Home

País

Artículo

| Foto: Semana

BALANCE

Así deja Santos la macroeconomía colombiana

El presidente saliente, Juan Manuel Santos, tuvo dos ministros de Hacienda durante sus 8 años de gobierno, de los cuales uno de ellos estuvo durante apenas 2 años.

18 de julio de 2018

El Ministerio de Hacienda fue uno de los más estables durante los últimos ocho años. Entre agosto de 2010 y el mismo mes de 2012, el encargado del sector fue Juan Carlos Echeverry, quien después pasó a la presidencia de Ecopetrol y en la actualidad trabaja en su empresa de consultoría.

Echeverry recibió una economía que en 2010 tenía un déficit de cuenta corriente equivalente al 3,1% del Producto Interno Bruto (PIB), cuyo valor era equivalente a US$287.018 millones y su crecimiento de 4,3% anual, además de un PIB per cápita que alcanzaba los US$6.250.

Durante los últimos 8 años, el país atravesó una desaceleración global que, aunque llevó la economía a crecer menos de 2%, no alcanzó a llevar al país al decrecimiento. La desaceleración fue consecuencia de la caída de los precios internacionales del petróleo, un evento que también le pasó la factura al país.

Recomendado: Deuda del Gobierno volverá a la senda descendente en 2019

Fuente: Banco Mundial

Mientras entre 2010 y 2014 la inflación estuvo alrededor del 3%, excepto en 2013 cuando los precios al consumidor apenas incrementaron 1,94%, para 2015 el indicador duplicó su promedio y llegó a 6,77%. Para 2018, el Ministerio de Hacienda y el Banco de la República esperan que la inflación esté cercana a 3,3%.

La elevada inflación fue consecuencia del alto costo en la tasa de cambio, que no es intervenida por ninguna autoridad monetaria desde 1999 cuando se levantó la banda cambiaria, y el elevado costo de los alimentos que disminuyeron en producción debido al Fenómeno de El Niño que llegó al país en la misma época.

Puede interesarle: Presupuesto Nacional por resultados, el siguiente paso

Para contrarrestar el efecto de ambos eventos sobre el costo de vida de los colombianos, la Junta Directiva del Banco de la República, de la cual hace parte el ministro de Hacienda con uno de los siete votos, inició en septiembre del 2015 el incremento de las tasas de interés.

Así, las autoridades monetarias del país llevaron las tasas de interés desde 4,5, nivel al que habían llegado en agosto de 2014, hasta 7,75% en julio de 2016. Y conforme la inflación y sus expectativas empezaron a descender, el Banco de la República también redujo sus tipos de interés.

El primer movimiento fue en diciembre de 2016 y, con contadas pausas, la Junta Directiva del Emisor llevó las tasas de interés hasta el actual 4,25% que además se ubica en un terreno “ligeramente expansivo” de la tasa real de intervención, adecuado para que el país logre recuperar su ritmo de crecimiento económico.

La misma situación llevó a que el PIB del país pasara de un crecimiento anual de 4,3% en 2010 a uno de 2% en 2016 y de 1,8% el año siguiente. Dicho nivel de crecimiento fue el más bajo que el país ha reportado desde 2009, cuando llegó a 1,6%.

Lea también: Gobierno espera incrementar exportación de petróleo pese a menor producción

Para este año, el Ministerio de Hacienda estima que la economía nacional logrará una recuperación que le permita incrementar su PIB en 2,7%, mientras que el déficit de Cuenta Corriente que en 2015 alcanzó 6,3% como consecuencia de los mismos choques, se reduciría a 2,8% del PIB este año.

Cuentas claras

El gobierno de Juan Manuel Santos recibió un déficit de Cuenta Corriente de 3,1% del PIB nacional, equivalente en ese momento a US$8.732 millones. Para 2015, cuando las finanzas del país sintieron más fuerte el impacto de la caída del precio del petróleo, el déficit llegó a 6,3% equivalente a US$18.549 millones.

El ministro Cárdenas implementó la llamada “austeridad inteligente”, que reducía el gasto público en sectores poco sensibles para el desempeño del país, excluyendo de los recortes por ejemplo a los programas sociales y las inversiones en infraestructura.

Fuente: Ministerio de Hacienda

El ajuste que hicieron tanto el gobierno como el sector privado y los hogares colombianos, reflejado también en la caída de las importaciones, llevó a que para 2016 el déficit de cuenta corriente disminuyera a 4,5% y este año volvería a su nivel promedio de los años anteriores con un estimado de 3,3%.

Recomendado: Gobierno Santos dejará vigencias futuras por el 9,3% del PIB

Sin embargo, solo en 2017 los ingresos del Gobierno Nacional estuvieron cercanos a los $140 billones mientras que los gastos del mismo superaron los $170 billones. El resultado fue un déficit fiscal de 3,3% con una reserva de 0,3 puntos porcentuales para eventualidades durante este año, lo cual llevó a que el país cumpliera la regla fiscal en el límite máximo de 3,6% de déficit que se permitía para ese año.

Fuente: Banco de la República

Por otro lado, la inversión extranjera directa pasó de un promedio de US$6.430 millones anuales entre 2002 y 2010 a uno de US$14.509 millones anuales entre 2011 y 2017. El valor más alto se presentó precisamente en 2011 cuando este indicador alcanzó los US$14.647 millones, de acuerdo con las cifras del Banco de la República.

Puede interesarle: Colombia lleva dos décadas "doradas" en política económica

La renta de factores también ha disminuido su balance deficitario. De los US$15.490 millones faltantes de 2011, el país pasó a un balance negativo de US$8.089 millones por ingresos primarios.

El ministro Cárdenas también destaca una mayor participación de los inversionistas extranjeros en la deuda pública mediante TES. En mayo de 2012 los títulos de tesorería le pertenecían en un 3% a los extranjeros, mientras que hoy dicha proporción se elevó al 26%.

Por último, de acuerdo con las cifras del Banco de la República, el gobierno de Juan Manuel Santos dejará una deuda externa que en febrero de este año sumaba US$124.656 millones, equivalentes al 36,4% del PIB.

De dicho total, el sector público representa US$72.340 millones y los restantes US$52.316 millones corresponden al sector privado.

Lea también: Minhacienda: educación y bajos impuestos son la clave de la formalización