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El Dorado contemporáneo

Hace tres años, la artista colombiana Leila Ali realizó su propia versión plástica del suceso de los soldados y los millones de las Farc.

Olga Lucía Lozano
15 de junio de 2006

Cuando en 2003, varios militares colombianos encontraron en Caquetá miles de millones de pesos en las caletas de las Farc, Leila Ali encontró entre el llamado caso de la Guaca y la ancestral leyenda de El Dorado ciertas similitudes.

Según su lectura, en ese encuentro fortuito que le cambió la vida a 147 militares colombianos y se convirtió en escándalo nacional, había una referencia indirecta a una sociedad que por siglos ha alimentado leyendas sobre tesoros escondidos. Sólo que en el país contemporáneo y, dada la situación real de Colombia, personajes míticos y/o fantásticos han sido reemplazados por narcotraficantes o grupos al margen de la ley que amasan millones y millones de dólares al año y emplean el territorio nacional como caja fuerte.

Ya en el pasado, los rumores y relatos sobre canecas repletas de dinero pertenecientes a capos como el desaparecido Gacha, llevaron a los colombianos al éxtasis. Se tejieron tantas historias, verídicas y no, en torno a la riqueza casi obscena de los reyes de la droga, que aún se escuchan narraciones sobre dólares flotantes en los ríos cercanos a las propiedades de los jefes de la mafia o posibles ubicaciones del dinero que aún no deben haber encontrado las autoridades.

En este contexto, lo ocurrido con los soldados fue para Ali una señal más de como en el territorio colombiano los tesoros han sido puestos allí, en los tiempos actuales, por personajes menos heroicos o divinos, y por razones que nada tienen que ver con los rituales de nuestros antecesores. Así las cosas, las caletas de las Farc son en su propuesta una versión bastante triste e irónica de El Dorado y su inmensa opulencia.

La obra de Leila Ali, llamada El Dorado, está compuesta por tres piezas que atan esos dos lugares y esos dos momentos. Semana.com la presenta ahora, cuando se desarrolla el juicio contra los militares que realizaron el hallazgo y se apropiaron de al menos 40 mil millones de pesos.