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Maestra pandemia

Nos volvimos testigos y a la vez protagonistas de grandes cambios. La pandemia nos obligó a hacer realidad, en cuestión de días, la transformación digital que planeábamos diseñar y ejecutar en cuatro años.

Ana María Ruiz Perea, Ana María Ruiz Perea
20 de agosto de 2020

Tomo para el título de este texto las palabras de Álvaro Restrepo, director de El Colegio del Cuerpo, quien en un panel sobre Artes escénicas e industrias creativas que compartí con él, Ramiro Osorio y el viceministro de Cultura Felipe Buitrago, definió con esta expresión sabia la situación a la que nos hemos visto abocados en estos meses, una definición que invita a la reinvención y a la resiliencia.

La pandemia nos cambió la vida a todos, en todas las esferas. Para la operación de Capital, sistema de comunicación pública, fue un sismo. De un día para otro no teníamos eventos culturales y deportivos que transmitir, los proyectos periodísticos se podían hacer desde la casa de periodistas y protagonistas de las historias mediante plataformas online, se volvió inminente y urgente consolidar una oferta de contenidos de calidad para que niños y niñas continuarán sus procesos de educación. Los  ciudadanos respondieron a nuestro llamado, desde sus casas enviaban horas y horas de contenidos producidos con sus celulares y se conviritieron, como debe ser, en protagonistas de nuestra parrilla.

Nos volvimos testigos y a la vez protagonistas de grandes cambios. La pandemia nos obligó a hacer realidad, en cuestión de días, la transformación digital que planeabamos diseñar y ejecutar en cuatro años. Hoy realizamos informativos y programas de opinión mediante plataformas web, e ingresamos sin miedo y de lleno a las estéticas y narrativas propuestas desde los smartphones, porque estamos convencidos del valor de la información veraz y de los argumentos más allá de las formas que impone la televisión tradicional. Y porque es nuestra responsabilidad frente a la ciudadanía, en momentos críticos como éste, desplegar la inteligencia colectiva para la solución innovadora de problemas sociales y culturales.

De la mano de la maestra pandemia, Capital puso en marcha rápidamente una estrategia de alianzas con socios en las industrias creativas, culturales y canales públicos nacionales e internacionales, para llegar a acuerdos de licenciamiento que le permitieran acceder a contenidos que han enriquecido la oferta de nuestras pantallas en tiempo récord, buscando formas legales y competitivas de operar bajo las nuevas reglas.

Creamos entonces la estrategia En Casa. Primero, la educación. La franja Aprende en casa se hace en alianza con la Secretaría de Educación, Ministerios de Ciencia, Cultura y de las TIC y la Red TAL junto a los canales públicos del país, y ofrece 6 horas diarias de contenidos de aprendizaje en diferentes formatos y duración.

Desde mi casa es un espacio colaborativo entre la ciudadanía y el canal, que muestra cómo están viviendo los capitalinos en estos tiempos de cuarentena. Este espacio nos enorgullece especialmente, porque hace realidad nuestro principio de tener a la ciudadanía en el centro.

Conversaciones en casa es un espacio diario para hablar con expertos sobre los temas que cobran mayor relevancia en esta época de pandemia. La ciencia, el medio ambiente, la educación, los cambios en nuestras cotidianidades, temas que siempre han debido ser protagonitas en el medio público de Bogotá. Y por supuesto, la cultura.

La franja de Cultura en casa lleva expresiones artísticas y culturales a los hogares, como una manera de compensar el impacto de la cuarentena y de aportar a la garantía en el acceso a los derechos culturales en las condiciones actuales. Gracias a aliados como el Teatro Mayor Julio Mario Santodomingo, el Teatro Colón, la Orquesta Filarmónica de Bogotá, el IDARTES y muchos más, mientras los canales comerciales en pandemia reencauchan telenovelas, desde abril en Capital se han presentado noche a noche, por dar algunos títulos, obras artísticas como Sacrifixio, Woyzek y Macbeth; óperas como Madame Butterfly, La Traviata y Carmen; espectáculos de danza como Danza Piazzolla y El sueño de Lilith; shows de humor como Juanpis González; documentales como Bojayá, de Leyner Palacio.

En esta coyuntura en la que adaptarse significa sobrevivir, los medios públicos debemos ser un actor dinamizador de la industria. Por eso Capital tiene en curso la convocatoria más grande que haya hecho el canal en su historia reciente, casi $6mil millones para producciones nacionales, además de avanzar en la firma de coproducciones y adquisiciones por cerca de $2mil millones. En su mayoría los contenidos tendrán que ser realizados en condiciones de confinamiento o semi confinamiento.

Gracias a la tecnología y las alianzas, las apuestas que hemos hecho con los nuevos contenidos han representado para Capital un crecimiento constante de las nuevas audiencias durante todo el primer semestre de este año, no solo las que nos ven en dispositivos digitales, sino también en nuestra pantalla abierta.

Pero los retos más grandes para el canal en tiempos de pandemia no tienen que ver estrictamente con las dificultades para la realización y producción de contenidos audiovisuales, sino con el cómo hacerlos. Por una parte, el reto enorme de garantizar la operación sin poner en riesgo la salud de todo el equipo, y sus entornos; hacer cotidianas las medidas de bioseguridad para quienes deben trasladarse a las instalaciones del canal o movilizarse por las calles, va más allá de garantizar gel y tapabocas, se trata de crear una cultura del cuidado y el autocuidado que los seres humanos desconocíamos. Y de otra parte, las áreas jurídicas y administrativas han tenido que operar a un ritmo al que no estaban acostumbradas, y todos sabemos lo difícil que a veces se torna mover la pesada máquina de la contratación estatal.

El aprendizaje más grande que la maestra pandemia nos está dejando como profesionales y como seres humanos es que ahí donde las metas están claras, no importa qué tan adversas sean las circunstancias, la ruta para lograr los objetivos se alcanza. Esto, en términos de innovación y reinvención de la televisión, significa que el siglo XXI empezó en el 2020. Y que el futuro es ya.

 *Gerente de Capital, sistema de comunicación pública

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