Alejandra Carvajal Reyes Columna Semana

Opinión

La majestad de la Justicia

Respaldar a nuestras Cortes es imperativo para aquellos que tenemos conciencia democrática.

Alejandra Carvajal
30 de septiembre de 2025

El sistema judicial es uno de los más importantes patrimonios que tenemos todos los colombianos. Gracias a él, se garantiza la independencia de poderes, se nutre nuestra democracia y se fomenta el buen vivir de todos los colombianos.

Desafortunadamente, desde el 7 de agosto del 2022, la suerte de nuestra justicia cambió, lamentablemente, para mal. Jamás imaginé ver rodeadas a nuestros tribunales por hordas furiosas que lo único que pretendían era que las decisiones de nuestros togados fueran favorables a los caprichos del nuevo gobierno.

Esta presión no fue la única que se generó de manera hostil contra nuestros jueces. También de manera reiterada, casi desde el inicio del mandato presidencial, empezó a desconocerse su autoridad, como cuando pretendió excarcelarse abruptamente a los miembros de la primera línea a punta de decretos inocuos. Poco tiempo después, el presidente se declaró jefe del fiscal general de la Nación, lo cual va en contra de la independencia de poderes, y que es actualmente uno de los temores que nos acompaña a los colombianos ahora, pues la actual fiscal general, Luz Adriana Camargo, hasta la fecha ha engavetado las principales investigaciones contra el hijo del presidente, su hermano y sus funcionarios con procesos judiciales vigentes.

La majestad de la Justicia ha querido menoscabarse por el actual Gobierno, objetivo que no han logrado, pues las Altas Cortes continúan generando confianza a los colombianos. De acuerdo con el más reciente Panel de Opinión de la firma Cifras y Conceptos, publicado hace pocos días, logra observarse que la Corte Constitucional, la Corte Suprema y el Consejo de Estado son de las instituciones que generan más confianza a los colombianos.

La seguridad de los magistrados, creería que de todos, tal como están las cosas, debería ser reforzada, así como la de las instalaciones de nuestros tribunales, especialmente por estos días, en los que las primeras líneas empiezan de nuevo a tomarse las calles. No olvidemos que hace meses miembros de una minga indígena se tomaron las instalaciones de la Revista Semana, algo que podría ocurrir a cualquiera de los edificios de la rama, tan solo por tomar decisiones que le resultan adversas al actual gobierno.

Quiero rescatar las valientes palabras del presidente de la Corte Constitucional, Jorge Enrique Ibáñez, frente a un auditorio exigente como lo es el del Congreso Anual de Fenalco, en el que evidenció que hay algunos que “utilizan la democracia para llegar al poder y luego la destruyen por dentro para generar caos y luego imponer su dictadura”.

Esperemos que ese no sea el caso colombiano, siendo lo mínimo que el presidente de la República empiece a respetar los fallos que en derecho emiten nuestras Cortes.

Asimismo, citando a John Locke, Ibáñez expresó: “Solo es posible gobernar a la sociedad mediante leyes permanentes establecidas, promulgadas y conocidas por el pueblo, y no mediante decretos improvisados”. Comparto plenamente sus palabras, al igual que las de Locke.

Aquellos que respaldamos la democracia debemos apoyar primeramente a nuestras Cortes, así como a la separación de poderes. La democracia en Colombia se encuentra amenazada como nunca antes, por lo que es menester de todos aquellos que queremos una Colombia libre y democrática, defender a nuestros jueces y a la majestad de la justicia.

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