Las mujeres en el centro de la reactivación económica

Estas medias coinciden con el avance de las negociaciones entre el Gobierno y el Comité del Paro. Las partes deben progresar en una salida rápida pero bien construida que ponga fin al paro nacional que atrasó la recuperación de la economía en regiones como el centro y el pacífico.

De terminar el paro se avizora un panorama muy positivo. La vacunación avanza a buen ritmo, el café y el petróleo vienen en alza en su precio internacional y se espera un repunte en la demanda interna.

Sin embargo, estamos lejos de superar uno de los problemas más agudos que nos dejó la pandemia: la desigualdad de género. Según el último informe del mercado laboral divulgado por el Dane, en el trimestre febrero-abril de este año el desempleo fue del 15 %, pero para las mujeres esta cifra asciende a 19,9 %.

Las mujeres han llevado la peor parte de la pandemia, al desempleo debemos sumarle los hechos de violencia intrafamiliar, sobrecarga en los roles del hogar y problemas de salud mental. Así las cosas, no podemos pensar en reactivación económica total sin poner a la mujer en el centro de cualquier iniciativa.

El pasado mes de marzo se logró la aprobación en Senado de dos iniciativas enfocadas en esta problemática, ambas son de mi autoría. La primera busca la inclusión laboral de las mujeres en sectores estratégicos con la construcción o transporte, donde históricamente han tenido una baja participación femenina por considerarse “muy rudos” y donde los hombres son los únicos protagonistas.

La segunda tiene que ver con el emprendimiento. Este proyecto que se denomina “Creo en ti” desarrolla toda una política enfocada en la recuperación de los emprendimientos liderados por mujeres que se vieron afectados durante la pandemia.

Este proyecto de ley contempla, entre otras cosas, la formalización de los negocios ante las Cámaras de Comercio, facilita el acceso a recursos de financiamiento, crea oportunidades para fomentar esos proyectos productivos como la semana del emprendimiento femenino, un premio nacional y un sello distintivo, y genera alianzas para su formación en habilidades blandas.

¿A qué viene esto?, bueno, el país vivió uno de los meses más convulsionados de los últimos años. Miles de colombianos se pronunciaron en contra de la reforma tributaria y por la falta de oportunidades. Más allá de los hechos de violencia que todos rechazamos, sí se evidenciaron problemas históricos como la desigualdad. Es aquí donde estas propuestas cobran relevancia en el debate nacional.

Sabemos que el país ha ido avanzando en los últimos años en generar mayores espacios para las mujeres. Según el ranking del Foro Económico Mundial, para 2019 Colombia pasó de ocupar el puesto 44 al 22 en cierre de brechas de género. Pero según la CEPAL, Colombia retrocedió 10 años en materia de equidad y recuperar lo perdido tardará mucho tiempo.

Todo esfuerzo institucional para recuperar la economía, debe estar pensado en la participación activa de las mujeres, creando nuevos puestos de trabajo y generar oportunidades para hacer crecer sus emprendimientos.

Sin ese enfoque es muy difícil que los programas tengan el impacto necesario para verdaderamente recuperar el ritmo de nuestra economía. Confiamos que en junio se logre la sanción presidencial de estas dos iniciativas y puedan contribuir al cierre de las desigualdades que nos dejó el covid-19 en nuestro país.