SALUD
Oxigenación celular: cómo aumentarla de manera natural
Un nivel adecuado de oxígeno en el organismo ayuda a que el sistema inmunológico reaccione mejor ante agentes externos como las bacterias.
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El oxígeno en el cuerpo humano cumple un rol fundamental al permitir la generación de energía en las células, las cuales la requieren para su desarrollo y mantenimiento. La respiración a través de los pulmones es la que garantiza que el cuerpo renueve el oxígeno de manera permanente y de no ser así, las consecuencias podrían ser fatales.
De acuerdo con el portal Cuerpo Mente, cerca de la mitad de las células en el cuerpo están en fase de formación, una cuarta parte se encuentra en plenitud funcional y la última parte muere o está en fase de sustitución. Si se desarrollan o se reproducen mal, se creará la base para una salud deficitaria.
Este sitio web asegura que el cuerpo tiene un gran poder regenerador y por ello cada día se renuevan unas 300.000 millones de células que ayudan a que el organismo funcione adecuadamente. Una de las mejores formas de hacerlo es a través de una buena nutrición, rica en compuestos antioxidantes; sin embargo, es el oxígeno el factor más importante.
Según los expertos, cuando hay un nivel adecuado de oxígeno en el organismo, este funciona mejor, y el sistema inmunológico puede luchar de manera eficaz contra las bacterias y parásitos. En general, las células sanas se desarrollan favorablemente en entornos bien oxigenados.
Según Cuerpo Mente, cuando hay una insuficiencia de oxígeno, las células recurren a su protoplasma para conseguirlo o fermentan sus propios azúcares, y esto altera su metabolismo. Las células, en condiciones de falta de oxígeno, se debilitan, mutan o mueren creando sustancias tóxicas que invaden la sangre.

El cerebro, junto con el corazón son los órganos más perjudicados cuando no hay suficiente oxigenación de las células, indica el portal de salud Tua Saúde, dado que éstas pueden morir en cinco minutos aproximadamente. Por esta razón, siempre que se identifiquen signos de falta de oxígeno como deficiencia de aire, confusión, mareos, desmayos o dedos morados, es importante acudir lo más pronto posible a un especialista.
Para identificar la falta de oxígeno, el médico normalmente realiza un examen físico y pruebas de laboratorio, como oximetría de pulso o gasometría arterial, con la finalidad de determinar la concentración de oxígeno en el torrente sanguíneo.
Según los especialistas, la falta de oxígeno localizada en un órgano o región del cuerpo causa lesiones específicas en ese tejido, ocasionando lo que se conoce como isquemia o infarto. Algunos ejemplos de esta situación son los infartos del corazón, intestinal o pulmonar. Normalmente, las lesiones provocadas por falta de oxígeno en los tejidos pueden ser reversibles después de la corrección de este problema y la recuperación de las células. Sin embargo, en algunos casos la falta de oxígeno provoca la muerte del tejido, causando secuelas permanentes.
Así se puede aumentar la oxigenación
Para mejorar la oxigenación celular y evitar la oxidación del organismo hay algunos hábitos para tener en cuenta:
1. Realizar ejercicio de forma regular: Es importante realizar actividad física a diario. Los mejores ejercicios son los aeróbicos, ya que aceleran la respiración y la hacen más profunda. Esto aumenta la cantidad de oxígeno que ingresa al cuerpo, lo que induce a que el corazón lata con mayor velocidad y aumente el flujo sanguíneo a los músculos y de regreso a los pulmones.

No obstante, los expertos recomiendan empezar por una actividad moderada, como caminar a paso ligero durante 30 minutos, precisa el portal Salud 180.
2. Dejar de fumar o evitar el humo de cigarro: Este humo inhibe la capacidad de introducir oxígeno en el torrente sanguíneo con eficacia, ocasionado dificultades para la salud.
3. Tomar aire fresco: Si se tiene la oportunidad de estar en un espacio abierto, por ejemplo el campo o en algún lugar donde no hay tanta contaminación, es importante visitarlo con regularidad. Caminar despacio, relajando el cuerpo y respirando lo más profundo que sea posible, ayuda al cuerpo a oxigenarse de manera sana.
4. Beber agua: Este líquido tiene hidrógeno y oxígeno y la recomendación es beberla preferiblemente sola y debe ser filtrada o mineralizada.
5. Eliminar radicales libres ambientales: Los mayores aportes del entorno proceden de las radiaciones solares, la contaminación atmosférica y los campos electromagnéticos. Los campos generados por las líneas de alta tensión o la telefonía móvil alargan la vida de los radicales libres, por esta razón lo ideal es tratar de respirar el aire más puro posible, para que el oxígeno que ingrese al cuerpo no cause problemas de salud.