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Sofy Casas

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Complot judicial contra Álvaro Uribe, ¿venganza política?

Se conoció el martes 9 de abril que la Fiscalía llama a juicio al expresidente Uribe por supuesto fraude procesal y soborno a testigos. Qué casualidad que, a solo tres semanas de la llegada de la nueva fiscal, Luz Adriana Camargo (ternada por Gustavo Petro), la Fiscalía, con todas las pruebas suficientes, lo llame a juicio cuando este mismo ente ya había pedido su preclusión en dos ocasiones.

11 de abril de 2024

Las cosas deben llamarse y decirse como son: Álvaro Uribe es un secuestrado político. En mi columna de hace dos años, sobre el secuestro político a través de la Justicia, utilizándola como comodín para perseguir a uno de los demócratas más influyentes e importantes de la región, se hace cada vez más evidente.

En mayo de 2023, se conoció que la jueza encargada del caso del expresidente negó por segunda vez la preclusión, rechazando los argumentos de la Fiscalía General y concluyendo que la investigación por los supuestos delitos de fraude procesal y soborno a testigos debe continuar. Hernán Cadavid, representante a la Cámara y quien fuera jefe de la Unidad de Trabajo Legislativo del entonces senador Álvaro Uribe, fue el único testigo de cómo el expresidente se enteró de que efectuaron pagos sin su conocimiento.

El congresista lo ratificó bajo juramento, pero la jueza insistió en que él sí sabía. ¿De verdad la jueza creyó que un congresista del calibre de Hernán Cadavid va a jugar así con su libertad? Se notó que la jueza no tomó en cuenta esta declaración juramentada y dejó mucho que pensar sobre su actuar, donde se vio algo politizada.

Aquí hay un entramado bastante claro donde están involucrados personajes oscuros como Iván Cepeda, su testigo estrella Juan Guillermo Monsalve, Deyanira Gómez —a quien se le conocieron sus vínculos con los narcoterroristas de las FARC—, el Colectivo Alvear Restrepo, Juan Manuel Santos y hasta el exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia, José Luis Barceló.

La Corte Suprema de Justicia impone una temeraria medida de aseguramiento, ambientada por filtraciones selectivas y una opinión pública desinformada, todo justificado en una prosa condenatoria de 1.554 páginas —sin equilibrio frente a la contraparte— que pareciera dirigir la sinfónica de este atropello. Impiden la defensa en libertad de Uribe y la primera extorsión de ese secuestro es el infame sacrificio de las garantías para todos los colombianos. Entre 2006 y 2009, iniciaron las visitas del senador Iván Cepeda y Piedad Córdoba a paramilitares presos en cárceles federales de EE. UU. (caso Tuso Sierra y Mancuso), el cual ya ha confesado en varias ocasiones que los visitaron para ofrecerles dádivas, beneficios judiciales y económicos para ellos y sus familias, y la no exclusión del programa de Justicia y Paz, a cambio de que testificaran en contra de los hermanos Uribe Vélez.

El Tuso Sierra, en entrevista con Vicky Dávila, confirmó que la Corte Suprema de Justicia, coincidencialmente, lo citó a declaración 24 horas antes —en la misma fecha y hora de una audiencia que él ya tenía programada con la Fiscalía— solicitándole así a la Corte reprogramación.

Los testimonios entregados por los exparamilitares extraditados por Uribe, alias el Tuso Sierra, Ramiro Henao, Salvatore Mancuso, entre otros, todos coinciden y llevan al mismo punto: fueron testimonios que la Corte Suprema de Justicia, manejada por el exmagistrado Barceló (enemigo de Uribe Vélez), el cual ha sido acusado por el Tuso Sierra de ofrecerle también beneficios a cambio de declaraciones en contra de Uribe —declaraciones que nunca fueron tomadas en cuenta— y esta corte declara que Cepeda es inocente, que nada tiene que ver con el cartel de falsos testigos, y terminan volteando el caso difamando y acusando a Uribe de falsos testimonios.

La Corte Suprema de Justicia se negó siempre a escuchar estos testimonios. Siempre me he preguntado por qué el exmagistrado Barceló hizo ofrecimientos al Tuso Sierra (de acuerdo con su declaración) a cambio de que presentara falsos testimonios en contra de Álvaro Uribe y no avanzó la denuncia en la Comisión de Acusaciones. ¿Por qué los testimonios de los exparamilitares extraditados no han sido tomados en cuenta?

Aparte de todas las incongruencias que tuvo la Corte Suprema de Justicia en el caso Uribe, antes de que pasara a la Fiscalía General, se suman también las incongruencias del “testigo estrella” de Iván Cepeda, Juan Guillermo Monsalve, sobre el supuesto soborno que le hizo el abogado Diego Cadena, supuestamente enviado por el expresidente Uribe. En mi columna en la revista Semana de octubre de 2022, expongo muchas de las declaraciones de este individuo que no coinciden en nada. El fiscal Javier Cárdenas presentó varios desatinos y expuso cómo Monsalve ha mentido en diferentes diligencias judiciales a lo largo de estos años.

