Gracias Totales. Unidos siempre seremos más

Fue más que maravillosa, apoteósica, la asistencia de cientos de miles de colombianos que salieron a las calles, con un gran sentimiento patrio y teniendo el amor por Colombia como consigna principal.

No tengo memoria de un hecho similar en la historia del país. La jornada del domingo fue un espaldarazo enorme a nuestra Constitución, al Estado de derecho y a nuestras instituciones, que millones no vamos a permitir nos arrebaten.

Lo que pude apreciar en las calles el domingo fue un sentimiento inmenso de amor, gigantesco e infinito por Colombia. Por el futuro de nuestras familias, de las generaciones presentes y de las que están por venir.

De acuerdo con cifras oficiales de la Alcaldía de Medellín, tan solo en esa ciudad salieron 350,000 mil personas. En Bogotá miles no pudieron llegar a la Plaza de Bolívar, pues las calles estaban atiborradas de gente. La jornada en todo el país fue pacífica, esencialmente porque los protestantes así lo fueron. El civismo caracterizó la jornada.

Tan sólo en Colombia creo más de Un millón de personas salieron a marchar, a lo cual habría que sumar varios miles más que se congregaron en el exterior. Incluso, en lugares geográficamente apartados, fuera del país, cientos de colombianos salieron solos o en compañía de tres o cuatro personas.

El eje de esta columna es el agradecimiento a esos cientos de miles de personas que salieron con el corazón en la mano y un enorme amor patrio por Colombia. A mis amigas y amigos que salieron a marchar con sus familias, varios con sus niños en brazos y con sus abuelos en sillas de ruedas a cantar el himno nacional.

Agradecimientos infinitos a los columnistas e influenciadores que desde semanas atrás convocaron en sus columnas y redes sociales a los colombianos para que salieran a marchar. A pesar de las críticas y de los ataques de bots y bodegas pagas han sido muy valientes al convocar y al seguir publicando la verdad. La libertad de expresión y de prensa son un patrimonio inexorable del Estado de derecho que no nos vamos a dejar quitar.

A los centros de pensamiento y organizaciones sociales que participaron activamente en la jornada de protestas, también infinitas gracias. Sus aportes fueron fundamentales para el desarrollo de las mismas.

Infinitas gracias a la ciudadanía, pues esta fue una marcha de ciudadanos y no de políticos. Fue bastante motivante ver que en Bogotá ni siquiera hubo tarima en la Plaza de Bolívar. Fue una marcha sobria, sin protagonismos.

A los promotores de la marcha, ciudadanos desinteresados y con un inmenso amor por nuestro país, millones de gracias. Han inspirado a miles. Sus sacrificios personales, esfuerzo y dedicación han valido la pena. Nada ha sido en vano.

El futuro está en nuestras manos. Ahora todos debemos trabajar de manera conjunta y continuar adelante en este camino de lucha por la defensa de nuestras instituciones, la Constitución y el Estado de derecho. Debemos seguir. Por el bien de nuestro país y del bienestar de todo lo que amamos. Por nuestra Colombia.

De nuevo a todos los marchantes y a los que no pudieron marchar, pero que hicieron todo por promover las marchas. GRACIAS TOTALES.

Hoy celebramos el día del idioma. Ojalá todos hablemos el mismo lenguaje, de amor por Colombia, siempre.