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Susana Correa, columnista

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Golpe de la pandemia se amortigua con transferencia monetaria

Aún nos queda mucho por aprender sobre los impactos de la covid-19 en el país.

13 de mayo de 2021

Desde el principio de esta crisis previmos que la pandemia de covid-19 sería un fenómeno con impactos dolorosos para la vida y la economía en todo el mundo. Después de un año tenemos un panorama más claro de los estragos que deja esta tormenta, especialmente en los hogares más desfavorecidos entre nosotros.

El Banco Mundial estima que, debido a la pandemia, 2020 fue el primer año en más de dos décadas en el que cayeron a la pobreza más personas de las que salieron de ella. Ningún país ha estado exento de esta experiencia. Por ejemplo, en Estados Unidos, la primera economía del mundo, 4,6 millones de personas entraron en condición de pobreza en el año (a marzo de 2021). Los grupos poblacionales más afectados son las mujeres, las personas con bajos niveles de educación y los menores de edad.

La crisis en Colombia no se alejó de la tendencia mundial. Los datos recientemente publicados por el Dane para 2020 muestran que la covid-19 dejó secuelas profundas en nuestro país. Frente a las cifras de 2019, la pobreza monetaria creció en 6,8 puntos porcentuales, ubicándose en 42,5 %. La pobreza extrema se elevó en 5,5 puntos porcentuales, llegando al 15,1 %. Así, la crisis inédita de la pandemia resulta en condiciones igualmente inéditas de pobreza en el país.

Esas cifras nos deben movilizar a redoblar los esfuerzos y a profundizar en las medidas que han tenido impactos positivos. Aquí los datos del Dane son bastante dicientes: muestran que los programas de transferencias monetarias que administra Prosperidad Social amortiguaron lo que pudo ser un golpe más fuerte.

Desde el inicio de la pandemia, el Gobierno nacional actuó con decisión y firmeza frente a la amenaza de disminución de ingresos de los hogares más pobres y vulnerables. Pusimos en marcha un conjunto de medidas y programas sin precedentes en el país. Esto incluyó la aprobación de 3,85 billones de pesos en giros extraordinarios para 4,7 millones de hogares beneficiarios de los programas Familias en Acción, Jóvenes en Acción y Colombia Mayor. También implementamos el programa de Devolución del IVA, que llega ahora a 2 millones de beneficiarios. Ingreso Solidario, en cuestión de meses, se convirtió en el más grande programa de transferencias monetarias en la historia del país, llegando a más de 3 millones de hogares con una inversión que a la fecha supera los 6 billones de pesos.

Las cifras del Dane confirman las proyecciones realizadas anteriormente por entidades tan diversas como Fedesarrollo, la Cepal y el PNUD. Todos coinciden en que los programas de transferencias monetarias del Gobierno contribuyeron de manera importante a mitigar los efectos negativos de la pandemia.

Si bien estas cifras de pobreza monetaria son altas y preocupantes, sin las ayudas del Gobierno este indicador habría sido mayor en 3,6 puntos porcentuales: los programas actuaron de escudo para que 1.780.650 personas no cayeran en esta condición. De todos los programas, los creados por el Gobierno durante la pandemia representaron 61,1% del impacto positivo.

El efecto mitigador de los programas ante la pobreza extrema es aún más importante. Estos previnieron su incremento en 4,7 puntos porcentuales, sirviendo de salvavidas para 2.324.737 personas. De nuevo, de todos los programas, los recientemente ejecutados representaron el mayor aporte, con 55,3 % del impacto total.

Aún nos queda mucho por aprender sobre los impactos de la covid-19 en el país. Pero algo queda claro de la experiencia del 2020: los programas de transferencias monetarias han sido efectivos, amortiguando el golpe de una crisis que, aunque dolorosa, puede ser peor de no continuar apoyando a estos hogares.

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