Home

Opinión

Artículo

Guillermo Valencia Columna Semana

Opinión

Conectando los puntos: Navegando la evolución de la civilización

Pero ahora, nos enfrentamos a un cambio estructural único, lo que podríamos denominar “civilización 4.0”. Por primera vez, tenemos la capacidad de crear nuestra propia materia prima gracias a la inteligencia artificial.

Guillermo Valencia
9 de abril de 2024

Estamos siendo testigos de un cambio monumental en nuestra civilización. No me refiero al cambio convencional de una revolución tecnológica, como se detalla en los libros de Carlota Pérez. Desde la era industrial, hemos experimentado oleadas de avances tecnológicos, desde la máquina de vapor hasta la era de los computadores, abarcando incluso la industria automotriz. Sin embargo, lo que estamos presenciando ahora va más allá de la superficie.

No hablo del ascenso y caída de los imperios, como se describe con maestría en el libro de Ray Dalio sobre los imperios. Hablo de las bases fundamentales de nuestra sociedad, de cómo estamos intrínsecamente conectados como civilización, y de un cambio en la humanidad que será profundamente significativo.

Para respaldar mi argumento, necesitamos comprender las diferentes etapas de la sociedad. La primera, a la que podríamos llamar “civilización 1.0”, trata sobre la supervivencia en su forma más básica: ser nómadas, recolectores y descubrir nuevas formas de subsistir.

Luego, surge el invento más monumental de la humanidad: las ciudades. Son los epicentros donde la civilización se redefine. Sin ciudades, no hay civilización. Desde las primeras ciudades, como Uruk, emergen los primeros imperios, con la conquista y la expansión territorial como imperativos.

Pero esta mentalidad nos arrastra a un juego en el que todos salen perdiendo. Conquistamos, nos vengamos, y quedamos atrapados en un ciclo interminable de guerras. Sin embargo, en medio de estas nuevas ciudades, emerge una innovación: el comercio internacional.

Este comercio nos lleva a la “civilización 2.0”, donde el intercambio de recursos es más beneficioso que la conquista. Es un salto monumental.

El siguiente escalón es la “civilización 3.0”, la revolución industrial, donde la productividad se convierte en la piedra angular. Desde entonces, hemos sido testigos de innumerables revoluciones tecnológicas.

Pero ahora, nos enfrentamos a un cambio estructural único, lo que podríamos denominar “civilización 4.0”. Por primera vez, tenemos la capacidad de crear nuestra propia materia prima gracias a la inteligencia artificial. Podemos manipular proteínas, producir alimentos y aspirar a la fusión nuclear como fuente de energía inagotable.

Este cambio estructural nos plantea preguntas cruciales: ¿Cómo enfrentamos este cambio? ¿Cómo creamos riqueza con él? Si estamos en la era de la creación, entonces debemos también estar en la era de la creación de riqueza. Si el cambio produce ganadores y perdedores, disruptores y aquellos que son desplazados, ¿por qué no diversificar cuando todo se reduce a saber seleccionar?

Desde la década de 1920 hasta hoy, muy pocas compañías sobreviven. La impermanencia es la única constante en la vida de civilizaciones, imperios, y empresas. La capacidad de reinventarnos es la piedra angular de nuestra civilización.

Noticias Destacadas

General retirado Eduardo Enrique Zapateiro.

La cura para la enfermedad será la unión

Eduardo Enrique Zapateiro Altamiranda
Luis Carlos Vélez Columna Semana

Desgobierno mortal

Luis Carlos Vélez