
OPINIÓN
Descortesía de los candidatos a la Presidencia con los jóvenes universitarios
Ante la invitación de los jóvenes para debatir las propuestas en diversas instituciones educativas, algunos candidatos no les han cumplido con su asistencia e incluso los han dejado plantados pocas horas antes de los eventos programados, sin considerar siquiera el envío de un mensaje cordial.
La quinta versión del estudio ¿Qué piensan, sienten y quieren los jóvenes en Colombia?, de la Universidad del Rosario en alianza con la fundación Hanns Seidel, El Tiempo Casa Editorial y la firma Cifras y Conceptos, fue realizada en el mes de abril en 11 ciudades del país y representa un universo de 4,7 millones de personas entre los 18 y 32 años. Los resultados muestran que el 52 % de los jóvenes no se sienten representados por los candidatos a la Presidencia, y aun así el 78 % quiere votar en las elecciones para primera vuelta porque confía en que, por medio de su voto, puede cumplir su tan anhelado deseo de construir un nuevo país.
Ahora bien, ante estos resultados, la reacción de las campañas presidenciales debería ser la búsqueda de un acercamiento de los candidatos para comprender a los jóvenes en todas sus manifestaciones. Lo anterior, creando espacios de encuentro que reconozcan la identidad de los jóvenes con sus propuestas innovadoras “fuera de la caja”; construyendo un diálogo basado en el respeto mutuo y el reconocimiento que tenemos y es aprendido los 365 días del año de todas las personas; y teniendo como propósito la construcción de un nuevo país con bienestar para todos los colombianos.
Sin embargo, y de manera desafortunada, ante la invitación de los jóvenes para debatir las propuestas en diversas instituciones educativas, algunos candidatos no les han cumplido con su asistencia e incluso los han dejado plantados pocas horas antes de los eventos programados, sin considerar siquiera el envío de un mensaje cordial a los jóvenes.
Sin duda, la “carrera” por la Presidencia obliga a los candidatos a recorrer el país con mayor intensidad, especialmente en regiones donde pueden obtener muchos votos en estas semanas que quedan de campaña. Además, es claro que muchos pierden el manejo de su propia agenda, la cual es administrada por sus equipos de trabajo. Pero los candidatos están perdiendo la oportunidad de comprender los mensajes de los jóvenes, quienes son los verdaderos protagonistas del cambio en Colombia.
La reacción de los jóvenes ante esta situación ha sido respetuosa y ha generado un deseo aún mayor por manifestarse de manera pública y pacífica para ser escuchados. Ojalá en las semanas próximas esta situación cambie y se genere un diálogo en las universidades, teniendo en cuenta que estos son considerados los espacios más seguros para el debate y la reflexión, como lo demuestra el indicador de confianza de los jóvenes en las universidades públicas y privadas con un 60 % y 53 %, respectivamente, mientras que el último lugar lo ocupan los partidos políticos con el 15 %.
*Agradezco la participación puntual de los candidatos Ingrid Betancourt y Enrique Gómez en la Universidad del Rosario, la cortesía de los líderes con los jóvenes es el primer paso para restablecer la confianza que han perdido en la política y las instituciones, y para que puedan sentirse representados y realmente escuchados por quienes desean llegar a la Presidencia del país.
