Entre las obras de remodelación se destaca el mejoramiento de la malla vial de la terminal. | Foto: Óscar Coral

DESARROLLO

Terminal de transporte de Pasto: a la moda después de 20 años

Gracias a una inversión de 1.900 millones, la Terminal está lista para recibir a los turistas, que se duplican para el Carnaval de Negros y Blancos.

2 de octubre de 2017

La primera impresión que alguien se lleva al visitar una nueva ciudad es su terminal de transporte. Pasto está trabajando en forma favorable y duradera para sus visitantes: desde que Fabio Zarama se posesionó como gerente de la Sociedad Terminal de Transportes de Pasto S.A., esa entidad ha invertido más de 1.900 millones de pesos para renovar y mejorar sus instalaciones.

Tuvieron que pasar 20 años desde su construcción, en 1993, para que se volvieran a invertir recursos destinados a mejorar esa infraestructura que, debido al flujo de pasajeros y al paso del tiempo, estaba deteriorada. Y, por supuesto, esta demora condujo a una pérdida de calidad en el servicio prestado a los usuarios. Por eso, se formuló un proyecto para solicitar un crédito a la asamblea general de accionistas por 1.000 millones de pesos con el fin de iniciar el programa de mejoramiento de la terminal. El plazo para pagar este préstamo era de ocho años, pero debido a una adecuada toma de decisiones la Terminal de Transportes de Pasto S.A. logró cubrirlo en solo cuatro meses. Este proyecto está dividido en cinco fases.

La primera fase –que fue financiada en su totalidad con recursos de la terminal– consistió en construir salas VIP y nuevas taquillas que buscaban prestar un mejor servicio a los usuarios en un ambiente más cómodo para los trabajadores. Esta etapa, que estuvo en obra durante un año, requirió de una inversión de unos 1.500 millones de pesos. La segunda parte consistió en remodelar las salas internas, por alrededor de 200 millones de pesos y en un lapso de tres meses.

Se remodelaron las salas internas en 3 meses. Esto costó alrededor de 200 millones de pesos. Foto: Óscar Coral

En la tercera y cuarta fase se remodelaron los accesos peatonales con 216 millones de pesos, la mitad de ellos provenientes de la Sociedad Terminal de Transportes de Pasto. Además, en esta etapa se buscaba recuperar la confianza de los copropietarios del edificio, que corresponden a una persona jurídica diferente. Debido a los resultados de las primeras dos fases, los codueños entregaron los 108 millones de pesos restantes para la financiación del acceso peatonal. La realización de esta obra duró 45 días.

La quinta y última etapa costó aproximadamente 78 millones de pesos y consistió en hacer un mejoramiento urbanístico de la terminal en el que se rehabilitaron los andenes, deteriorados por las raíces de los árboles, y de la malla vial, que se encontraba en mal estado. De esta forma culminaron las cinco obras que se habían proyectado para beneficiar a los trabajadores, usuarios y al municipio de Pasto en general.

Además, se puso en marcha el Plan Estratégico de Seguridad Vial (PESV) con el fin de impulsar al máximo la tranquilidad de las empresas adscritas, copropietarios y usuarios a través de actividades de prevención, control e inspección. Para hacerlo, se realizó una solicitud a la Policía Metropolitana con la que se esperaba crear una estación aledaña a las instalaciones de la terminal.

Como las obras realizadas para el mejoramiento de la Terminal pueden generar un impacto negativo, se han implementado programas de responsabilidad social a favor del medioambiente con el fin de prevenir, mitigar, rehabilitar y compensar los daños. Por eso, desde 2016 se han desarrollado proyectos de embellecimiento forestal, de uso y ahorro de agua y energía y de manejo de residuos sólidos.

Desde 1993, cuando se construyó la terminal, no se invertían recursos en su infraestructura. Foto: Óscar Coral

Otras obras de infraestructura incluyen la construcción de biogimnasios que buscan propiciar momentos de esparcimiento, bienestar y descanso a los trabajadores. También se han incluido modernas herramientas de orientación e información en el edificio –inspiradas en los servicios que prestan los aeropuertos a nivel nacional– como accesos digitales, anuncios por altavoz y pantallas que informan el itinerario de los vehículos. A futuro se tiene planeado modificar la fachada de la terminal, hacer un mejoramiento a la señalización externa y restaurar otras zonas internas para que quede ciento por ciento remodelado.

Todas estas obras le han dado otra cara a la terminal, así que quien vaya al Carnaval de Negros y Blancos en enero del próximo año podrá llevarse una nueva –y muy distinta– primera impresión de la ciudad.