Artesanos de la vida

En el residencial barrio Siboney de La Habana, Cuba, se levanta una estructura espaciosa de cinco edificios. Todos son clínicas del Centro Internacional de Restauración Neurológica, Ciren. En la entrada del más grande aparece una frase: "Somos los artesanos de la vida".

Así se definen los más de 100 científicos que trabajan en este centro asistencial que se ha convertido en uno de los más avanzados en el tratamiento de enfermedades neurológicas en el mundo. Publicaciones especializadas como Brain and Mind y la American Scientist ratifican ese prestigio.

La semana pasada, Julián Alvarez, director del Ciren desde hace más de cinco años, y el neurólogo Lázaro Alvarez, estuvieron en Colombia evaluando a más de 150 pacientes de manera gratuita, a quienes se les abre la posibilidad de acceder al tratamiento especializado que ofrecen en Cuba.

El tratamiento es integral y dura alrededor de un mes. Combina la atención por parte de neurólogos, terapistas y siquiatras. En contraste con otras técnicas, los resultados de este tratamiento en enfermedades neurológicas es permanente.

Esa posibilidad está aún más cerca si se tiene en cuenta que Lina Moreno, esposa del presidente Alvaro Uribe Vélez, ha estado en los últimos meses en conversaciones con altos funcionarios cubanos para desarrollar un centro similar al Ciren en Colombia.

Aunque las conversaciones aún están empezando, el director general del organismo cubano se muestra optimista respecto a la posibilidad de que en unos cinco años un centro de este tipo esté funcionando en Colombia.

Por ahora, la primera parte del acuerdo contemplaría la posibilidad de que médicos y profesores de educación física colombianos reciban entrenamiento y capacitación en la terapia multidisciplinaria desarrollada por los cubanos.

Una de las ventajas de Cuba en este tipo de atención médica es que su costo es al menos 4.000 dólares más barato que en otros países como Estados Unidos. Además la Isla cuenta con abundancia de médicos especialistas altamente educados en neurología.

Uno de los avances más destacados del Ciren es el descubrimiento de un nuevo tratamiento para tratar el mal de Parkinson, cuyo resultado es devolverles a los pacientes más del 70 por ciento de su capacidad funcional. El procedimiento está basado en la cauterización de ambos lados del subtálamo -que es la parte del cerebro que ayuda a coordinar la mayoría de movimientos básicos- quemando algunos neurotransmisores hiperactivos causantes del temblor y la rigidez características del mal.

Otros tratamientos relacionados con la parálisis cerebral y más de 900 pacientes extranjeros tratados por año avalan la experiencia del Ciren en el tratamiento de ese tipo de enfermedades. Su llegada al país abre la compuerta para que muchos colombianos también puedan beneficiarse de su reconocido prestigio.