Home

On Line

Artículo

Un grupo de campesinos voluntarios durante la exhumación de los cuerpos que se hizo con la participación de Álvaro Leyva, la persona elegida por las Farc para poder entregar los cuerpos.

INVESTIGACIÓN

Los diputados del Valle fueron asesinados con 95 disparos de fusil AK – 47, el arma usada por las Farc

El informe oficial de un equipo de investigadores de la Fiscalía determinó que los legisladores fueron muertos con tiros hechos por la espalda y cuando los secuestrados recién se habían bañado. Probablemente estaban desnudos.

28 de noviembre de 2007

La Fiscalía General de la Nación reveló apartes de un cuidadoso informe elaborado por personal especializado del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) que busca aclarar las circunstancias en las que murieron los 11 diputados del Valle que estaban secuestrados por las Farc. El equipo de investigadores llegó hasta el sitio en donde fueron dejados los cuerpos y después de cotejar varias pruebas científicas, de estudiar detalles en esta escena y de sumarlos a los estudios forenses se concluyó que los diputados no murieron en un fuego cruzado. “Con estos elementos se puede concluir que la autoría del múltiple homicidios es responsabilidad absoluta de las Farc”, aseguró el fiscal general de la Nación, Mario Iguarán.

El funcionario también contó que quedó en claro que los legisladores del Valle no murieron en combate con el Ejército, ya que las proyectiles encontrados en su cuerpo corresponden a armas distintas a las oficiales. Los diputados del Valle fueron asesinados con 95 disparos de fusil AK–47, un arma en la gran mayoría de los casos usada por las Farc. Se trata de la misma que portan los jóvenes guerrilleros que rodean a los secuestrados en las fotos cuando han sido enviadas pruebas de vida o del mismo modelo de arma que exhiben los insurgentes cuando sus comandantes han dado entrevistas o se han dejado fotografiar.

La Fiscalía General de la Nación determinó, además, que los 11 ex diputados del Valle fueron asesinados por impactos dados por la espalda. Además se concluyó –por rastros de jabón y crema dental– que probablemente estos fueron muertos cuando recién se estaban aseando o probablemente se bañaban. No hay jirones de ropa en la mayoría de los casos por lo que es de suponer que pudieron haber sido muertos cuando aún estaban desnudos.

El documento preparado por el CTI señala que el 66 por ciento de los impactos fue recibido por la espalda, y se señala que al parecer, en el momento del ataque, los dirigentes políticos vallecaucanos estaban agachados.

Caracol Radio informó que de acuerdo con el peritazgo de las autoridades, el cuerpo que menos impactos recibió fue víctima de cinco balazos, mientras que el más afectado recibió 14.
La Fiscalía determinó que los ex diputados no fueron asesinados en el mismo sitio donde fueron sepultados, sino que fueron trasladados por los guerrilleros de las Farc.

De igual manera, el CTI señala que de acuerdo con las informaciones compiladas en el terreno, no se puede deducir que no fue una masacre, pero tampoco se puede concluir que hubo fuego cruzado.
El documento advierte que los disparos recibidos por los 11 ex diputados del Valle del Cauca no fueron hechos a quemarropa, ni tampoco a unas largas distancias.

Por su parte, la directora del CTI, Marilú Méndez, indicó en La FM que el informe forense sobre los cadáveres de los diputados vallecaucanos asesinados cuando se encontraban secuestrados por las Farc, definitivamente no señala que hayan muerto durante un combate entre la guerrilla y tropas del Ejército Nacional.

La funcionaria judicial, reiteró que el informe muestra que la mayoría de los disparos mortales estaban ubicados en la espalda de las víctimas. Sin embargo, explicó que en la escena del crimen no hay señales de ajusticiamiento y que los disparos por la espalda pueden tener varias interpretaciones. 

Marilú Méndez explicó que el informe orientará a la autoridad judicial para formular su teoría jurídica y realizar las inculpaciones correspondientes.

El secuestro

Como se recordará, en medio de un operativo cinematográfico, las Farc secuestraron a los 12 diputados en la misma sede de la asamblea del Valle del Cauca, el 11 de abril de 2002.

En ese golpe desarrollado por un comando guerrillero disfrazado de militares, fueron plagiados en forma colectiva los asambleístas Juan Carlos Narváez, Jairo Hoyos, Alberto Quintero, Edison Pérez, Héctor Fabio Arizmendi, Javier Giraldo, Ramiro Echeverri, Rufino Varela, Carlos Charry, Carlos Barragán, Nacianceno Orozco y Sigifredo López. Los insurgentes ingresaron a la Duma simulando la evacuación del edificio ante la supuesta amenaza de una bomba; con ese pretexto desarrollaron con éxito el plagio.

Desde entonces y con un botín canjeable conformado por al menos 60 personalidades, entre ellos los diputados, la agrupación guerrillera se dedicó a presionar al gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez, condicionando la liberación de los secuestrados a un intercambio humanitario consistente en la ex carcelación de centenares de rebeldes.

No obstante, dicho proceso por naturaleza traumático, sufrió un duro revés el pasado 18 de junio, cuando el Comando Conjunto Occidente de las Farc, emitió un comunicado a través de Internet en la página de Anncol, donde anunciaban la dolorosa noticia que los asambleístas habrían muerto en medio de un intento de rescate.

“…11 diputados de la Asamblea del Valle que retuvimos en abril de 2002, murieron en medio del fuego cruzado cuando un grupo militar sin identificar hasta el momento, atacó el campamento donde se encontraban. Sobrevive el diputado Sigifredo López, quien no estaba en ese instante junto a los demás retenidos… “, dijo textualmente el comunicado en uno de sus apartes.

Tres meses después, es decir a comienzos de septiembre, finalmente las familias recibieron los cuerpos sin vida de los diputados. Entonces se inició un largo proceso para determinar las causas de la muerte. Un informe forense de la misión de la OEA fue un primer elemento que se añade ahora a este de la Fiscalía (Ver artículo: Enigma sangriento).