Pies inflamados
En la diabetes, los vasos sanguíneos abajo de la rodilla a menudo se vuelven estrechos y restringen el flujo de sangre. | Foto: Getty Images/iStockphoto

SALUD

Pie diabético: así se puede mejorar la circulación sanguínea al padecer esta enfermedad

La diabetes es una enfermedad que aumenta el riesgo de que se presenten problemas graves de salud como el daño nervioso, que puede conducir a la amputación de un dedo del pie, de un pie o de una pierna.

23 de noviembre de 2021

El organismo necesita glucosa (azúcar) como fuente de energía, la cual obtiene a través de los alimentos. Cuando se consumen alimentos, el cuerpo los transforma en glucosa y la sangre se encarga de transportarla hacia diferentes partes del organismo. La diabetes ocurre cuando hay demasiada glucosa en la sangre.

En las personas que tienen diabetes, “el organismo tiene dificultades para convertir la glucosa en energía. Como el organismo no puede utilizar la glucosa, esta se acumula en la sangre y al resto del cuerpo le hace falta energía. Con el tiempo, el exceso de glucosa en la sangre puede causar lesiones en prácticamente todas las partes del cuerpo”, explica Mi Buscador de Salud, un micrositio coordinado por la Oficina de Prevención de Enfermedades y Promoción de la Salud de Estados Unidos.

La diabetes es una de las principales causas de discapacidad y muerte en Estados Unidos. Es una enfermedad que aumenta el riesgo de que se presenten problemas graves de salud como enfermedades del corazón, ataque o derrame cerebral, ceguera, insuficiencia renal o daño nervioso, que puede conducir a la amputación de un dedo del pie, de un pie o de una pierna.

En palabras del Colegio Americano de Cirujanos del Pie y Tobillo (ACFAS), estos son algunos problemas en los pies y piernas relacionados con la diabetes:

pies; sequedad; hiperqueratosis
La mala circulación y la neuropatía pueden resecar la piel. | Foto: Getty Images
  • Anomalías de las uñas: las uñas encarnadas del pie (que crecen curvas enterrándose en la piel a los lados de la uña) y las infecciones micóticas pueden pasar desapercibidas debido a la pérdida de sensibilidad. Si no son tratadas profesionalmente, pueden llegar a producir infecciones.
  • Dedo del pie en martillo y juanetes: los daños neurológicos que afectan los músculos pueden causar debilidad muscular y pérdida de tono en los pies, causando dedos del pie en martillo y juanetes. Si estas deformaciones no son tratadas, pueden causar úlceras.
  • Pie de Charcot: esta es una compleja deformidad del pie. Se desarrolla como resultado de la pérdida de sensibilidad y de un hueso roto no detectado que conduce a la destrucción de los tejidos blandos del pie. Debido a la neuropatía, el dolor de la fractura pasa desapercibido y el paciente continúa caminando sobre el hueso roto, empeorando las cosas. Esta complicación incapacitante es tan grave que puede ser necesario practicar algún procedimiento quirúrgico y, ocasionalmente, la amputación.

El portal de nutrición y bienestar unComo destaca dos remedios naturales que pueden ayudar a mejorar la circulación sanguínea por el pie diabético, descritos a continuación:

Aloe vera

El aloe vera, también conocido como sábila, es una planta que favorece el sistema circulatorio, además de calmar síntomas como los calambres o el dolor en las piernas, propios del pie diabético. Por un lado, puede ser ingerido como jugo, vertiendo tres cucharadas de gel de aloe vera en la licuadora con un vaso con agua y consumiéndolo en el transcurso del día. Por otro lado, también puede ser usado como tópico. Según unComo, se prepara el jugo de aloe vera en mención y se guarda en la nevera. Luego, cuando esté frío, se aplica en las piernas realizando masajes circulares, de abajo hacia arriba, durante 10 minutos y se deja sobre la piel.

Aceite esencial de almendras

Este aceite ayuda a la mejorar la circulación sanguínea y a aliviar la pesadez de las piernas, gracias a su contenido de ácidos grasos saludables (omega 3 y omega 6), antioxidantes y en vitamina E, explica unComo. Este aceite se encuentra a la venta en la mayoría de farmacias y su modo de aplicación es sencillo: se esparce desde los tobillos hasta los muslos durante 10 minutos, realizando movimientos circulares y ejerciendo un poco de presión con los dedos. Al terminar, se retira con agua fría.