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Alejandra Carvajal Reyes Columna Semana

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Sí podemos construir un mejor país

Colombia siempre ha salido adelante. Lo haremos de nuevo. Pero para eso se necesita decisión y ganas.

Alejandra Carvajal
11 de junio de 2024

Hace unos días, oyendo un programa de radio, uno de los entrevistados, un reconocido psiquiatra, manifestaba que el número de consultas que le hacían últimamente había aumentado. Las razones eran variopintas, pero con un patrón común.

La situación del país se convirtió en uno de los temas más relevantes para sus pacientes. La economía, la posibilidad de una recesión, la inseguridad en aumento, los ataques continuos de las disidencias, los atentados cada vez más frecuentes contra la fuerza pública, el menor ahorro de sus familias, se habían transformado en temas principales.

No hay que ser psiquiatra para notar lo muy baja que está la moral de los colombianos, así como el preocupante estado de ánimo de la nación. Luego de hablar con los amigos, la familia, el peluquero, el taxista, el conductor de Uber, la secretaria o el portero, el balance siempre será el mismo. Hay una gran preocupación colectiva por el presente y el futuro de Colombia. Esta siempre ha existido. Pero ahora más.

Hace unos días, en una conversación, una colega columnista me decía: Alejandra, todos se quejan, pero ¿Dónde está nuestro proyecto de país? ¿Cuándo dejamos de soñar y nos dejamos arrebatar nuestros sueños y esperanzas por narrativas de odio que en nada contribuyen? ¿Qué podemos hacer para construir un país mejor? Ojo con las narrativas.

Los colombianos, lo último que debemos perder es la esperanza. Jamás debemos permitir que nos la roben. Así como hay historias muy tristes, como la del bebé emberá fallecido recientemente en el Parque Nacional en Bogotá, también hay otras felices, que son la consecuencia del talante y empuje que han caracterizado siempre al pueblo colombiano, que nos han hecho salir adelante en medio de tanta adversidad.

Y es que a pesar de que no ocupen los principales titulares, hay iniciativas valiosas, que generan noticias y construyen país. Que nos devuelven las ganas de soñar. Les contaré algunas.

Conjugarte es una estrategia que surgió en Medellín y que ha logrado cambiar la vida de miles de personas que se encontraban en entornos complejos, muchos de ellos violentos, por proyectos de integración social, relacionados con el arte, la danza, la música o la lectura. El pasado 26 de abril se tomaron Medellín, con resultados muy positivos. Realizaron más de 150 presentaciones artísticas en 60 barrios en un solo día.

Sin embargo, debo confesar que de todo su portafolio de proyectos, únicos y preciosos, hubo uno que especialmente me gustó. Conjugarte está realizando acompañamiento a la Casa Filarmónica Emberá Chamí, la primera Filarmónica Indígena de Colombia. ¿Se imaginan si los indígenas que se encuentran ahora mismo en el Parque Nacional hicieran parte de este tipo de estrategias?

Está claro que no soluciona sus problemas de pobreza, marginalidad e inseguridad, pero, ¿y si desde el sector privado se crean iniciativas de similar calado para mejorar sus condiciones de vida? A lo mejor así el bebé emberá que murió hace unos días estaría vivo. Sus padres estarían en sus territorios, haciendo algo distinto a pasar el día y la noche sometidos a las heladas madrugadas del Parque Nacional. Si el gobierno no actúa, nosotros desde la sociedad civil podemos reinventarnos y crear proyectos que marquen la diferencia.

Otras iniciativas que me han parecido maravillosas y que quiero resaltar son Colombia Cuida a Colombia o Compromiso Valle. De esta última sé que han generado más de 3 mil empleos, se han sumado casi 700 empresas y han impactado la vida de aproximadamente 63 mil personas.

Este tipo de alianzas son las que fortalecen nuestro tejido social, y lo mejor es que todos podemos hacer parte de ellas. En esta columna enuncio solo algunas, pero existen muchas, muchísimas, en las que podemos participar. Lo importante es la intención y las ganas.

La pregunta que quiero dejar hoy a usted, lector desprevenido, es ¿Qué está haciendo, además de quejarse, por construir un mejor país?

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