Julio Londoño Paredes

Opinión

Ucrania: ¿Un escenario diferente?

Será difícil que Rusia sea derrotada.

6 de mayo de 2022

Lenta, pero inexorablemente sigue avanzando la invasión rusa, a pesar de la valentía de los ucranianos y del extraordinario apoyo que su país ha recibido de los Estados Unidos y de los demás países de la OTAN. No obstante, es dudoso que finalmente Rusia sea derrotada.

Incluso con las especulaciones de que Putin tiene cáncer, párkinson, esquizofrenia y seguramente otras dolencias, parecidas a las que se adjudicaban a Hitler, Moscú seguirá adelante.

Por más bajas que continúen sufriendo, por más generales rusos muertos, y por más tanques y material de guerra que pierdan, los rusos continuarán avanzando.

Hoy, la diferencia entre Rusia y Ucrania es gigantesca. Mientras que en Colombia estaremos celebrando el próximo 8 de mayo el Día de la Madre, el 9 de este mismo mes, en Rusia estarán conmemorando el “Día de la Victoria”.

Recordarán también la batalla de Stalingrado, que alcanzó proporciones míticas en la historia de Rusia y que, por la negativa de Hitler, de retirar sus tropas ante una sangrienta contraofensiva del ejército rojo, abrió el camino para la derrota de Alemania.

Los rusos seguramente proyectaban que el próximo lunes estarían celebrando un contundente triunfo militar en Ucrania. Ante la frustración, por no lograrlo, podrían tomar la decisión irrevocable de hacerlo mientras usan todos los medios y si llegase a ser el caso, el uso de armas nucleares limitadas.

¿Cuál sería la reacción de la OTAN? ¿Hacer lo mismo en territorio ruso, precipitando un conflicto generalizado? ¿Actuar en Ucrania afectando a miles de personas e incluso a algunas localidades fronterizas? Ninguna de las dos opciones parece viable.

Los norteamericanos están exhaustos de las intervenciones militares de los Estados Unidos. Por más admiración que tengan por Zelenski y Ucrania, no van a aceptar otro conflicto, como lo hicieron por “salvar” a Irak, de Saddam Hussein; o a Afganistán, de los talibanes. Ambos de ingrata recordación.

En buena parte de los países de la OTAN, sucedería lo mismo. Apoyo militar sí; económico también; e incluso, de mala gana, respaldo a las sanciones, siempre y cuando no los lleguen a afectar severamente.

Pero una intervención directa, que para muchos sería suicida, no tendría apoyo popular. No estamos en los tiempos de la Primera Guerra Mundial, en la que políticos incompetentes, monarcas emparentados con desuetos generales, precipitaron a sus países a una masacre sin precedentes.

Entre tanto, en Ucrania, los rusos seguirán avanzando, como un gorila herido, pero continuarán haciéndolo. Ni siquiera el gobierno de Colombia, que desde la administración Santos se ha sentido tan orgulloso de ser aliado de la OTAN, podría enviar un contingente simbólico a Ucrania bajo el paraguas de la organización, ya que tenemos en la frontera, armas y asesores rusos y a algunos les gusta viajar a nuestro país y no les molestaría aprovechar la coyuntura…

*Decano de la facultad de estudios internacionales, políticos y urbanos de la universidad del Rosario.

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