Política
“Pareciera que para él la guerra contra las drogas fuera una imposición”: Paloma Valencia a Petro, tras discurso en la ONU
La senadora sugirió que los recursos se utilicen para proteger la selva y reforestar.
Luego del esperado discurso del presidente Gustavo Petro ante la asamblea de la ONU, son varias las apreciaciones que se han podido leer en las redes sociales, sobre todo de los senadores de la oposición, como Miguel Uribe y Paloma Valencia, quien, en una serie de trinos, la congresista se despachó contra las afirmaciones del mandatario asegurando que era “poético”.
“El tono poético del discurso del presidente Petro lo usaron para meter muchas mentiras, imprecisiones y exageraciones. Dejó ver su deseo de llevar el odio de clases a las relaciones internacionales. Dejó ver su simpleza para pensar los grandes problemas globales”, manifestó inicialmente.
“Pregunta el presidente Petro ¿qué es peor, la cocaína o el petróleo? Y habla del calentamiento global frente al cual ningún fenómeno es significativo. Sin embargo, olvida que el petróleo mueve el mundo y las drogas no le aportan nada. Olvida el presidente Petro que de los combustibles fósiles la humanidad obtuvo la urea que ha sido el mayor aporte, el más importante, para lograr alimentar a la numerosa humanidad que somos”.
“Se le olvida al presidente Petro que el concreto y el acero que han construido el mundo han sido posibles por tecnologías que dependen de los hidrocarburos. Al oír al presidente Petro pareciera que para él la guerra contra las drogas fuera una imposición. Para muchos de nosotros, y miles de colombianos que han sido asesinados con los dineros de las drogas, combatir las drogas ha sido un deber surgido de querer ver a Colombia en paz”, expresó.
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“Claro que hay que salvar la selva amazónica; en vez de acabar la explotación de petróleo y gas, use esos recursos en proteger la selva y reforestar. Claro que hay que detener el calentamiento global, pero las decisiones son muy difíciles; no por capricho, sino por la dependencia de la vida de todos a las tecnologías ligadas a combustibles fósiles. Ojalá aparezcan las tecnologías que hoy no existen…”, agregó.
Asimismo, irónicamente dejó varias preguntas “para entender la complejidad del calentamiento global: ¿con qué vamos a remplazar la urea? Sin urea la humanidad se moriría de hambre. ¿Con qué vamos a remplazar el acero? No tenemos otra tecnología que no sea de combustibles fósiles para fabricar el acero”.
Finalizó la senadora del Centro Democrático: “¿Con qué vamos a remplazar el concreto? No tenemos otra tecnología que no sea de combustibles fósiles para fabricar concreto, que es el material fabricado por el hombre más utilizado de la historia”.
Por su parte, el presidente Petro cuestionó ante la ONU en Nueva York este martes: “¿Qué es más venenoso para la humanidad, la cocaína, el carbón o el petróleo? El dictamen del poder ha ordenado que la cocaína es el veneno y debe ser perseguida, así ella solo cause mínimas muertes por sobredosis, y más por las mezclas que provoca su clandestinidad dictaminada, pero, en cambio, el carbón y el petróleo deben ser protegidos, así su uso pueda extinguir a toda la humanidad. Estas son las cosas del poder mundial, cosas de la injusticia, cosas de la irracionalidad, porque el poder mundial se ha vuelto irracional”.
“Según el poder irracional del mundo, la culpa no es del mercado que recorta la existencia, la culpa es de la selva y de quienes la habitan. Las cuentas bancarias se han vuelto ilimitadas, los dineros guardados de los más poderosos de la tierra ya no podrán siquiera gastarse en el tiempo de los siglos. La tristeza de la existencia que produce esa artificial convocatoria a la competencia, la llenan con ruido y con drogas”, agregó.
“La adicción al dinero y al tener tiene otra cara: la adicción a las drogas en las personas que pierden la competencia, en los perdedores de la carrera artificial en que han transformado a la humanidad. La enfermedad de la soledad no se curará con el glifosato sobre las selvas. No es la selva la culpable. La culpable es su sociedad educada en el consumo sin fin, en la confusión estúpida entre consumo y felicidad que permite, eso sí, que los bolsillos del poder se llenen de dinero”, sentenció el mandatario.