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Enrique Gómez, columnista invitado.
Bogotá, febrero 14 de 2022. Foto: Juan Carlos Sierra-Revista Semana.

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Siguiendo el manual y cómo enfrentarlo

En el manual del buen populista peronista o socialista latinoamericano hay que cumplir varios pasos al llegar al poder.

7 de noviembre de 2022

Primero se debe consolidar una mayoría con los operadores del sistema. Esos políticos que tan poco han hecho para superar los problemas endémicos de la democracia, la justicia y la economía, deben estar abordo.

Ya lo vimos. Los politiqueros se han subido sin asco y sin demora en la buseta populista manejada por el maestro mayor de la clientela, el saqueo del estado y las coimas en todas las toldas políticas. Cubiertos por el infinito cinismo de lo ‘social’ y financiados por la estrambótica reforma tributaria, estarán abordo hasta la estación final del desastre. Amañados, silenciosos y comiendo. Esperando más gabelas a cambio de apoyar más “cambio” y prestos a abandonar el barco cuando vengan los resultados de las desastrosas políticas del “cambio”. Nada nuevo allí. Lo hacían antes con los mediocres que nos gobernaban.

El segundo paso es reunir un gran cofre de efectivo. Para ello los anticipos impuestos a la industria petrolera y minera en la reforma jugarán un rol clave (3,5 billones), la suspensión de los pagos de promoción y prevención a las EPS para pasarlos a la chequera de la Corcho (3 billones) y la reasignación del presupuesto de inversión de la nación para aumentar la ruta de repartidera de dinero a los ciudadanos a través del tristemente conocido presupuesto de “inclusión social y reconciliación” que ascenderá en 2023, después de la adición presupuestal de Ocampo, a cerca de 16 billones de pesos, un aterrador 21,5 % del presupuesto de inversión de la Nación.

El tercer paso es repartirlo y rápido. Varias rutas y propósitos están contemplados.

La plata de promoción y prevención es para órdenes de prestación de servicios. Aquí la prevención en salud generará beneficios al Pacto Histórico por dos vías. Los contratos en sí mismos de los promotores barriales, enfermeras, médicos y profesionales, otorgados a orgánicos del partido o que, como siempre en la red pública de la salud colombiana, deben pagar una porción de lo percibido, 10 a 15% del contrato, en coimas que serán recolectadas por líderes territoriales para financiar el esfuerzo electoral en 2023. El segundo beneficio es la gestión condicionada de beneficios del sistema de salud. A quienes se comprometan en el trabajo político del Pacto Histórico, se les anticipan turnos de cirugías, atenciones, consultas, dispositivos o medicamentos. Es la salud para los amigos del gobierno.

Gracias al populismo redentorista e inútil de Duque con Ingreso Solidario, Petro no tiene que montar una red de reparto de este siniestro subsidio monetario no condicionado. Lo de Petro es asegurarse la convertibilidad electoral de este programa, la cual claramente le fracasó al duquismo.

Curiosamente el énfasis en necesidades reales como la recuperación de la producción agrícola, la vivienda, las vías terciarias, los abonos, el saneamiento básico y otras, quedan relegadas en el presupuesto de inversión petrista. Lo importante es el efectivo. Cultivar la complacencia de las masas y estimular la expectativa de pagos futuros.

El cuarto paso es la ampliación de las plazas burocráticas. Con ello no solo se afianza la colaboración del congreso, sino que se coloca y asegura la subsistencia de la militancia radical del proyecto.

Un quinto paso es seguir generando división social y desacreditando el establecimiento. Ese calor electoral y electorero no se debe perder. Por ello conceptos como la economía popular, la reforma agraria, la reforma integral a la salud, se basan en nuevas hermenéuticas del conflicto social: desacreditar al empresario, al propietario rural, a las EPS.

Así el gobierno Petro tendrá muchas herramientas para la contienda electoral en 2023 en la cual, al adquirir nuevas alcaldías y gobernaciones, tendrá más recursos y canales para perpetuarse en el poder en 2026.

Mientras afrontaremos los efectos de estas políticas pero de manera progresiva y ello se manejará por Petro con su habitual política de desinformación y echándole la culpa a otro.

Ya lo sabía dirán, queridos lectores. Es cierto. ¡Y ya lo había dicho en este espacio! ¿Cómo enfrentarlo? Dos caminos. La impavidez y la resignación deseando que el fracaso rápido y masivo del gobierno Petro le devuelva el poder a los mismos que lo tenían antes. Estos volverán felices a la misma mediocridad y robadera.

¿El otro camino? Organizarnos políticamente desde ahora. Con partidos novedosos como Salvación Nacional. Con acción política cotidiana. Buscando candidatos para municipios y departamentos. Recogiendo fondos. Denunciando y ejerciendo veedurías. Trabajando duro y de inmediato. Unidos podemos sacar al Pacto Histórico y evitar caer de nuevo en las manos de los de siempre.

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