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Era más fácil ganarse el baloto

El nuevo registrador nacional de Colombia se posesionó a escondidas sin hacer mucho ruido. Tal vez nunca había existido en el país una persona encargada de coordinar todo el proceso electoral que hubiera tenido tantos cuestionamientos.

Ariel Ávila, Ariel Ávila
5 de diciembre de 2019

El nuevo registrador nacional de Colombia se posesionó a escondidas sin hacer mucho ruido. Tal vez nunca había existido en el país una persona encargada de coordinar todo el proceso electoral que hubiera tenido tantos cuestionamientos. Su carrera pública comenzó de la mano de Bernardo Elías o el Ñoño Elías y Musa Besaile, dos de los excongresistas que no han capado escándalo de corrupción, tanto en Odebrecht, como en el escándalo de la mermelada o cupos indicativos han estado. Estos dos políticos, llevaron a Vega al Consejo Nacional Electoral. Allí llegó a ser magistrado y salió acusado de vender sentencias. Además, la Corte Suprema de Justicia compulsó copias de llamadas interceptadas en las que Vega hablaba con Otto Bula durante centenares de minutos días antes de que estallara el escándalo de Odebrecht. Por último, Vega, además, fue el cerebro del cierre de las investigaciones en el CNE sobre la financiación de la multinacional brasileña a las campañas presidenciales.

A pesar de todos estos cuestionamientos, y a pesar de las comprobadas cercanías de Vega con magistrados de las altas cortes, que incluyeron regalos y fiestas, fue elegido registrador nacional por los presidentes de las altas cortes. Sin embargo, su elección fue muy extraña. Se podría decir que era más fácil para cualquier colombiano ganarse el baloto que Alexander Vega ser elegido registrador. La historia es la siguiente:

Alexander Vega tuvo la peor calificación en su hoja de vida y luego, por obra y gracia del Espíritu Santo, en la entrevista a puerta cerrada con los magistrados fue nivelado y resultó ganador. Los resultados de las entrevistas fueron increíbles o más bien, asombrosos. A continuación, estimaremos la probabilidad de que, para la entrevista en el proceso de selección del registrador nacional, cinco candidatos hayan obtenido una puntuación igual a 180. O, dicho de otra forma, cinco resultados que eran el puntaje necesario para que Vega ganara.  

Bajo las premisas establecidas en el proceso, la fase de la entrevista tendrá una puntuación máxima de 300 puntos, que surgirán de la calificación promedio dada por cada uno de los tres presidentes. Lo anterior se puede expresar en los siguientes supuestos para el modelo:

  1. La calificación dada por cada presidente es independiente de la dada por los otros (no existe colusión entre los presidentes evaluadores).
  2. La calificación dada a cada uno de los aspirantes es independiente de la calificación dada a los demás (principio de igualdad).
  3. Puesto que la calificación obtenida en la entrevista por cada candidato corresponde a un promedio, podemos utilizar los preceptos del Teorema Central del Límite.
  4. Usando el Teorema Central del Límite, supondremos que la calificación obtenida por los aspirantes representa una variable aleatoria normal con media la calificación media en la entrevista (216,5).
  5. Bajo el Teorema Central del Límite, la desviación para la distribución muestral es la desviación estimada dividida entre el total de candidatos en la muestra (4,46).

Bajo estos supuestos, estimamos la probabilidad de que una persona saque entre 200 y 160 de nota en la entrevista (suponiendo que obtuvieron una nota cercana a 180 pero la aproximaron) es de 0,01%. Por el supuesto de independencia de los participantes entonces tenemos que la probabilidad de que un número dado de candidatos obtengan este resultado en la entrevista se comportará como una variable aleatoria binomial con número de ensayos 10 y probabilidad 0,01%. Específicamente, la probabilidad de que exactamente 5 candidatos obtengan esta nota es de 0,000000000000000037%. Si tenemos en cuenta que la probabilidad de ganarse el baloto (con la super balota) es de 0,000000054%, entonces en este caso es 146.254.583 veces más probable ganar el baloto que el resultado obtenido en la entrevista.

Así las cosas, se habrían podido presentar dos situaciones. La primera es que efectivamente el proceso de selección fue transparente y la cercanía de Alex Vega con los magistrados y sus influencias no tuvieron ningún efecto. Es posible que por alguna causalidad extraña cinco personas hubiesen sacado el puntaje que beneficiaba a Vega, una nota exacta, ni más alta, ni más baja, sencillamente la nota que le convenía a Vega para ser elegido registrador. En este caso se hubiese dado un resultado que era menos probable que ganarse el baloto y es posible por ende que Alexa Vega sea un gran prócer. Pero cabe otra probabilidad, de la que todo el mundo habla por debajo de la mesa, pero nadie la sustenta. Imagínense cuál es.  

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