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El presidente de la República, Gustavo Petro, se reunió con la alcaldesa Claudia López y el consorcio chino, para estudiar las viabilidades técnicas y financieras para que la primera línea del Metro de Bogotá sea subterránea.
El presidente de la República, Gustavo Petro, se reunió con la alcaldesa Claudia López y el consorcio chino, para estudiar las viabilidades técnicas y financieras para que la primera línea del Metro de Bogotá sea subterránea. | Foto: Presidencia de la República

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Presidente Petro es fuertemente cuestionado por su insistencia en hacer un metro subterráneo: “¿hasta dónde le llegará el capricho?”

El jefe de Estado alegó que tiene en su poder dos conceptos jurídicos, los cuales señalan que sí es viable modificar el objeto contractual de la primera línea del Metro para hacerla subterránea. El debate está encendido.

26 de enero de 2023

Tras varios días de dilatación e incertidumbre, en la noche del miércoles 25 de enero por fin se llevó a cabo la reunión entre el presidente de la República, Gustavo Petro; la alcaldesa mayor de Bogotá, Claudia López; el gerente de la Empresa Metro, Leónidas Narváez, los representantes del consorcio chino y otros altos funcionarios del Gobierno nacional, para analizar detalladamente las cinco propuestas que puso sobre la mesa el contratista para una eventual modificación a la primera línea del Metro para que sea subterránea.

Después de cuatro horas, la reunión dejó más dudas que certezas y el riesgo de más costos y más tiempo para que la primera línea del Metro de Bogotá entre en operación es cada vez más latente. Al término del encuentro, la alcaldesa López reveló que el consorcio chino encargado de la megaobra le advirtió al jefe de Estado que cualquier cambio en el objeto del contrato “no es viable” y traería consigo un “alto riesgo jurídico”.

“El consorcio chino le entregó el informe al presidente Petro con cinco opciones que analizó, de las cuales recomendó una por viabilidad técnica, económica y financiera, que es la extensión de la primera línea del metro de la calle 72 a la 100 subterránea en tres estaciones adicionales y 3.9 kilómetros adicionales”, sostuvo la mandataria distrital.

Presidente Gustavo Petro y la alcaldesa Claudia López
Presidente Gustavo Petro y la alcaldesa Claudia López | Foto: Presidencia

“Esa opción la recomienda el concesionario por razones jurídicas y porque considera que no modifica el objeto del contrato y no superaría el 50 % del valor original del contrato e integraría mayor demanda de pasajeros”, agregó la burgomaestre.

“El presidente Petro escuchó las cinco opciones e hizo una contrapropuesta, nos ha pedido que continuemos con las mesas de trabajo, las cuales vamos a continuar, el presidente solicitó dos conceptos jurídicos, con los cuales sí se podría modificar el objeto del contrato”, comentó López.

La contrapropuesta que hizo el jefe de Estado consiste en que la primera línea del Metro de Bogotá se haga subterránea desde la Carrera 50 con Avenida Primera de Mayo, hasta la calle 72.

Presidente Gustavo Petro en la Casa de Nariño evaluando el proyecto del Metro de Bogotá.
Presidente Gustavo Petro en la Casa de Nariño evaluando el proyecto del Metro de Bogotá. | Foto: Presidencia de la República

En el mismo encuentro, según lo explicó López, “el concesionario insistió que no es jurídicamente viable cambiar el objeto del contrato, que de hacerlo se cambiaría las reglas de selección de la licitación y que eso genera muchos riesgos jurídicos”. Sin embargo, el presidente Petro tiene en su poder dos conceptos jurídicos, los cuales sí abrirían la puerta a modificaciones en el objeto contractual.

Es así como el primer mandatario le pidió al Distrito instalar dos mesas de trabajo para poder evaluar esos dos conceptos y así tomar una decisión frente al futuro del proyecto.

Alcaldesa Claudia López escuchando detenidamente la intervención de Wu Yu, presidente del consorcio Metro Línea 1.
Alcaldesa Claudia López escuchando detenidamente la intervención de Wu Yu, presidente del consorcio Metro Línea 1. | Foto: Presidencia de la República

Lo que sí quedó claro en el marco del encuentro es que una modificación de este tipo al contrato traería costos adicionales que superarían los 12 billones y atrasaría la entrega de la obra en por lo menos seis años más.

