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Los partidos Cambio Radical y Liberal fraguan una alianzade cara a las próximas elecciones. Sin embargo, hay diferencias que para algunos no son subsanables.

ELECCIONES 2010

¿Son compatibles liberales y Cambio Radical?

Pardo y Vargas anuncian alianza. El primero viene de un partido opositor, el segundo de uno uribista. ¿Es posible este matrimonio?

30 de septiembre de 2009

El recién elegido candidato presidencial por el liberalismo, Rafael Pardo, se reunió este martes con el jefe de Cambio Radical, Germán Vargas Lleras para acordar una alianza entre los dos partidos.

El objetivo de la posible coalición es el de “formar una nueva mayoría,” según explicaron los dos aspirantes a la Presidencia. Pardo, aclaró que "no es solo la posibilidad de tener un candidato único, sino que tenemos que hablar de una propuesta de largo plazo", dijo.
Los dos coincidieron en que no se trata de crear un frente antiuribista, sino de llegar a acuerdos programáticos. No descartan invitar a otros líderes como a los ex alcaldes de Bogotá, Antanas Mockus, Luis Eduardo Garzón y Enrique Peñalosa.

Sin embargo, esta posible alianza no cayó bien en algunos sectores del liberalismo que ven con preocupación el hecho de que lo único que distancia a Vargas Lleras del gobierno es que no gusta de otra reelección, pero no se opone a su modelo de gobierno.

“A mí me preocupa que ahora que el candidato elegido del liberalismo es Rafael Pardo, el partido se vaya tanto al centro que se vuelva blando frente al modelo de gobierno uribista”, dijo a Semana.com la senadora Cecilia López, quien fue una de las contendientes de Pardo en la consulta liberal.

La preocupación de la senadora López  es compartida por una amplia gama de liberales, desde línea más de tendencia socialdemócrata de Alfonso Gómez Méndez , Aníbal Gaviria e Iván Marulanda, todos precandidatos de la consulta del pasado domingo, hasta el ala más de izquierda que representa, entre otros, la senadora Piedad Córdoba. En este sentido el gavirismo representado en Pardo va a tener dificultades en conseguir respaldo para este matrimonio.

Horas antes del encuentro, Vargas Lleras había anunciado su disposición a participar en una consulta inter-partidista pero también advirtió que no estaba dispuesto a integrar un frente ‘contra Uribe’ y descartó la posibilidad de una alianza con el Polo Democrático.

En respuesta la senadora López dijo: “no nos podemos unir con fuerzas que no estén en contra del modelo pro-rico del gobierno. Una cosa es que Pardo sea el candidato del Partido y otra que sea el dueño y le entregue las banderas a Vargas Lleras”.

Estas palabras son evidencia de la molestia en un sector del liberalismo que no ve con buenos ojos una posible alianza con Cambio Radical, partido que hace parte de la coalición del gobierno, a pesar de que no apoya una reelección.

Otro punto del posible acuerdo, con el que militantes liberales no están de acuerdo es con la condición que puso Vargas Lleras de no permitir el ingreso a la alianza de Gustavo Petro, quien será el candidato del Polo.

“Uno de los requisitos que Vargas Lleras puso fue la exclusión de Petro en el acuerdo. Con Petro hemos coincidido, aunque no en todo, sí en varios puntos. A mí no me parece que se deba descartar la posibilidad de un acuerdo con el Polo”, dijo a Semana.com el senador liberal Luis Fernando Velasco.

El senador también dijo que era preocupante una alianza con Cambio Radical porque hasta ahora no se conoce su plataforma ideológica, su posición frente a temas como la paz y la redistribución de la riqueza. También indicó que ese partido estaba integrado por disidentes liberales ávidos de puestos en el Estado, pero “que cuando el partido se opuso al referendo reeleccionista, se pasaron a La U”.

No obstante, la posibilidad de una coalición entre los dos partidos deberá ser sometida a consideración en las convenciones de los dos partidos, que para el caso de los liberales será en diciembre y para el caso de Cambio Radical será en enero. En la convención Liberal este partido también deberá decidir si el ex presidente César Gaviria deberá seguir presidiendo el Partido, luego del triunfo de Pardo en las consultas.

La posibilidad de una alianza del liberalismo con otros partidos ya estaba contemplada. Son conocidas las reuniones entre César Gaviria y el candidato Vargas Lleras. Los dos dirigentes se habían reunido para dar instrucciones a los congresistas de cómo elegir las mesas directivas el pasado 20 de julio y cómo votar el proyecto de referendo reeleccionista en la Cámara. 
 
Pero una cosa es un acuerdo para una coyuntura específica como la votación de un proyecto de Ley, que entre el Polo y el Partido Liberal se han dado constantemente, y otra muy distinta un acuerdo para sacar un candidato o un programa a la Presidencia.

El Partido Liberal ha sido un duro contradictor del gobierno. Ha criticado con vehemencia el modelo de desarrollo económico del presidente Uribe. También ha puesto en entredicho el proceso de desmovilización de los paramilitares, ha defendido a la Corte Suprema de Justicia y ha propuesto iniciativas como la Ley de Víctimas del conflicto, que buscaba su reparación integral.

De hecho Pardo, quien fue elegido senador en 2002 por una coalición entre el Movimiento Colombia Siempre y Cambio Radical, se distanció del uribismo luego de que fuera aprobada la Ley de Justicia y Paz. Estuvo en desacuerdo por la impunidad en que la ley dejaba a los jefes paramilitares, según lo había proyectado el gobierno.

Vargas Lleras, pese a su origen liberal, por el contrario ha sido afín a las políticas del gobierno desde el primer periodo de Uribe. Hay quienes dicen que es quien más se parece al Primer Mandatario, por su tono. La bancada de Cambio Radical, que él dirigió pues es el jefe de ese partido, ha apoyado todos los proyectos del gobierno. Ha sido tal su afinidad con el gobierno que incluso esa fue la razón por la que 9 congresistas, de 35 que ocupaban curules en el Congreso, terminaron en el Partido de La U.

La idea detrás de este acercamiento es la de que el buen hijo vuelve a casa, pues no hay que olvidar que Vargas fue liberal y es nieto de uno de los patriarcas liberales Carlos Lleras Restrepo. Sin embargo, en la construcción de partidos modernos, con participación ciudadana, es más difícil hacer acuerdos por lo alto, sin correr el riesgo de alienar al electorado independiente que fue sobre todo el que se pronunció el pasado domingo.