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GUILLERMO VALENCIA

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Auge en Wall Street: el mercado al alza más odiado

Aunque detestado por Wall Street, este mercado puede albergar el futuro de la inversión.

23 de mayo de 2023

Una recesión anticipada a nivel global, tasas de interés elevadas y crisis de bancos regionales indicaría que este es el ambiente menos propicio para invertir. Sin embargo, es precisamente en este mercado en el que nacen las grandes oportunidades de inversión, las cuales muy probablemente morirán transformándose en una superburbuja.

Parafraseando una premisa en Wall Street: “las malas noticias se convierten en buenas noticias”. La crisis del Silicon Valley Bank es una señal de que la Reserva Federal aún no ha encontrado el techo en el incremento de tasas de interés. Por otro lado, el índice de precios al productor muestra signos claros de desinflación. El transporte de carga marítima está en sus mínimos desde 2016. El mundo está dando fuertes indicios de desinflación.

Si en el pasado la inflación fue la responsable de las grandes caídas en el mercado, la desinflación creará excelentes oportunidades para empresas sin altos niveles de deuda y que estén vinculadas con la reconfiguración de las cadenas de suministro globales.

Tal vez la señal macro más importante para este mercado al alza es que los datos de desempleo se disparan en Estados Unidos. Esto quiere decir, que la FED tendrá que bajar tasas a una velocidad más rápida de lo esperado.

Un conjunto de empresas relacionadas con esta tesis son las de semiconductores. Piense en términos de cualquier tecnología: Inteligencia Artificial, Internet de las cosas, Big Data, criptomonedas, ciudades inteligentes, vehículos eléctricos, 5G… todas requieren de ellos.

En este escenario de cambio y reestructuración de las cadenas de suministro mundial, es clave no perder de vista las oportunidades que podrían surgir en los lugares menos esperados. Este mercado, aunque detestado por Wall Street, puede albergar el futuro de la inversión. Una recesión anticipada a nivel global, tasas de interés elevadas y crisis de bancos regionales indicaría que este es el ambiente menos propicio para invertir. Sin embargo, es precisamente en este mercado en el que nacen las grandes oportunidades de inversión, las cuales muy probablemente morirán transformándose en una superburbuja.

Parafraseando una premisa en Wall Street: “las malas noticias se convierten en buenas noticias”. La crisis del Silicon Valley Bank es una señal de que la Reserva Federal aún no ha encontrado el techo en el incremento de tasas de interés. Por otro lado, el índice de precios al productor muestra signos claros de desinflación. El transporte de carga marítima está en sus mínimos desde 2016. El mundo está dando fuertes indicios de desinflación.

Si en el pasado la inflación fue la responsable de las grandes caídas en el mercado, la desinflación creará excelentes oportunidades para empresas sin altos niveles de deuda y que estén vinculadas con la reconfiguración de las cadenas de suministro globales.

Tal vez la señal macro más importante para este mercado al alza es que los datos de desempleo se disparan en Estados Unidos. Esto quiere decir, que la FED tendrá que bajar tasas a una velocidad más rápida de lo esperado.

Un conjunto de empresas relacionadas con esta tesis son las de semiconductores. Piense en términos de cualquier tecnología: Inteligencia Artificial, Internet de las cosas, Big Data, criptomonedas, ciudades inteligentes, vehículos eléctricos, 5G… todas requieren de ellos.

En este escenario de cambio y reestructuración de las cadenas de suministro mundial, es clave no perder de vista las oportunidades que podrían surgir en los lugares menos esperados. Este mercado, aunque detestado por Wall Street, puede albergar el futuro de la inversión.

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