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Alejandra Carvajal Reyes Columna Semana

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Petro cada día se parece más a Hitler

Preocupan las similitudes entre estos dos personajes. La censura a la prensa, así como la estigmatización de todo aquel que no comparta su proyecto político así lo prueban.

21 de febrero de 2023

El discurso de Petro preocupa porque cada vez se vuelve más peligroso y desbocado. Las facultades extraordinarias que pretenden le sean concedidas en el Plan Nacional de Desarrollo y en la reforma a la salud, muestra como, en efecto, esta administración pretende desconocer la división de poderes y la tradición democrática de Colombia.

Petro estigmatiza a la oposición al decir que esta es complaciente con el nazismo, pues no hay nada más alejado de la realidad. Miles de colombianos salieron a las calles de las principales ciudades del país, así como de municipios medianos y pequeños con el fin de decir NO a las reformas que se nos quieren imponer a la brava, pues Petro en su discurso en el balcón de Palacio, al mejor estilo hitleriano, amenazó al Congreso con un estallido social peor que el que se vivió el 9 de abril de 1948 si no se aprobaban sus reformas.

Nuestros hermanos peruanos no soportaron que el Presidente Petro comparara a la Policía de ese país con los nazis, razón por la cual el Parlamento lo declaró persona non grata, llevando con ello nuestras relaciones con el Perú a su peor momento desde el conflicto de La Pedrera en 1911.

Pero ¿Cuál es la obsesión de Petro con el nazismo?, ¿no será más bien él el nazi?

Petro es un populista como lo fue Hitler en su momento. A ambos cada día los une más el querer dividir a su pueblo entre ricos y pobres. Hitler supo vender bien el cuento de que la pobreza de Alemania en gran parte se debía a que los judíos usurpaban la riqueza de la nación. Petro culpa a la oligarquía, los ricos y las empresas, ellos son sus judíos.

Petro desprestigia a la banca, a los fondos de pensiones, y a los empresarios. Todos ellos son para él los enemigos del pueblo. Por si existe alguna duda de las similitudes entre el programa nacional socialista de Hitler y el que promueve Petro hice un análisis entre ambos para que no nos queden dudas.

Como los ricos eran los enemigos, el numeral 3 del Programa del Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores (NSDAP) señala que “pedimos tierra y territorios para el sustento de nuestro pueblo y colonización para el exceso de población”. En su momento, Hugo Chávez, pidió la democratización de la tierra en Venezuela (programa Aló Presidente, 29 de agosto de 2004), al igual que nuestro actual Presidente.

Los resultados en Venezuela los conocemos todos. Ni que decir en Alemania. Nadie ganó, todos perdieron gracias a la polarización y a la estigmatización.

En el numeral 6, el programa del NSDAP manifiesta que se opone a la economía parlamentaria corrupta, estigmatizando así al Congreso, labor que viene adelantando Petro hace años. Hitler, luego de ejercer múltiples presiones y ofrecer el oro y el moro a los parlamentarios, logró el 23 de marzo de 1933 que le fuera aprobada la “Ermächtigungsgesetz”.

La “Ermächtigungsgesetz” o Ley Habilitante, ha sido denominada por los propios alemanes cómo el suicidio del Parlamento de ese país, pues le otorgó plenos poderes para aprobar leyes sin el control del legislativo alemán.

Esta ley de plenos poderes, en su articulado, mencionaba que tenía como objetivo “remediar la angustia del pueblo alemán y del Reich”. Algo muy parecido encontramos en el texto del Plan Nacional de Desarrollo presentado por la administración Petro, que pretende dar poderes sin precedentes a un Presidente de la República.

Así como lo fue para el parlamento alemán, el aprobar las facultades presidenciales de carácter extraordinario sugeridas por el PND, sería un suicidio para la nación entera.

Con relación al tema pensional, la expansión a gran escala de un sistema de pensiones para los ancianos era fundamental para el Partido Nacional Socialista alemán lo cual puede encontrarse en el artículo 15 de su programa.

Esa misma propuesta la hace años después Petro, ahora con el fin de expropiar los fondos de pensiones. Al parecer, las recetas populistas se replican con los años.

Creo que todos los colombianos queremos que los ancianos que no tengan derecho a pensión tengan un auxilio mínimo. Sin embargo, el dejar a las generaciones siguientes sin pensión para satisfacer los deseos populistas de Petro y con ellos asegurar la continuidad de su proyecto político no es la forma.

Otro aspecto fundamental para el régimen hitleriano era la censura a la prensa. A los medios de comunicación que se le interponían en el camino los rotulaba como prensa judía, lo cual era suficiente para estigmatizarla. En esto consistía el artículo 23 del programa nazi, el cual parece ser emulado por Petro.

En innumerables ocasiones, periodistas y medios de comunicación han sido señalados por el Presidente a través de sus trinos en Twitter, muy a pesar de las solicitudes de la FLIP para que no lo haga. Sin embargo, eso es nada para lo que puede avecinarse para columnistas, periodistas e influenciadores.

La creación de la Agencia de Seguridad Digital, así como la compra de un software por 3500 millones de pesos por parte de este gobierno, el cual ha sido vinculado a campañas de desinformación y al perfilamiento de periodistas, es alarmante.

Asimismo, el que el Ejército y de la Policía tengan contratos vigentes con una empresa que cuenta con herramientas de ciberespionaje, que pueden controlar teléfonos celulares, computadores y portátiles, hackear aplicaciones como Telegram o WhatsApp, así como tecnología para el control de masas, preocupa.

Últimamente, varios colegas, periodistas y columnistas han denunciado el intento de hackeo a sus equipos. No me extrañaría que tuviera que ver con esto.

Son muchas más las coincidencias entre Hitler y Petro. Hay que poner mucha atención y estar preparados. Por ahora esperemos que el Congreso y las Cortes actúen y no permitan que Colombia se convierta en un régimen, que es para donde parece quieren llevarnos

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