Estos son algunos de los testimonios de Monsalve que no coinciden y que desbaratan por completo el caso:

1. Dijo que Jaime Lombana y Diego Cadena entraron juntos a la cárcel La Picota. Las imágenes muestran que Diego Cadena entró a las 2:49 pm y el doctor Lombana a las 3:23 pm.

2. Otra mentira que se deja en evidencia es cuando dice que los abogados Lombana y Cadena siempre iban juntos a la cárcel. El Dr. Lombana fue solamente una vez.

3. Monsalve dijo ante la Corte que no se acordaba del nombre de su abogado, pero Héctor Romero aparece acompañándolo en sus reuniones y fue quien le entregó el reloj grabadora.

4. Monsalve dijo que el doctor Lombana lo amenazó. En audiencia ante la Corte Suprema de Justicia acepta que Lombana nunca lo ha amenazado ni nada ha tenido que ver con él. Además, admite que no tiene conocimiento alguno de amenaza de Diego Cadena a Deyanira Gómez.

5. Jaime Lombana le pregunta a Monsalve por un punto de su declaración ante la Corte Suprema. El testigo aseguró que a la salida lo vio conversar con su abogado y Cadena. El penalista mostró los registros de salida de la cárcel para demostrar que nunca se fueron juntos.

6. Monsalve niega que Diego Cadena lo haya visitado en marzo de 2018 en la cárcel La Picota, con un documento previamente hecho.

Como estas, hay muchas más mentiras del “testigo estrella” del senador Cepeda que deben alertar a las autoridades para demostrar la manipulación y la politización de la Justicia en un caso donde se ha evidenciado la utilización del denominado Cartel de los Falsos Testigos. ¿Por qué la jueza no tomó esto en cuenta e insistió en que Uribe sí sabía, tratando de obligar a la Fiscalía a buscar una posición contraria y aun sabiendo que la determinación en dos ocasiones de este ente no ha hallado responsabilidad penal alguna? ¿Por qué el pseudoperiodista Daniel Coronell y Julio Sánchez Cristo tenían la decisión antes de ser anunciada por la propia jueza? Lo de la filtración del caso Uribe por parte de Coronell no es nada nuevo.

Por otra parte, hay hechos muy graves en este caso que pasan desapercibidos, como la esposa del “testigo estrella” Monsalve, Deyanira Gómez. De acuerdo con investigaciones de inteligencia del país, Deyanira resultó ser miliciana de los narcoterroristas FARC. De Deyanira se sabe que, supuestamente, tiene como profesión la medicina y alegó amenazas por las cuales salió del país, razones accesorias que hasta hoy eran un secreto. El país siempre se ha preguntado qué hacía una mujer supuestamente profesional, médico, enamorada de un delincuente común condenado a más de cuarenta años de prisión.

Deyanira Gómez tiene una hija producto de una relación con el señor Élver Penagos Tabera, del frente 21 de las FARC. Con esto, ya serían muchas casualidades. Como si esto fuera poco, el país también conoció, por boca del propio abogado de Deyanira, que quienes le ayudaron a salir del país fueron el Gobierno Santos, José Miguel Vivanco, el exmagistrado investigador de Álvaro Uribe y el dueño de anteriores irregularidades, José Luis Barceló. Deyanira, relacionada con miembro de FARC. Deyanira, relacionada con miembro de inteligencia. Deyanira, relacionada con José Luis Barceló. Deyanira, relacionada con Juan Guillermo Monsalve. Deyanira, relacionada con Gobierno Santos. ¿Dónde está Deyanira?

Se conoció el martes 9 de abril que la Fiscalía llama a juicio al expresidente Uribe por supuesto fraude procesal y soborno a testigos. Qué casualidad que, a solo tres semanas de la llegada de la nueva fiscal, Luz Adriana Camargo (ternada por Gustavo Petro), la Fiscalía, con todas las pruebas suficientes, lo llame a juicio, cuando este mismo ente ya había pedido su preclusión en dos ocasiones. Ahora tienen un nuevo enfoque, donde los hechos y las pruebas han sido las mismas. Ante este atropello, ¿qué garantías puede tener Uribe o cualquier colombiano?

Ñapa: ¿No será que los exguerrilleros que están sentados en el Congreso, por todo el detrimento que les causó Uribe durante su gobierno, ahora le están pasando cuenta de cobro? Es una gran paradoja que estos delincuentes estén hoy en libertad, gracias a la impunidad del mal llamado acuerdo de La Habana, mientras que el mandatario que los persiguió se encuentre, en estos momentos, a punto de ir a juicio.

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