan Rafael Restrepo, con toros de Orbes.