Mejores ejercicios para bajar de peso.
Beber agua constantemente y comer saludablemente ayudarán a acelerar la quema de grasa metabólica. | Foto: Getty Images

Vida Moderna

Consejos útiles para acelerar el metabolismo y bajar de peso

Para perder kilos es necesario abandonar una vida sedentaria y llena de comida rica en grasas saturadas.

21 de enero de 2022

Perder peso es uno de los sueños de muchas personas. Sin embargo, con el paso de los años pareciera ser más difícil de cumplir, pues el metabolismo del organismo se hace más lento y bajar kilos es más complicado.

Por esta razón, acelerar el metabolismo es una de las cosas en las que se puede trabajar si de reducir peso y grasa se trata, con el fin de alcanzar el cuerpo ideal.

Hay ciertos hábitos que pueden ayudar con este proceso para quemar calorías a lo largo del día y que no necesariamente tienen que ver con ir a un gimnasio.

Para favorecer la pérdida de peso hay muchos trucos, desde comer frutos secos, dormir más y mejor, hacer ayuno intermitente o tomar infusiones. Si bien no hay una ley mágica para adelgazar, cambiando algunas rutinas diarias es posible conseguir ese objetivo más rápido y lucir una figura mejor.

Por lo anterior, el portal especializado Men’s Health listó una serie de consejos con los que es posible acelerar el metabolismo y perder peso:

Beber café o té: por ser rico en cafeína, este alimento acelera el metabolismo y, según algunos expertos, puede ayudar en la pérdida de grasa, pero es importante tener claro que se debe evitar su consumo en casos de gastritis, presión arterial alta o insomnio, indica el portal de salud Tua Saúde.

Desayunar: teniendo en cuenta que es la comida más importante, es fundamenal tomarla para dar al cuerpo energía y acelerar el metabolismo. “Algunos estudios demuestran que saltarse esta comida está relacionado con un mayor riesgo de obesidad”, explica Men’s Health.

Realizar entrenamientos de fuerza: el levantamiento de pesas estimula la pérdida de grasa, incluso después de haber terminado el entrenamiento. Se recomienda alternar el peso de las mancuernas y tomar descansos cortos para aumentar el quema metabólica.

Hacer cardio: ejercitarse en horas de la mañana hace que se acelere el metabolismo. Lo que quiere decir que, durante el día, se continuarán quemando las calorías que se consuman. El tipo de entrenamiento que se aconseja realizar debe ser de corta duración y alta intensidad.

Combatir la grasa con fibra: una de las mejores fórmulas para bajar de peso es alimentarse de forma balanceada. Los productos ricos en agua y fibra son ideales para eliminar toxinas y acelerar el metabolismo. Algunos estudios han demostrado que el consumo de fibra puede acelerar la quema de grasa hasta en un 30 %.

Evitar picar a altas horas de la noche: según expertos, comer carbohidratos en la noche provoca problemas metabólicos pues el cuerpo es más resistente a la insulina. Lo anterior, puede aumentar significativamente los niveles de azúcar y por lo tanto, se podría aumentar de peso.

Llevar una vida activa: en los movimientos rutinarios como el subir escaleras, estar de pie mientras se realiza cierta actividad o estirar las piernas, se pueden perder más de 300 calorías al día. Por ello, no se aconseja una vida sedentaria para acelerar el metabolismo.

Beber más agua: según un artículo de la Universidad Johns Hopkins, beber más agua puede ayudar a adelgazar por varias razones, entre las que se encuentra que su ingesta antes de las comidas ayuda a disminuir el hambre.

Reír un poco más: según el portal Salud180, para que las hormonas ayuden en el propósito de mantener un peso saludable, es necesario activarlas. Una de las fórmulas para lograr este objetivo es reír. Cita un estudio del Centro de la Universidad de Loma Linda de Neuroinmunología, en California, según el cual, un minuto de risa puede reducir hasta en 30 % los niveles de cortisol en la sangre.

Esto es importante, pues los altos niveles de cortisol aumentan el sistema de recompensa del cerebro a favor del consumo de alimentos que son denominados por los expertos de baja calidad, como aquellos altos en azúcar y en grasa.