El Homenaje a Galán

No es fácil expresar lo que se siente. Como mi primo Carlos Fernando comento en la radio, lo que vivimos al enterarnos de la noticia fue una "mezcla de sentimientos". Ha sido difícil soportar la ausencia física de Luís Carlos, pues a todos de una u otra manera nos afecto su trágica y absurda muerte. A todos nos quitaron un pedazo de la vida. Por consiguiente, y aun cuando suena muy doloroso, nunca es tarde para que la justicia opere.

No sorprende la noticia de Santofimio y tampoco sorprende otra prueba más de la alianza entre el narcotráfico y la política. Este nuevo capitulo sobre el magnicidio de Luís Carlos nos acerca a uno de sus sueños, tener justicia y credibilidad en las instituciones de nuestro país.

Por lo anterior se debe felicitar y apoyar al Fiscal Osorio y a los fiscales de la unidad de derechos humanos por su determinación, compromiso y responsabilidad con sus cargos. No es fácil recibir una investigación tan compleja y de tantos años. Existen aciertos, capturas, errores, desviaciones y decepciones. En hora buena el Fiscal Osorio no dudó en actuar dentro de sus capacidades. Lo que hizo demuestra una vez más su convicción por una justicia efectiva.

El arresto de Santofimio ayuda, pero falta mucho por preguntar e indagar. No sólo en cuanto a otros posibles políticos involucrados sino también en cuanto a la responsabilidad de la dirección del DAS en ese momento, el cambio del jefe de escoltas, la participación de oficiales del ejercito pertenecientes al B-2, la participación de los paramilitares, el esquema de seguridad en Soacha, etc. Ojala la conciencia de los involucrados los obligue hablar con detalles.

La nación ha sufrido trágicamente los efectos de ese "cáncer" compuesto por droga, armas y política. Por lo mismo, tampoco sorprende que las ideas de Luís Carlos tengan tanta vigencia quince años después. El país se enfrenta a los nuevos carteles de la guerrilla y de los paramilitares. Carteles aun más terribles en su capacidad destructiva y en su capacidad financiera. Frente a los narcoterroristas no existe otra política que la de lucha transparente de un Estado de Derecho. No se tolera la impunidad. Se requiere firmeza, unión, continuidad y compromiso.

Si Luís Carlos Galán tuvo el valor, la convicción y la coherencia en su lucha contra el narcotráfico, los que creímos en su proyecto ideológico estamos en una obligación moral de continuar su tarea desde los diferentes sectores de la sociedad. Se lo debemos a él, a mis abuelos, a la familia y aún más importante se lo debemos a todos los colombianos de bien. El país que queremos para esta y las generaciones venideras es posible en la medida en que seamos capaces de derrotar las mafias de la droga, construyamos partidos políticos consistentes, fortalezcamos nuestras instituciones, exista una administración de justicia oportuna y el país construya y trabaje por una visión colectiva de progreso y prosperidad. Este seria el mejor homenaje a Luís Carlos.

* Sobrino de Luís Carlos Galán