Jengibre
El jengibre se caracteriza por tener propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y calmantes, entre otras. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Vida Moderna

Jengibre: así se puede usar para aliviar el dolor de rodilla

El dolor de rodilla puede deberse a lesiones, problemas mecánicos y algunos tipos de artritis, entre otros problemas.

4 de mayo de 2022

El dolor de rodilla puede empezar como una molestia leve y luego empeorar poco a poco. A menudo, se da después de una lesión o después de hacer ejercicio. Además, es un síntoma común en personas de todas las edades, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Asimismo, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explicó que la ubicación e intensidad del dolor de rodilla puede variar según la causa del problema y que los signos y síntomas que a veces acompañan el dolor de rodilla son inflamación y rigidez, enrojecimiento y temperatura al tacto, debilidad o inestabilidad, sonidos de chasquidos o crujidos e incapacidad de enderezar completamente la rodilla.

Por tal razón, el portal Panorama Web reveló que para aliviar el dolor de rodilla es ideal el jengibre, ya que es una especia sana, deliciosa, con muchos nutrientes y bastantes beneficios para el cuerpo y la mente, pues su sabor picante, proveniente de los bosques lluviosos tropicales del subcontinente indio, al sur de Asia, ayuda a la digestión, a reducir las náuseas y a estimular la circulación, entre otras.

Asimismo, esta planta puede usarse de diferentes formas –en polvo, en aceite o zumo– y en la cocina es un gran ingrediente para algunos platos.

En consecuencia, para obtener los beneficios se necesitan seis tazas de agua, un puñado de romero y dos cucharadas de jengibre. Después, se debe hervir el agua y agregar el romero y el jengibre. En seguida, se debe humedecer un trapo y se debe poner en la rodilla afectada y se deja por 15 minutos o menos tiempo si este se enfría, pues la recomendación es que siempre esté tibio.

Por su parte, el portal de salud Healthline reveló varios remedios naturales para aliviar el dolor:

1. Probar el método RICE:

  • Rest (descanso).
  • Ice (hielo).
  • Compression (compresión).
  • Elevation (elevación).

2. Practicar tai chi. El tai chi, también llamado tai chi chuan, es un sistema no competitivo de ejercicio físico suave y estiramiento que se practica al propio ritmo. Cada postura fluye hacia la siguiente sin pausa, asegurando que el cuerpo esté en constante movimiento.

Expertos recomiendan comer vegetales verdes a diario que aportan la vitamina K2, la cual ayuda al cuidado de los huesos.  Foto: Getty images.
Expertos recomiendan comer vegetales verdes a diario que aportan la vitamina K2, la cual ayuda al cuidado de los huesos. Foto: Getty images. | Foto: Foto: Getty images.

3. Hacer ejercicio de bajo impacto. Las recomendaciones son: caminar, nadar o hacer ejercicio en el agua, tai chi o yoga. No obstante, es importante realizar un calentamiento a fin de preparar los músculos para las exigencias del deporte.

4. Controlar el peso. Se considera un peso saludable aquel que permite que la persona se mantenga en un buen estado de salud y calidad de vida. También se entiende como los valores de peso, dentro de los cuales, no existe riesgo para la salud de la persona.

5. Terapia de frío y calor. Después de una lesión, aplicar frío.

6. Aplicar ungüentos de canela, jengibre, masilla o aceite de sésamo, pues según el portal ayudan con el dolor.

7. Fortalecer los músculos. La debilidad muscular es la principal causa de las lesiones de rodilla. Se beneficiará de fortalecer los cuádriceps y músculos isquiotibiales, los músculos en la parte delantera y trasera de los muslos que ayudan a sostener las rodillas. El entrenamiento para mejorar el equilibrio y la estabilidad ayuda a que los músculos que rodean las rodillas trabajen juntos con más eficacia.

No obstante, es importante consultar a un médico cuando no se pueda soportar peso en la rodilla o se sienta como si la rodilla estuviese inestable o por salirse; cuando se tenga una marcada hinchazón en la rodilla; cuando no se pueda extender o flexionar completamente la rodilla; cuando se vea una deformidad evidente en la pierna o la rodilla; cuando se tenga fiebre, además de enrojecimiento, dolor e hinchazón en la rodilla y cuando se tenga dolor fuerte en la rodilla que se relaciona con una lesión.