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Poly Lopez

OPINIÓN

Aprenda a conocerse a sí mismo para sanar sus relaciones

Usted es un ser espiritual con una experiencia humana, aunque en ocasiones sienta que es un ser humano con una experiencia espiritual.

1 de octubre de 2020

La cura para el dolor es la evolución de la consciencia

¿Yo soy esta rabia? ¿Yo soy este dolor? ¿Yo soy esta impotencia?

Cuando estamos atrapados en una relación o en una situación que nos causa dolor, es fundamental formularnos estas preguntas, las cuales cuando tomamos distancia de nosotros, nos conducirán a la comprensión de la misma.

Su trabajo personal y el de todos los seres humanos consiste en una lucha constante contra su defecto de carácter predominante, este rasgo de su personalidad es la expresión devastadora de su ego, el cual es una especie de adversario oculto, que aparece como un animal salvaje escondido detrás de su alma.

Su adversario, su ego, irrumpe en su vida sin avisar, causándole todo tipo de estragos y destruyendo sus afectos más cercanos. Encuentre en su interior dos recursos espirituales poderosos para dar esta batalla; la autoobservación y la reflexión constante, este es el camino que usted debe transitar para luchar contra este monstruo, que va teniendo más poder, si no se le domina y se le somete.

El carácter de todo hombre muestra un rasgo predominante que es el eje central sobre el cual gira su falsa personalidad, es decir su ego.

Por eso encuentre la respuesta existencial a estas preguntas dentro de su alma; ¡No! Usted no es su rabia, usted no es su dolor, usted no es su impotencia.

Si hace bien su tarea espiritual, comprenderá entonces que esa maestría profunda del alma es lograr que su ego se rinda ante su verdadero ser auténtico y genuino.

Imagínese que usted está en un zoológico, el zoológico de la vida y que usted está entre fieras hambrientas, fieras que solo quieren devorar, atacar y satisfacer sus impulsos biológicos. Esas fieras representan el ego, hay que darles alimento para calmarlas y saciarlas; el miedo, el apego, las heridas de su historia que aun sangran hoy, son ese alimento del que se nutre su ego.

Entonces como seres espirituales que atraviesan una experiencia biológica, debemos detener nuestra vida y revisar cuando estamos alimentando esa fiera salvaje que habita en nuestro interior, pues si le permitimos que tome fuerza puede llegar a destruir nuestro cuerpo y nuestro espíritu.

Si usted se comporta de cierta manera con el mundo, descúbrase entonces haciendo un scanner de sus afectos y de sus relaciones; pregúntese ¿cuál es ese defecto principal de su falsa personalidad que aparece como esa fiera salvaje y hace estragos en su vida? ¿Cuáles son esos estragos que le están causando dolor hoy?

Busque un maestro, un profesional, un experto, que le ayude a encontrar y a combatir esa fiera, pues usted solo no podrá hacerlo, esa fiera es tan hábil que se esconde en las esquinas más recónditas de su ser.

El estudio de ese defecto principal y la lucha contra este, es el sendero de evolución de la consciencia que debe recorrer cada hombre para llegar a su transformación y a su iluminación.

Examínese y busque en su personalidad expresiones de soberbia, reactividad, necesidad de aprobación y validación de los demás, envidia, engreimiento intelectual, narcisismo, perfeccionismo, prepotencia, aislamiento emocional.

Examine también sus heridas ocultas que aún están activas como: no sentirse visto o reconocido, sentirse rechazado, abandonado, descalificado, no sentirse suficiente, temor a equivocarse, sentimiento de incompetencia, estas heridas entre otras, también son un detonante para reforzar las expresiones del ego pues cuando sangran, producen en usted reacciones de autoprotección al sentirse vulnerado y estas reacciones desbordadas se convierten en agresiones a los demás.

Por eso mi invitación, como la de Sócrates, es conózcase a usted mismo y evítese un montón de dolor.

Mi píldora para el alma:

Cuando le duele el corazón, porque en su silencio usted reconoce que su ego le está causando heridas a quienes lo acompañan en su vida, examínese y descubra cuál es el alimento que usted le está dando a su fiera, para que entonces se atreva a domarla y de este modo las expresiones de su espíritu serán el mejor camino hacia su sanación emocional y la sanación de quienes ama.

Paula Lopez Espinosa

Autora de Literatura Espiritual

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