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Fotografía perteneciente al proyecto Hecho en Colombia de Juan Carlos Valderrama, donde se muestra como los niños en Colombia sufren el maltrato de los adultos.

¿Una ley contra los ojos morados?

El Movimiento de Mujeres y la Defensoría del Pueblo están impulsando una ley para prevenir casos de violencia contra mujeres como el recientemente ocurrido en Barranquilla.

4 de agosto de 2006

Golpizas como la propinada a Lizzeth Ochoa, por parte de su marido Rafael Dangond Lacouture, y que ha causado gran escándalo en Barranquilla, desafortunadamente ocurren todos los días en Colombia. Por eso el Movimiento de Mujeres y la Defensoría del Pueblo están impulsando una Ley para Prevenir la Violencia contra la Mujer, que ofrezca una solución integral a esta problemática.

"El caso de Lizzeth en Barranquilla es solo la punta del iceberg de una situación que ocurre todos los días bajo el silencio cómplice de un país que se niega a reconocer que sus mujeres y sus niñas están siendo víctimas de la violencia de género", dijeron en un comunicado público las mujeres que estuvieron ayer y hoy reunidas escuchando experiencias internacionales con legislaciones para prevenir la violencia contra las mujeres. 
 
"En Colombia, aproximadamente, cada seis días muere una mujer en manos de su pareja o ex pareja. Hoy ha sido maltratada una mujer y el país está conmovido. Hoy la violencia contra la mujer tiene el rostro de Lizzeth, sin embargo diariamente ésta se manifiesta en muchísimos rostros anónimos que se esconden tras la cotidianidad de un país que perpetúa la violencia al interior de las familias".

En el seminario internacional celebrado en Bogotá se escucharon testimonios de los cuales puede aprender Colombia. En España, por ejemplo, sacaron una ley que ha obligado a incluir en los currículos de los colegios conceptos de igualdad hacia las mujeres, de resolución pacífica de los conflictos, etc. La misma ley propone una acción contra medios de comunicación cuando hacen publicidad vejatoria contra las mujeres. Prevé que cuando una mujer denuncia pueda irse a un albergue.

En Colombia, las mujeres golpeadas no denuncian porque les toca irse a la casa con el agresor. Las penas por agredir a una mujer también son irrisorias. Paga más años de cárcel un estafador que alguien que desfigura a una mujer a golpes. Otro de los campos en que Colombia está muy atrasada tiene que ver con la violencia en los lugares de trabajo, donde el acoso es pan de cada día.

El movimiento que está trabajando en esta ley busca que los casos de violencia intrafamiliar vuelvan a ser conocidos por los jueces y no sólo por los comisarios de familia, que no existen en muchos municipios de Colombia. Y por último, está el grave tema de la violencia sexual. Para 2005, Medicina Legal reportó 18.474 denuncias por violencia sexual. “No representan ni el 10 por ciento de los casos que ocurren. En un documento del Instituto de Medicina Legal dicen que se denuncia una de cada 20 violaciones”, dijo a Semana.com Claudia Ramírez, directora del área jurídica de Sisma, una ONG que trabaja por los derechos humanos de las mujeres. De estas denuncias, el 84,2 por ciento de las víctimas son mujeres. Y el 70,6 por ciento son niñas entre 10 y 14 años.

Aunque las mujeres que están estudiando esta iniciativa son conscientes de que no basta una ley para cambiar un problema con tal arraigo cultural, sí consideran que es un paso importante para sensibilizar a la sociedad y para ir adoptando soluciones que cambien las vidas de las mujeres.