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Los futbolistas mayores de 65 años son los más propensos a sufrir enfermedades neurodegenerativas. | Foto: Getty Images

Vida Moderna

Estos son los deportistas más propensos a tener problemas cerebrales después de los 65 años

Según un estudio, corren tres veces y medio más riesgo que la población general de morir a causa de una enfermedad neurodegenerativa, como la demencia o la enfermedad de Parkinson.

10 de diciembre de 2022

Investigadores de la Universidad de East Anglia (este de Inglaterra) emprendieron un estudio llamado Scores a través de test realizados por internet para evaluar a distancia las funciones cognitivas y vigilar la evolución cerebral de un grupo de personas.

Alrededor de 145 antiguos futbolistas profesionales participaron en el estudio. En total, 55 de ellos tienen más de 65 años.

Según las conclusiones del estudio, los exfutbolistas, con edades entre los 40 y los 50 años, tienen mejores resultados que la población general, pero la tendencia se invierte con la edad.

“Es al alcanzar los 65 años cuando las cosas comienzan a degradarse. Los (futbolistas) de más de 65 años tienen los peores resultados en campos como el tiempo de reacción, las funciones ejecutivas (que permiten especialmente gestionar y controlar situaciones no rutinarias o realizar varias acciones al mismo tiempo, ndlr) o la espacialización. Son claramente signos precursores de una degradación de la salud cerebral”, explicó el doctor Michael Grey, que dirige el estudio Scores.

Este nuevo estudio va en el mismo sentido de las conclusiones de una reciente investigación realizada por la Universidad de Glasgow, según la cual los antiguos futbolistas corrían tres veces y medio más riesgo que la población general de morir a causa de una enfermedad neurodegenerativa como la demencia o la enfermedad de Parkinson.

Los pacientes con parkinson necesitan un tratamiento farmacológico y unos hábitos especiales de alimentación. Foto: Getty Images.
Los pacientes con parkinson necesitan un tratamiento farmacológico y unos hábitos especiales de alimentación. Foto: Getty Images. | Foto: Foto: Getty Images.

Las investigaciones de este tipo han favorecido una toma de consciencia sobre el impacto de las prácticas deportivas en la salud cerebral y han derivado en llamados a una mejor protección de los futbolistas.

El estudio Scores proseguirá en los próximos años, y ganará en amplitud con una muestra más amplia. “Eso nos dará una imagen muy clara de los daños potenciales provocados por el hecho de rematar el balón con la cabeza”, explicó el doctor Grey. También tratará de recoger datos sobre las futbolistas.

La familia de Nobby Stiles, campeón del mundo de fútbol en 1966 con Inglaterra y fallecido en 2020 aquejado de demencia, anunció el mes pasado que estaba considerando seriamente denunciar a la Federación Inglesa (FA), acusándola de no haber protegido lo suficiente a los jugadores contra el riesgo de lesiones cerebrales.

Otros deportes se interrogan sobre sus consecuencias en términos de salud como el boxeo, y también, más recientemente, el rugby.

¿La ansiedad está relacionada con el riesgo de derrame cerebral?

Un derrame ocurre cuando el flujo de sangre al cerebro se interrumpe, cortando el paso de oxígeno y nutrientes que le son vitales. Cuando esto sucede, las células cerebrales mueren y, dependiendo de qué lado del cerebro se vea afectado, los efectos pueden incluir parálisis, problemas de visión o habla, pérdida de memoria y cambios de comportamiento, según ClikiSalud.

Se calcula que cada cuatro minutos una persona muere de un derrame cerebral. El portal web AARP asegura que cada año ocurren 795.000 casos y 130.000 muertes por la enfermedad, constituyendo la cuarta causa de muerte en Estados Unidos, después de las enfermedades del corazón, el cáncer y las afecciones respiratorias crónicas.

A su vez, otro estudio de la Universidad de Pittsburgh, publicado también en la revista Stroke y que duró 22 años, reveló que los individuos con altos niveles de ansiedad son 33 % más propensos a sufrir un derrame cerebral.

Para realizar el estudio, los investigadores analizaron a más de 6 mil personas entre los 25 y los 74 años de edad que nunca hubieran sufrido una enfermedad vascular cerebral.