Pues bien, después de esta reunión, el panorama es aún mucho más sombrío y las reacciones de los concejales de Bogotá no se hicieron esperar. La cabildante Lucía Bastidas, por su parte, cuestionó que por ‘el capricho’ del presidente Petro la obra está en riesgo.

“La arrogancia es mala consejera”, dijo Bastidas en un principio, y después agregó: “¿Hasta dónde llegará el capricho de Gustavo Petro? Pierden los bogotanos si la Alcaldía no defiende el proyecto”. Y al mismo tiempo puntualizó: “Por favor, reaccionen. No le hagan conejo a los bogotanos”.

La concejal del Centro Democrático, Diana Diago, también mostró su preocupación frente a la incertidumbre que dejó el encuentro entre la alcaldesa y el jefe de Estado. “¿Qué hacer para que Petro no siga jugando con la movilidad de la ciudad?”, se preguntó.

“Hay que defender el metro para Bogotá”, subrayó Diago. Y añadió: “Lo he advertido muchas veces, modificar el proyecto del metro para Bogotá traería graves problemas jurídicos y el consorcio hoy nos da la razón”.

Por su parte, el vicepresidente del Concejo de Bogotá, Oscar Ramírez Vahos, señaló que Petro insiste en frenar la primera línea del Metro de Bogotá,

“Se alarga la novela del Metro de Bogotá. Pese a que el consorcio chino le dijo a Petro que modificar la primera línea del metro de Bogotá no era jurídicamente viable, Petro insistió en que se siga estudiando la propuesta. Siguen dejando en veremos el metro de la ciudad”, manifestó el cabildante.

Y enfatizó: “Petro quiere frenar la primera línea del Metro sin importar los impedimentos jurídicos y recomendaciones. Quiere retrasar más la entrega que sería hasta después del 2035 y ni hablar de los sobrecostos por más de $9 billones de pesos que tendría. ¿Hasta cuándo los bogotanos tendremos que aguantar la cantidad de trancones en la ciudad y que esto se vuelva un tema de egos políticos? Medellín ya va a iniciar la tercera línea de su metro en febrero de este año; mientras tanto, con el primer tramo del metro de Bogotá se sigue discutiendo si es elevado o subterráneo”.

Por su parte, el concejal Humberto ‘Papo’ Amín, del Centro Democrático, no se explica por qué el presidente Petro continúa adelante con ‘un capricho’ que traería graves consecuencias jurídicas.

“El presidente sigue empeñado en destruir la primera línea del Metro y la alcaldesa muy sumisa se está tragando el sapo”, comentó Amín en un principio, y luego agregó: “Ya lo hemos dicho de mil maneras, jurídicamente es imposible cambiar el objeto contractual del Metro. Alguien que de verdad le diga al presidente Petro que deje el capricho y por favor permita que Bogotá tenga Metro”.

El que tampoco dudó en lanzar fuertes cuestionamientos al jefe de Estado fue el exalcalde de Bogotá Enrique Peñalosa, quien afirmó que Petro está obsesionado con cambiar el Metro.

“Hay muchos problemas en nuestro país. Pero hay un contrato de Metro y una obra que avanzan impecablemente bien. Y la veleidad de nuestro genial presidente lo obsesiona con cambiarlo. ¿Por qué no se concentra más bien en el tren de Patagonia a Alaska y otras genialidades planetarias?”, indicó.

Procuraduría advierte posible detrimento patrimonial en primera línea del metro de Bogotá

Metro de Bogota
Render del metro de Bogotá. | Foto: CORTESIA ALCALDIA DE BOGOTA

Así se lo advirtió el ente de control a la Empresa Metro de Bogotá. Para el ministerio público, Los riesgos se verían representados, según pudo conocer SEMANA, en los impactos que se generarían por dichas modificaciones con mayores plazos en la ejecución del proyecto, incremento de precios en diseños y construcción, volatilidad del dólar, incertidumbre sobre la destinación del gran número de predios que ya fueron adquiridos y pagados para la construcción del metro elevado, posible detrimento patrimonial y vulneraciones al principio de planeación contractual, y afectaciones a la movilidad de los habitantes de la ciudad de Bogotá que reclaman prontas soluciones en el transporte público.