
OPINIÓN
Atentados: desde Reyes a Duque
La historia enseña que muchos atentados contra jefes de Estado tienen algunas coincidencias.
Jefes de Estado de muchos países han sido y siguen siendo objeto de atentados. Casi que es un riesgo asociado al cargo.
El 10 de febrero de 1906, el general Rafael Reyes se desplazaba por la que es hoy la carrera séptima de Bogotá, en un coche tirado por caballos. Al llegar al sitio de “Barrocolorado”, frente a donde se encuentra hoy el edificio de Ecopetrol, cuatro sujetos hicieron nueve disparos contra él y su hija Sofía que lo acompañaba. Milagrosamente ellos y los cocheros salieron ilesos. Los responsables fueron capturados y después de un consejo de guerra sumario, fusilados en el mismo lugar del atentado.
A los autores intelectuales los identificaron. Uno de ellos, el general Pedro León Acosta, se refugió en Venezuela. El motivo del atentado, perpetrado por miembros del Partido Conservador el mismo del presidente, fue al parecer por el descontento por la participación que el presidente había dado al partido liberal en su gobierno.
Otra Sofía, la esposa del sucesor del heredero a la corona del imperio austro-húngaro, no corrió la misma suerte de la hija de Reyes y de su padre, cuando años después, ella y su marido fueron asesinados en Saravejo en junio de 1914 cuando se desplazaban en un automóvil. Gavrilo Princip, el autor material del atentado fue sentenciado a 20 años de prisión. Eso no sirvió para evitar la guerra.
El 30 de abril de 1933 en Lima, el presidente del Perú, Luis M. Sánchez Cerro se retiraba del hipódromo de Santa Beatriz, en su automóvil convertible, luego de presidir el desfile de un gran contingente de tropas que salía hacia el frente en el conflicto armado con Colombia.
Un estudiante de medicina perteneciente al partido aprista, que el presidente había proscrito, se subió al estribo del carro y le disparó varias veces. Sánchez Cerro, herido de muerte fue llevado a la clínica italiana en Miraflores, donde falleció horas después.
El atacante fue muerto de inmediato por la escolta. Como en el caso del asesinato de Kennedy que igualmente se desplazaba en un automóvil descubierto, al parecer hubo más de un atacante, ya que también se hicieron disparos desde las cercanías. En el tiroteo murió uno de los escoltas y varios otros quedaron heridos.
El 24 de junio de 1960, cuando el presidente de Venezuela, Rómulo Betancur, se desplazaba para presidir un desfile militar, su vehículo fue impactado por un carro-bomba. Betancur, quedó mal herido y su jefe de la casa militar, que iba también en el vehículo, murió en el acto.
Se señaló al régimen del dictador dominicano, Rafael Leonidas Trujillo, como el responsable del atentado. En una reunión de consulta de los ministros de relaciones exteriores de la OEA, se impusieron, por parte de los países del hemisferio, sanciones al gobierno dominicano.
El presidente Iván Duque, que con tenacidad y valor está luchando para sacar adelante a este país en uno de los peores momentos de su historia, sufrió un atentado cuando se movilizaba en un helicóptero.
Los desplazamientos de los jefes de Estado, sean en coches arrastrados por caballos, como en el caso de Reyes o en helicóptero, como en el de Duque, han sido aprovechados por aquellos que han urdido y perpetrado lo atentados.
(*) Decano de la Facultad de estudios internacionales, políticos y urbanos de la Universidad del Rosario.