Julio Londoño Paredes Columna Semana

OPINIÓN

Para Colombia: mal presagio el de Ucrania

Después de Ucrania los traficantes de armas no dejarán de ver a Colombia como un buen cliente

15 de julio de 2022

Una de las secuelas olvidadas de la Guerra de Vietnam, fue la de el inmenso arsenal dejado a los corruptos dirigentes de Vietnam del Sur antes de su estampida, se transfirió al mercado negro. Colombia fue una de las principales víctimas: con esas armas, los carteles asolaron al país.

Colombia ha sido también el paraíso para los traficantes. En los ochenta desde Miami, una oscura empresa de la que era socio el nefasto ex coronel del ejército israelí, Yair Klein, envió con destino nominal a Antigua y Barbuda y final a nuestro país, un cargamento de 400 fusiles Galil y 200000 municiones venidas desde Israel. El hijo del primer ministro de Antigua, que era el ministro de seguridad, fue el intermediario.

Muchas armas iban con destino a la guerrilla. En 1981, el buque “Karina”, se hundió en el Pacífico con 400 toneladas de armas procedentes de Alemania; en 1989 fue interceptado en Jamaica un cargamento procedente de Portugal; en ese mismo año en Italia se incautó armamento checo que venía para Colombia en un buque danés y en 1999 el asesor del presidente del Perú vendió a las FARC 10000 fusiles AK 47 procedentes de Jordania. Para no hablar de los centenares de fusiles que llegan de las fuerzas armadas venezolanas. En la precipitada evacuación de los norteamericanos de Afganistán quedaron todo tipo de equipos militares en manos de los talibanes. Quién sabe dónde estarán.

Con la guerra, Ucrania será un mercado con armas de todas las procedencias. Los que están de plácemes son los fabricantes. Se ha despertado además una fiebre armamentista, no solamente entre los miembros de la OTAN, sino por otros países que están adquiriendo, desde aviones de combate y helicópteros hasta fusiles y ametralladoras que cada día se asemejan más a los de “La Guerra de las Galaxias”.

Al mismo tiempo la presencia de mercenarios se ha multiplicado con la guerra en Ucrania. Ya los reclutadores no dan abasto para incorporar y muchos deben ser rechazados. También sucede con los rusos, ya que Putin está acudiendo a “voluntarios” con salarios entre 2000 y 6000 dólares al mes. Entre tanto, la guerra continúa.

Unos 20000 rusos han muerto. Las heridas han sacado otros 60000 del campo de batalla. Algunos dicen allá que “ya murieron los que debían morir y que ahora quedan los triunfadores”.

Habrá que saber que sucederá con esta guerra de la que cada día hay más cansancio. Por ahora los países europeos están en verano, veremos que va a suceder cuando se aproxime el invierno y muchos empiecen a sentir los rigores de la falta de suministro de gas y petróleo rusos. ¿Será que Putin, siguiendo las experiencias de la invasión de Napoleón a Rusia y la de Hitler a la Unión Soviética, está esperando que llegue a comandar a sus ineptas tropas el “General Invierno” para dar el zarpazo final”?

Colombia con tantos grupos armados en su territorio, seguramente seguirá siendo cliente preferencial para los traficantes de armas. Mal presagio el de Ucrania.

(*) Decano de la facultad de estudios internacionales, políticos y urbanos de la universidad del Rosario.

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